III. Miedo

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- ¿Iras a casa? - Pregunto, lo mire con desconfianza, nuestras miradas no se cruzaron ya que él estaba mirando algún punto del salón y no se molestó en mirarme, parecía hipnotizado, no apartaba sus ojos de la pared.

- Sí. - Conteste desconfiando aunque temía mentirle y que cuando me mirara a los ojos con su mirada penetrante respaldando mi respuesta se diera cuenta de que mentí y me hiciera algo, le temía, había algo salvaje y peligroso en él, y de eso temía.

- Vamos. - Contesto apartando su mirada de la pared y arrastrándome con él.

- ¿Vamos? - Pregunte

- Si, te llevare a tu casa. - Contesto mientras sacaba las llaves de su auto.

- Pero... - Dije para protestar, pero no me dejo hablar.

- Solo no hables, te llevare. - Dijo antes de que pudiera decir algo más, me llevo al estacionamiento en el cual había una moto, una moto negra.

Se subió a la moto y la prendió.

- Sube. - Dijo mirándome.

- Yo... Creo que prefiero caminar. - Conteste nerviosa, mis piernas temblaban, ya había oscurecido y el miedo comenzaba a inundar mi alma. Me aleje un poco de la moto.

- Vamos, sube, no creo que tengas toda la noche. - Dije, sentí su mirada fría recorrerme, a pesar del miedo acepte su oferta subiéndome a la moto, James me esperaba en casa junto a Gellen, la pobre debía volver a casa y demoraría horas en llegar a casa.

La moto comenzaba a moverse, al principio lento... Nada que no hubiera sentido antes, se detuvo un momento inspeccionando la carretera, por si algún vehículo venia... No, la calle estaba desierta, excepto por uno que otro auto, siguió... Siguió más o menos lento, cuando ya no pude ver el colegio, subió la velocidad a tal manera que pensé que caería de esta, así que me abrace a este con todas mis fuerzas, no quería morir hoy.

- ¿Primera vez? - Pregunto y pude ver una pequeña sonrisa en su rostro, se burlaba de mí.

- Si - Conteste tímida. - No te burles.

- No me burlo, la verdad es que te ves muy linda tratando de no caer. - Dijo sonriendo, sentí un pequeño rubor en mis mejillas y lo peor es que no sabía el porqué. No dije palabra alguna, me di la oportunidad de acomodar mi cabeza en su espalda y mirar las estrellas.

- ¿Dónde vives? - Pregunto volteando un poco para verme acostada en su espalda.

- En la calle Youth, en frente del hotel McKensey.

- Bien -dijo acelerando más, lo abrace mucho más fuerte que antes, en cuestión de segundos llegamos a el edificio Bailey, el edificio en el que vivía.

- Gracias por traerme. -agradecí bajándome de la moto.

- De nada. -dijo encendiendo está de nuevo.

- Espera, ¿Podrías esperar unos minutos aquí? Por favor... Quiero presentarte a alguien. -pedí, el apago la moto, la aparco y bajo de esta mirándome.

- Gracias, ya regreso. - Conteste, corrí al edificio, William, el recepcionista me saludo y yo a él.

- Will, ¿Podrías llamar al apartamento? Por favor. - Pedí.

- Claro, Alice. - Contesto tomando el teléfono y marcando el número de nuestra línea.

- ¿Gellen? - Pregunto. - Bueno... Está llamando Alice. - Dijo para luego pasarme el teléfono.

- ¿Gellen? - Pregunte esperando la respuesta.

- ¡Alice! Hola. - Contesto.

- ¿James está en la cama? - Pregunte

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