Cada día me levantaba igual como cada persona.
Con los pelos como si los hubiera metido en una batidora, pero la mayoría de veces tenía la solución el peine.
Todas las noches me despertaba mi madre para ir al instituto. Yo tardaba como unos diez minutos en salir de la cama.
Al bajar a la cocina a desayunar me encontré con Elizabeth, mi hermana pequeña de siete años. Era como yo pero en miniatura (según decían).
Esta era rubia con el pelo rizado. Pero al contrario que yo, ella tenía unos ojos acaramelados. Algo extraño en la Tierra ya que la gran mayoría tenían los ojos claros por la falta de melanina en sus organismos.
Yo por mi parte había heredado los ojos de mi madre, de color azul.
─ ¿Qué haces despierta tan temprano, terremoto?─curioseé. Ya que ella se levantaba una hora más tarde que yo.
─Es que quería darte suerte en los exámenes de hoy.─ contestó con una gran sonrisa mellada. Fui hacia ella, le abracé y le hice cosquillas, esa pequeñina era a quien más quería de toda la casa.
─Cuando los termine nos iremos a la playa juntas, ¿qué te parece?
─ ¡Sí!─gritó de alegría la pequeña, haciendo que se escuchase en toda la casa.
─ ¿Qué es todo este escándalo? ¿Y qué haces despierta a estas horas Lisa?─ cuestionó Julia, mi madre.
─Mamá, ella se ha levantado para darme suerte en mis últimos exámenes. No la regañes por eso.
─Está bien, pero bien sabéis que vuestro padre está durmiendo, anda Lisa sube a tu habitación.─ ordenó Julia. Lisa bajó de la silla, me dio un beso en la mejilla y subió a su habitación. Yo me senté en la silla que había dejado libre y comencé a desayunar.─ Catalina, este año nos iremos de vacaciones durante dos meses a un pueblo donde íbamos cuando eras pequeña.
Esto chafó todos mis planes.
Yo tenía programadas unas semanas con mis amigos, en la casa de la playa de mi amigo Daniel.
Si ahora les decía que no, a mi amiga no le dejarían ir. Estar en una casa con solo tu amigo chico, para sus padres era un escándalo.
─Pero mamá, yo este verano ya te dije que me iría con mis amigos. No es justo que el último día me digas que no puedo y que además para estar en un pueblo me quedo en casa.─ le contesté bastante enfadada.
─Me da exactamente igual, vas a venir y además hacen 10 años este año, ¿O tampoco te acuerdas de eso?─ yo lo sabía perfectamente, aunque mi madre nunca se hubiera dado cuenta a mi me dolió mucho más lo que pasó.
Me levanté, llevé mis cosas al fregadero y fui a mi habitación a por mí mochila.
Cogí los apuntes del primer examen que tenía hoy y me encaminé hacia el instituto.
Estuve repasando de camino. Nada más entrar tenía examen de literatura de la generación del 98.
El cual ya había empezado hacia un minuto.
Me dirigí hacia mi silla y de camino saludé de forma silenciosa a Sarah, mi mejor amiga. Esta me saludó de vuelta.
Toda la noche estaba completa de exámenes. Tantos que pensaba que me iba a liar con las asignaturas, pero no me pasó nada de eso ya que sentía que me habían salido bien.
A la salida del instituto les comenté a Daniel y a Sarah, lo que había dicho mi madre a primera hora de la noche.
─Bueno, no pasa nada otro año podemos ir.─ expuso Miguel, él tenía una gran paciencia.
─Puf, pues yo quería ir este año. Yo al año que viene me voy de viaje. Y además estaremos con las cosas de la uni.─ se quejó Sarah, la verdad es que este era nuestro último verano juntos.
─Ya lo sé, pero no puedo hacer nada. Yo también quiero estar todo el verano con vosotros. Ya se me ocurrirá algo.
─No te preocupes, Sarah este año hacen 10 años es normal que su familia quiera hacer una escapadita.
─También es verdad, lo siento Cat. ¡Te echaremos mucho de menos!─ gritó dándome un gran abrazo yo le abracé de vuelta, también les echaría de menos. Miguel también se unió al abrazo grupal.
─Os llamaré y haremos llamadas de esas que salen en las películas que son de tres. Investigaré a ver como se hacen.─ les consolé.
─Si, gatito. También pon a Lisa al teléfono, es muy graciosa cuando habla tan rápido que no la entiendes.
─No me llames así, Miguelito.─ enfaticé haciendo reír a Sarah. Ese mote no era por una diminutivo, sino que de pequeño se inflaba a comer unos dulces llamados "Miguelito".
─Callaros, que vosotras también comíais, y os llenabais la cara de azúcar glas.─ nos cortó la risa pero a cambió recibió un cariñoso golpe de cada una.
Ellos fueron una de las mejores cosas que la vida me había dado, ya que no sé que habría podido hacer cuando llegué a clase el año en que perdí a mi gran apoyo.
Éramos amigos desde los tres años, cuando empezamos el colegio. Hubo un tiempo donde nos separamos, pero como unos imanes nos volvimos a unir.
Nunca me voy a olvidar de ellos, aunque algunas veces hayan sido los más pesados del mundo.
Mañana nos daban las notas y después estaría dos horas sentada en el coche, escuchando las interminables canciones infantiles de mi hermana.
Lo que tendría que soportar... Ojalá el señor me hubiese dado más paciencia.
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Segundo capitulo, espero que os esté gustando!
Comentar y darle a la estrellita, plz.
¡Gracias a todos por pasarse por aquí!
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In other words, in other world. (Pausada)
FantasyCatalina vive en un mundo donde solamente existen los famosos "vampiros". Pero su vida da un gran e inesperado giro, cuando después de un chapuzón se encuentra en nuestro mundo. ¿Podrá enfrentarse a nuestro día a día? ¿Será descubierta por los famo...