🍓∘Max Wolff Honer∘ 🍓

°pesadillas°

Para alguien que ya es grande le es fácil entender que una pesadilla no es algo real si no imagínario ,pero alguien como Max que es un bebé todavía no entiende la diferencia que hay en uno y otro ,pues a lo largo de la vida de Max atenido más de una vez que le a pasado una de ellas fue en el paddock justo en ese momento estaba con George, Toto se lo había encargado por qué tenía una reunión y Max estaba de inquieto así que George y Max fueron a dar una larga caminata en los garajes, Max ya había llegado a un límite donde ya no podía caminar más,algo que fue muy gracioso de ver.

Max alsaba su manitas hacia arriba abriendo y cerrando sus manitas indicando que lo cargarán, algo muy tierno de ver y de negarle, mientras lo cargaban Max iba cerrando los ojitos intentando no dejarse rendir por el sueño pero sin importar cuánto lo intentará al final termino callendo en un dulce sueño,su mente estaba consumido en un sueño profundo

Oye Campion ya despertaste -froto sus manos en los ojos y dando un gran bozteso.

Tienes hambre verdad, que te parece si bajamos papá Toto está preparando la comida- agarro a max entre sus brazos

Oye Campion tenemos que ir papá y yo a arreglar unos asuntos así que te quedarás con checo en lo que volvemos- dijo acariciando el cabello

...

Checo caminaba por la casa con Max en brazos, moviéndose despacio para arrullarlo. Toto tenía una reunión larga y le había pedido que lo vigilara un rato porque el pequeño estaba inquieto desde la mañana. Pero apenas Checo dio un par de vueltas por el pasillo, Max empezó a rendirse al sueño.

Su cabeza se recargó en el hombro de Checo, su respiración se volvió más suave, y sus manitas —esas que hacía unos minutos pedían ser cargado— se relajaron completamente. En cosa de segundos, Max cayó en un sueño profundo.

Lo que Checo no sabía era que ese sueño no sería tranquilo.

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Al principio, Max se encontró en un espacio que parecía su casa, pero no del todo. Era más grande, más silenciosa… casi vacía. Las luces estaban encendidas pero parpadeaban, algo que él no entendía pero que lo llenaba de confusión.Sus ojitos soñados buscaban a alguien.Primero a Checo, luego a su papá Toto, Y por último, al calor suave de su papá Christian.

Pero no había nadie.

Sus piernas —pequeñas e inestables— trataron de moverse, pero cada paso hacía eco. El aire se sentía frío… demasiado frío para un bebé que siempre dormía entre el olor de un alfa y un omega.

Un sonido retumbó de pronto.
Como un portazo.
Como algo que se rompía.

Max volteó su cabeza soñada y vio una sombra extenderse hacia él. No tenía forma clara; solo era grande, oscura, moviéndose rápido. El tipo de cosa que un adulto racionalizaría… pero que a un bebé de seis meses le parecía un monstruo inmenso.

La sombra se inclinó, como si lo buscara.

Max intentó llorar en el sueño, pero no salía ningún sonido.
Intentó gatear hacia la voz de Christian, que siempre lo calmaba…
Intentó buscar el olor de Toto, que lo hacía sentir protegido…

Pero no había nada.
De pronto, algo tocó el suelo detrás de él.
Un golpe seco,Pesado. Sus manitas temblaron,Su respiración también.

La sombra se acercó más, tan grande que parecía cubrirlo todo.

Y justo cuando la figura se inclinó hacia él—

Max abrió la boca en el sueño y soltó un llanto silencioso.

Primero un gemido.
Luego un sollozo.
Y finalmente un grito quebrado.

Checo se detuvo de inmediato, sorprendido.

—¿Max? ¿Qué pasa, campeón? —preguntó alarmado.

El bebé despertó de golpe, las lágrimas resbalando sin control por sus mejillas rositas. Sus dedos pequeños se aferraron al cuello de Checo con desesperación, como si aún sintiera la sombra detrás de él.

—Ay, mi niño… shh, shh… ya pasó —Checo lo mecío rápido, acariciando su espalda—. Fue solo una pesadilla, estás a salvo, oye… estoy contigo.

Max seguía temblando, escondiendo su cara en su pecho, respirando entrecortado.

Checo no perdió tiempo y fue directo hacia donde estaban Toto y Christian.

Cristian al notar los ojitos inchados de Max rápido comprendió que Max estaba llorando, lo cargo de in mediato en cuestión de minutos max dejo de llorar pero permanecía con la carita roja, después de ese susto que max les abia hecho pasar Cristian decidió que sería buena idea que durmiera cerca para estar al tanto si se despertaba de noche con otra pesadilla.