Exo KaiSoo

Chanyeol

Narra Yeol~

Llevo más de un año siendo amigo de SongYi, todo este tiempo he intentado acercarme a ella y tratar de demostrarle lo que siento por ella, pero desde que la conozco, está en una relación con mis dos mejores amigos, ella no merece ser compartida, merece a un hombre el cual la quiera sólo para él, que no se fije en nadie más y menos en otro hombre, SongYi ... Le mostraré que no es correcta su relación con ellos, hasta que se convenza...hasta que sea mía.

Me encontraba esperando en los casilleros, siempre me quedaba ahí hasta que ella llegara, quería hablarle, besarla... Tenerla sólo para mi...
Mi hilo de pensamientos fue cortado ya que la vi, no venía sola, estaba con Hari, demonios, sus pechos quedaban muy expuestos con el escote de su blusa, su trasero se marcaba demasiado, muy firme y posiblemente duro, mi miembro comenzó a punzar, dolía, pero traté de tranquilizarme y me acerqué, Hari se fue corriendo hacia donde Lay se encontraba.

-Song~- la abracé, sus pechos chocaron con mi pecho, ella se separó, un poco apenada - Yeol, ¿terminaron tus clases?- dijo mientras abría su casillero y guardaba sus libros - aun no, tengo entrenamiento - dije devorándola con la mirada - ah~ cierto, pronto es el juego, Kai está muy emocionado, vendrá un entrenador de la universidad a la que quería entrar antes, lo vendrán a evaluar a él solamente, si gana el equipo, él obtendrá una beca completa... KyungSoo y yo estamos muy preocupados - dijo, mordiendo su labio inferior -¿por qué?- la miré a los ojos, ella suspiró - la universidad está en Estados Unidos, esto es Corea, es muy lejos de aquí, No lo soportaríamos, aunque el bien de Kai es lo mejor para nosotros- dijo, "Perfecto" pensé - Song~ tranquila, creo que a para Kai ustedes son más importantes- Kai llegó de la nada y la abrazó - nena, te robaré al orejón, tenemos que entrenar si es que quiero ganar esa beca- ella suspiró, mal miré a Kai y tomé a SongYi entre mis brazos- nos vemos mas tarde Song- besé su mejilla y caminé hacia la cancha, Kai me siguió.

Sabía cómo hacer que ella fuera mía y haría cuidadosamente mi jugada...