capitulo 2

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Abrió una lata de Red Bull y se la tomó completa. Para luego estrujar la bebida y tirarla al suelo. Sus músculos estaban tensos, en especial los bíceps, pero que bien se veía igual. Guapo. Guapísimo. Traía los pantalones a la cadera, algo que le hacía sentir relajado, justo como necesitaba sentirse en ese momento. Caminó de un lado para otro, tomándose la última lata de Red Bull, hasta que por fin la puerta de ese descuidado departamento, que había rentado por unas horas, empezó a sonar.

Sonny, Martin y Steve  entraron al departamento. Cada uno con una cazadora de cuero puesta.

- ¿Dónde están? – le preguntó Steve a Thomas. Thomas señaló la primera puerta del pasillo de habitaciones. Sin siquiera hablar. Los tres hombres que habían entrado caminaron hasta la habitación, en donde cuatro chicas se encontraban inconscientes. – vaya, vaya...- rió Steve , al observar a las cuatro mujeres sobre el suelo. Guapas. Sensuales. Jodidamente provocativas. Una de ellas sobre todo, le llamó la atención. - ¿a cual me llevaré? – preguntó riendo de nuevo, y el sollozo de una de ellas se escuchó fuertemente. – Shh...- dijo colocando su dedo índice sobre sus labios.

- Tú escoge. – le indicó Thomas

- La quiero a ella. – señaló con el dedo a una rubia que sobresalía entre las cuatro. Todas empezaron a sollozar, completamente asustadas. Thomas la ayudó a pararse y se la entregó a Steve.

- Yo quiero a ella... - dijo Martin , señalando a la morena de en medio. Thomas hizo lo mismo, quitándose de encima a dos de las cuatro mujeres.

- Yo a ella. – sentenció Sonny, señalando con la punta del dedo índice a __________. Fijándose minuciosamente en el bonito escote que tenía en su blusa.

- No. – negó Thomas. – ella es mía.

- ¿Y desde cuando tú eliges? -

- He hecho la mayor parte de esta jodida misión. Lo justo sería que yo me la llevara. – le dijo Thomas. De alguna manera su sentencia tenía fundamento, pues __________ manejaba más cuentas bancarias que las demás.

- Vale, vale...- contestó Sonny , fastidiado. – me llevo a la otra.

Y al cabo de dos minutos, tres hombres tenían a tres mujeres junto a ellos. Tres secuestradas. Con la intención de hacer que cada una de ellas, roben a sus propias familias accediendo a las cuentas bancarias de estas. Cada hombre se iría con una de ellas a distintos lugares del mundo. Para no poder se encontrados jamás. Y volver con las manos llenas de dinero, con las secuestradas...muertas.

Thomas cerró la puerta, su destino era París. Partiría de Estados Unidos esa misma noche, antes de que se hiciera pública la desaparición de __________ y empezaran las investigaciones. Se volteó, ahora se escuchaba tan solo el apacible silencio entre los dos. Sentía los bonitos ojos de _________ sobre él, observándolo...observándolo todo el tiempo. "¿Qué más quieres mirar nena?" Sonrió "Tal vez más abajo..."

- ¿Qué miras? – le preguntó. No obtendría respuesta, pues ______________ traía la boca tapada. Se acercó a pasos lentos hacia ella. Pudo darse cuenta de lo asustada que estaba cuando sintió que empezaba a temblar, cada vez que se le acercaba más y más. - ¿Por qué el miedo? – le preguntó, y soltó el pañuelo que ataba sus labios. ____________ soltó un respiro.

- ¡Déjame salir de aquí imbé...

- Hey, hey... - posó sus manos sobre los labios de _____________. Ella, al no poder defenderse solo se quedó callada. – no se insulta al jefe guapa...

- No me llames guapa. – le pidió ella. Cabreada. Thomas sonrió. "Bonito carácter..."

- ¿Y como te llamo? - aprovechó que aún se encontraba atada de manos y pies. - ¿fea?

- Van a encontrarme. – le dijo ella. Y eso pareció molestar a Thomas más de la cuenta, cambiándole por completo el ánimo.

- ¿Te piensas que es fácil muñeca?

- No me llames muñe...

- Te estoy hablando. – le dijo firme. ______ se quedó callada. – no lo es conmigo ¿vale? Acostúmbrate. Ningún estúpido policía va a encontrarte mientras estés conmigo. Estás con el mejor. – de pronto una leve oleada de deseo invadió a ______ al escuchar esas palabras. Observó a Thomas, embelesada por esos enormes ojos marrones que recién empezaba a ver. Caramelo, al igual que su cabello, una combinación perfecta con su piel. Unos bíceps ligeramente cubiertos por capa de sudor. Unos labios rosados, deliciosos con solo verlos. – el mejor secuestrador de todos ¿me has oído? – la miró a los ojos. – y te irá mejor si no intentas nada nena, no querrás conocerme de verdad... - le advirtió. - alístate... – le dijo por última vez. - nos vamos a Francia.

Secuestrada (Diplo y tu) (adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora