capitulo 21

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- Cuéntame de ti. – le dijo ella. Arropando la taza de café caliente entre sus manos. Subió la manta hasta sus brazos.

- No _____________... - negó con la cabeza mientras reía.

- ¿Por qué no? No eres el único que ha hecho cosas malas en el mundo... - ______________ puso los ojos en blanco. Y él deseo tanto besarla en ese momento. Se veía tan bonita cuando era así de inocente con él.

- No. – la miró a los ojos. – mi vida está llena de problemas... ¿vale? Porque no mejor...me cuentas de ti.

- Mi vida está llena de cosas aburridas. - ___________ se inclinó para tomar su taza de café.
- Cuéntamelas.

- Sí, claro... no creo que te guste escuchar las cosas aburridas de una tonta como yo...

- No digas eso. Me importa todo.

- ¿Todo de mí?

Absolutamente todo.

- Sí... - susurró él.

___________ enrojeció, aunque no mucho.

- Bueno... iba a graduarme... - encogió los hombros, bajando la mirada y abriendo un poco los ojos.

- No digas iba...

- Es que tendría que a verme graduado ya... pero...

- Te voy a dejar libre. – le dijo él. Aunque algo por dentro le golpeaba el alma. ¿Así se siente esto?
______________ bajó la mirada. Inquieta. Tenía que decirle algo. Ahora. O nunca más tendría la oportunidad.

- Thomas...

- ¿Sí?

- ¿Qué harás después de esto?

Él se quedó callado. Sencillo, entregaré el dinero a las personas que me convocaron para secuestrarte. Y luego... me olvidaría de todo esto. Sencillo...

- Viajaré.

- ¿A dónde?

Thomas permaneció callado de nuevo.

- Sí puedo saberlo...

- Que se yo, aún no lo he pensado.

- Ah... - _____________ dejó la taza de café sobre la pequeña mesita en frente del diván. Aquel diván... recordó un pequeño fragmente de la otra noche. Aquella donde habían... - quiero decirte algo... - las manos empezaron a humedecerles. Estaba nerviosa. ¿Por qué? Ya no lo entendía. O tal vez sí. Pero no quería admitirlo.

- ¿Qué? – él se acercó al cuerpo de ______________, le acarició un muslo. Ella tragó saliva.

- No sé... es que...

- Dime...

- Te vas burlas de mí...
- No lo haría.

- Sí, lo harías...

- Vamos...

Ella respiró hondo. Dándose ánimos por sí sola. Aquello que le diría lo había tenido pensado desde el aquel momento...donde había sentido más que solo atracción física. Aquello que tenía guardado dentro, pero no lo quería sacar, no quería mientras se tratara de un hombre como él, que parecía tener pocos sentimientos.

-Quiero irme contigo.

Él reaccionó ante sus palabras. No podía creerse lo que acaba de escuchar... la misma ______________ pidiéndole que la llevara a donde él fuera a parar.

- ¿Qué? – preguntó.

- Quiero ir contigo... - volvió a repetirle ella. También se le acercó. El pulso de Thomas empezó a acelerarse, dándose cuenta de que solo se ponía de esa forma cada vez que _________________ solía acercarse. – es lo único que pido.

- ¿Te has puesto a pensar en lo que sería eso, ________________? – le preguntó él. _______________ bajó la cabeza. – joder...yo no tengo las comodidades que tú tienes, a esas que estás acostumbrada a vivir. – ahora volvió a subir su mirada. – no tienes idea de las cosas que tengo pasar, cosas que no estarías dispuesta a vivir...

- Tú que sabes.

- Lo sé por que hasta yo mismo me arrepiento de ser quién soy. – la miró a los ojos. Se dio cuenta de que no pararía hasta convencerlo, por lo que él tendría que actuar primero. – si te dijera...al menos una cosa de las que he hecho.

- Dímelas. No te juzgaría.

- Eso lo dices ahora... - Thomas intentó ponerse de pie, pero las manos de ______________ lo obligaron a sentarse de nuevo.

- Si te he pedido que me lleves contigo es por que sé a lo que me estoy enfrentando.
- No, no lo sabes.

- Entonces déjame probar... - le acarició los brazos, desnudos por no traer ninguna camiseta puesta. Sus músculos se tensaron al sentir las tibias manos de _______________ acariciarle la piel. Al verlo sentado, decidió sentarse sobre sus piernas. Thomas la miró. Que hermosa era. Le acarició la cintura al tenerla frente a él. Las piernas de _____________ se acomodaron a los costados.
- Tú... tú no sabes lo que sería... vivir con alguien como yo.

- He vivido contigo todo este tiempo.

- Sería diferente...

- ¿Por qué?

- He hecho muchas cosas malas _________________. Siempre he sido así. Jamás me perdonaría hacerte algo malo. No... no podría vivir con alguien como tú...

- ¿Tan inocente? – ella se inclinó para besarle la boca. Thomas le correspondió el beso. Un beso pequeño. Sencillo. Ahora él le apretó la cintura con sus brazos.

- Tan pura... - admitió. – tienes tantos planes...tantas metas y yo...

- Déjame ir contigo un tiempo... - le pidió ella, una vez más. Acariciando su cuello, sus ojos penetraron los de Thomas.

- ¿Por qué?

- ¿Por qué, qué?

- ¿Por qué quieres venir conmigo? – preguntó él. Deseoso. Deseoso de escuchar las palabras que ella le diría después. Necesitaba escucharla hablar sobre sus sentimientos. Que le dijera todo lo que sentía por él.

- Contigo soy diferente... - le confesó ella. – y quiero sentirme así por mucho tiempo más...

Secuestrada (Diplo y tu) (adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora