21 de abril

25 3 0
                                    

Lunes. Ya es mi primer día en la escuela por un largo tiempo, ya extrañaba tener que levantarme temprano y desayunar con mis padres.

Me termino de bañar y me pongo un short y una remera rayada.

Bajo las escaleras con mucho cuidado de no caerme como la otra vez y saludo a mis padres.

Desayuné chocolatada con tostadas.

Salí de mi casa y fuí directamente a la parada del bus, no tenía ganas de caminar con las muletas.

Entré y me encontré con los chicos, ¿No se acuerdan? Son Cameron, Nick y Jake los primeros chicos con quien hablé.

-Hola, chicos- saludo y en cuanto me ven, parecía sacada de una película de terror, casi me largo a llorar con las caras que hicieron, pero luego me acordé de que tengo un brazo vendado y una pierna enyesada y se me pasó.

-Hola Ash, ¿Qué te pasó?- dice Cameron, pero una pregunta se plantea en mi cabeza ¿No saben lo que pasó? Una olada tranquilizadora me pega cuando pienso que nadie se acuerda lo que pasó el jueves y que nadie me va a mirar como un bicho raro.

-No fue nada, sólo lo de Jennifer- contesto.

-Oh, ¿Te hizo todo eso?- asiento.

-Si, creo que practica boxeo o algo parecido, si me hubieran visto en el hospital, se habrían llevado el susto de su vida- ríen.

-¿Te sientes bien?- dice Nick.

-Sí, sólo me tengo que acostumbrar a caminar con estas cosas- señalo las muletas.

Ríen.

Llegamos a la escuela y me despido.

Visualizo a mis mejores amigas y voy lo más rápido que puedo (modo tortuga) a saludarlas, pero ellas me encuentran y hacen lo mismo, entonces me abrazan y casi pierdo el equilibrio, pero me mantengo en pie. Las chicas dicen lo mucho que me extrañaron y que nunca les valla a hacer eso de vuelta -ojalá que no, no se lo deseo a nadie- y estuvieron unos minutos así hasta que entramos al colegio.

Cuando voy caminando -si a eso se le llama caminar- por el pasillo, todos me miran, algunos con un toque de lástima en los ojos, otros con curiosidad y algunos riéndose, lo que más deseo en este momento es que me trague la Tierra.

Mis amigas se dan cuenta de lo avergonzada que estoy -estoy más roja que un tomate- y nos vamos rápido al patio, a donde nadie nos puede interrumpir.

Nos sentamos abajo de un árbol y veo a Niall leyendo un libro abajo de otro.

Leyendo. Un. Libro.

¿Puede alguien tener los mismos gustos que yo y ni siquiera lo vi antes? Sí, su nombre es Niall Horan.

Me quedo mirándolo casi toda la tarde, y él no miró otra parte que no sea su libro.

Al segundo recreo me lo encuentro a Harry y me abraza.

-Te extrañé- me dice al oído.

-Yo igual- aunque debo estar al rojo vivo no me importa, cada vez me va enamorando más.

*********
Holaa, esperó que les guste :) Graciasss por leer

-Agos

Nunca Te Rindas |nh - hs|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora