Capítulo 5.

1.7K 136 28
                                    

EDITADO :) 

Maldita sea, ¿cómo puede ser posible de que de todas las probabilidades de que me sucediera lo mismo cayera justo ahora? No tengo una idea si esto fue una obra del destino, o simplemente estas cosas me pasan a mi por idiota o despistada. Pero, así fue como en segunda vez consecutiva una persona me encuentra haciendo lo imposible.

Y es que no se cómo estas cosas suceden, pero no todo es como uno planea que sea. Pero el caso fue que intenté de ignorar lo que pasó y hablé con ella como si nada hubiera pasado, tal vez podría haberla convencido de que eso era un producto de su imaginación, y quién sabe, tal vez terminaría convenciéndola.

—Hola Jane, pasa —sonreí amablemente y tomé mi libreta, intentando buscar una distracción.

—TN, vine a hablarte sobre lo de salir a buscar algo de ropa para ti, ya que al parecer traes poca. Y supongo que puede ser una buena oportunidad para que podamos hablar algunas cosas. —habló en un tono bajo en la parte final, como si tuviera la sensación de que alguien pudiera oír a través de las paredes.

—Si, claro, y pues me alegraría poder acompañarlas.

Y lo único que hizo, fue sonreír y se marchó a si como si nada, pero cuando menos me di cuenta, estaba pasando las páginas de mi libreta, como si buscara algo en especifico. Y lo que me encontré fue increíble.

Toqué su puerta recordando perfectamente cómo fue la última vez que me acerqué a el, sus aroma, ese aura misterioso. Y su actitud tan arrogante me hacía sentir ese sentimiento tan impredecible llamado nostalgia, ¿Por qué quiero estar cerca de él? La respuesta era desconocida y eso más que preocuparme, me hacia sentir tensa.

  —¿Quién es? —preguntó una voz grave que reconocía fácilmente.

—Soy yo, TN.

—¿Ahora que quieres? —preguntó y pude oír como se acercaba más a la puerta, permitiéndome escucharlo un poco más claro.

—Necesito saber algo.

Abrió la puerta y pude ver su rostro, aún tenía esas azules ojeras bajo sus hermosos ojos, tristones y sin brillo. Tenía un aspecto extraño como la ultima vez que lo vi, pero ese aspecto me atraía, y es que el chico era realmente el tipo de personas que te hacen difícil la tarea de no mirarlos simplemente con su aspecto. Había nacido dotado de belleza que haría caer a cualquier persona en minutos, sin importar cuan se resista.

Pasé a su cuarto empujándolo por accidente y di una mirada por todo el lugar, tenía la luz encendida y podía ver con más claridad, no era el tipo de cuarto común y ordinario que todo adolescente tiene, y no era por su aspecto, si no por el ambiente que este transmitía, era bastante difícil de describir pues no era espeluznante pero tampoco un cuarto en donde una chica se sintiera excitada, si no que era ese tipo de habitación en donde te podrías inspirar, algo para escribir, dibujar, o simplemente pensar. Definitivamente volvería con ansias.

 —Lindo cuarto. —dije con una sonrisa burlona.

 —Elogiar mi cuarto no te servirá de nada si a lo que vienes es a pedirme un favor. —respondió frío.

  —Pues, al menos lo intenté. En fin, necesito que me digas algo. 

  —¿Qué gano si lo hago? —preguntó mirando la ventana fijamente.

 —¿Que quieres? —rodé los ojos y me miró seriamente.

  —Ahora no te lo diré, pero si sigues con vida hasta que esto termine, necesitaré tu ayuda, y si piensas que es algo sexual, estás equivocada. 

 —NI si quiera se me pasó por la mente —mentí—  Pero de acuerdo. —estaba dispuesta a todo por descubrir que se traía esta "familia". ¿Y pues quién no lo haría si lo que había pasado no era absolutamente normal, y ni si quiera me permitía pensar con claridad antes de que algo extraño pasara, pero para peor, sentía que las personas que me podían ayudar eran casi cero.  —¿Que quieres decir con que siga con vida hasta que esto pase? ¿Que está pasando? ¿Mi vida está en peligro acaso?

  —¿No lo sabes? —preguntó sorprendido.

  —¿Que cosa? ¡Explícame maldita sea! —exclamé subiendo el tono de voz cada vez más.

  —No soy la persona indicada para decírtelo, no lo sé todo. Por favor vete. — susurró en mi oído causando que sujetara mi libreta fuertemente. Eso me hacía sentir tensa, ¿por qué nadie era capaz de decirme? Quería saber la verdad, y nadie, podía ayudarme. Tendría que encontrar otra forma de encontrar información

  —De acuerdo, pero primero, necesito que me digas ¿qué significa esto, o que rayos es...? —dije enseñándole aquel dibujo, ni si quiera sabía cuando lo había echo, simplemente estaba en mi libreta, tenía mi firma, pero no tenía ningún recuerdo de haberlo echo a voluntad. Y sabía que eso tenía algo que ver con todo lo que sucedía, era imposible no notar lo extraño y escalofriante que era aquella representación de algo.

El dibujo en sí ya era terrorífico, y como había sido echo solo a lápiz, no tenía color. Mostraba a una criatura amorfa, de piel completamente destruida, unos ojos completamente negros llorando un liquido que no quedaba en claro si era agua o ¿sangre? No tenía nariz, pero si una boca, que dejaba ver una sonrisa escalofriante, me erizaba el cuerpo tan solo mirar unos segundos, era completamente psicótica. Si hubiera visto tan solo un segundo esa sonrisa cuando tenía ocho años, lo más seguro es que mi vida habría acabado pronto. Y es que realmente era algo que daba pánico, ¿cómo dibujé esto yo? El cuerpo no tenía ninguna forma humana y presentaba deformidades, parecía estar encogido. No tenía cabello ni manos.

Vi su rostro y sus ojos tristones estaban más abiertos de lo normal, ¿y como no, si era horrible? Dios, ni si quiera podía soportar verlo por mucho tiempo porque daban hasta nauseas. 

  —TN, ¿como conseguiste esto? Olvida lo que viste y rómpelo, no puedo darte explicaciones, ni si quiera me creerías. —dijo sorprendido.

—No, necesito saber que es, por favor dime Helen. Nada va a detenerme, dime algo al menos. — supliqué.

 —No puedo, ¿entiendes? solo olvídalo. Es algo que no puedes comprender, tu vida corre peligro más del que está ahora. Nadie puede controlarlo, nadie TN.

Y así sin más, me sacó prácticamente a empujones de su habitación, no pude responder nada, y eso me hacía sentir fracasada ¡necesitaba información! Me frustraba demasiado el saber que todos escondían algo y lo ocultaban tras estupideces, no tenía más modos de descubrirlo. ¿O si...?

N/A: ¡Dios, que bien! un capítulo nuevo! Salí de vacaciones y por eso, intentaré subir más seguido, soy irresponsable y cuesta que llegue la inspiración, además que toma tiempo, en fin, aquí está. Gracias, los amo.

¡No se olviden de votar y comentar nuevas ideas o que les pareció el capítulo!

M.R.


La hija de Zalgo (Bloody Painter, Homicidal Liu y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora