CAPITULO 1 GAÑÁN

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Dinna andaba por un bosque que no conocía, ya que estaba en el norte de Irlanda, la noche empezaba a entrar. A cada paso que daba las ramas y hojas crujían. Una luz de un farol le llamó la atención y corrió hacia allí. Vio a una mujer de vetusta edad y le habló.

-Perdone, ¿podría indicarme dónde queda el pueblo más cercano? - al ver que la anciana no hablaba se dio la vuelta.

-¿Qué hace alguien como tú aquí? ¿Problemas en el mundo mágico? - Dinna se giró con cara de estupefacción.

-¿Qué eres? - se acercó con cautela al lugar dónde se encontraba.

-Mis padre es un mago y mi madre una bruja. Soy una squib. Me alejé de ellos ya que eran sangre pura y yo era una carga - empezó a andar y la siguió - Vivo aquí desde que era prácticamente una mocosa como tú , pero dime ¿qué haces aquí niña? No me digas que te has perdido.

-No, no es eso - vio como llegaban a un pequeño pueblo - Me llamo Dinna y bueno, he venido a vivir una temporada aquí. - Pasaron por un puente y la anciana paró.
Todas las casas eran de piedra, y las que daban al rio, por sus paredes subían algunas plantas.

-Yo podría hacerte un hueco en mi casa, pero - paso alrededor suya examinandola - me tendrás que ayudar en mis quehaceres.

-Sí, yo la ayudaré, ¿cómo se llama? - Dijo suavemente Dinna.

-Hilaria,- olisqueó de forma extraña - aah, muérdago, hojas de ajedrea, un gran energizante- siguió inhalando el aroma de hierbas- ajenjo, para el dolor de muelas, acónito, para.....

-¿Cómo sabe todo eso? - preguntó asombrada.

-La edad niña, la edad. - siguieron andando y llegaron a la plaza- Soy la curandera del pueblo.

Cuando llegaron a la casa más alejada, entraron.

Al entrar había una cama a la derecha y una improvisada cocina a la izquierda. Había unas escaleras que daban a un "ático" por así decirlo, en el que había una cama y varios utensilios de dispensario.

-No hay baño, así que tendrás que bañarte en el nacimiento del río con los rayos del alba, o por la noche si lo prefieres.

-Gracias doña Hilaria, no sabré como pagárselo. - La anciana sonrió.

-Te voy a explicar esto solo una vez, por esa puerta - señaló a la puerta del final del lado derecho - se va a la confitería. Todas las madrugadas hago pan y magdalenas, a las ocho se abre y se cierra a las doce. - Dinna estaba memorizando- Por las tardes atiendo en el dispensario.

-¿Dónde se encuentra el dispensario? - Miró con interes a su nueva "maestra".

-Aquí. Al lado izquierdo de la casa. Por esa puerta puedes ir. - Señaló la puerta del final del lado izquierdo. - Y antes de dormir siempre busco hierbas. Ya te enseñaré los lugares donde se encuentran, y también aprenderás todo lo que sé.

****************

Siete años habian pasado desde que llegó a Danrioge. Sí, el nombre era bastante rarito, y las personas que habitaban en él más.

Todas las mañanas recibía cartas de su madre, la mayoria diciendole prácticamente que no se meta en la cama de ningún hombre. Lo que menos quería ella era saber de hombres.

Dinna se hallaba en unas llanuras donde habían plantas escondidas en cada rincón. Buscaba eucalipto pero vio un limonero.

-Ya sois mios. - Hizo un hueco en el cesto y escaló el árbol con maestría.

En otro lugar de Europa, se encontraba el director de Hogwarts con el maestro de pociones.

-¿Cómo has dicho Albus?- El hombre de cara cetrina palideció.

-Danrioge, Severus, necesito que vayas un tiempo para que buques esta lista de especies. - Le pasó la lista.

-Esto lo podemos encontrar en el mercado negro, y no hace falta enviarme a un verdadero infierno. - El director rió.

-No pongas pegas, está decidido. - Miró los caramelos de limón con lujuria.

El mago se levantó sin mirar al director y se fue a su destino.

Apareció en un llanuras y leyó la lista.

Ranas de río.
Eucalipto.
Hojas de ajenjo.
Hojas de acebo.
Muérdago.
Flor de brezo.
Amapola.
Ortiga.
.... Y todas las que veas que sirvan.
Diviértete.

-Maldito chiflado. - murmuró.

Empezó a andar rápidamente buscando el dichoso pueblo para hospedarse. El calor le pudo y vio la sombra de un gran limonero.

-Gracias a Merlín. - se acomodó en el tronco. Soltó un suspiro.

La brisa en la sombra era fresca, pero el seguía teniendo calor. Se iba a quitar la capa pero un sonido le llamó la atención.

****************

Dinna estaba por coger el último limón pero un suspiro proveniente de abajo la asustó y su pie se tambaleó haciendo demasiado ruido. Miró hacia abajo y vio como el hombre de cabellos negros se levantaba y avanzaba dos pasos.

-Mierda, mierda. - Susurró Dinna.

Cambio la posición de sus pies y comenzó a tambalearse. No pudo mantener el equilibrio.

-Aaaaaa.. - Cayó del árbol esperando un tremendo golpe, pero para su sorpresa no se hizo daño.

El dolor inundaba el cuerpo del hombre el cual tenía los ojos cerrados. Al sentir la presencia de alguien incorporandose a su lado abrió los ojos. Él hizo lo mismo.

-¡Pero tu niña de donde has salido! - replicó tocandose la espalda.

-Disculpe señor, estaba en el árbol, me caí ¿está usted bien? - Los ojos de Dinna se dirigieron a la tela que comenzaba a ponerse roja de la sangre en su antebrazo derecho.

-Que me caiga una desarrapada encima no es lo que yo considero estar bien.- Dijo con evidente sarcasmo. - ¿¡Qué pretendías!?

-Nada pretendía, ¡y yo no soy ninguna loca! Y aunque lo fuera tendría mucha más urbanidad que usted, que me tutea sin conocerme y ni se preocupa por el estado de una señorita como yo.

-¿Señorita? Yo por aquí no veo ninguna señorita. - Se burló. - Las damas que yo conozco no se abalanzan sobre los hombres.- La mujer abrió la boca por tal insulto.

-Es usted un descarado. - Se sacudió la falda larga que llevaba.

-Y tú muy mala escaladora. - empezó a caminar y ella lo siguió- ¿Que habías perdido allí arriba? ¿Tus muñecas?

-Limones. - Le miró con odio. - ¡Y deje de tutearme señor!¿Quién diablos se cree que es? - se acercó al hombre que estaba con una mueca graciosa.

-Alguien bastante mayor que tú, y con más conocimientos de los que piensas. - Se dio la vuelta y empezó a andar.

-¡Gañán! - pero el hombre la ignoraba.

-Maldita cria. - Se levantó la manga y vio un gran corte. - Perfecto, ahora tendré que ir a un dispensario, no tengo nada, ni una maldita poción cicatrizante.

Oliiii,
bueno, quería subir el primero! XD, ahora si que si. Cuando termine otra historia empezaré.
Besoos

La hija de Dolores Umbridge (Severus Snape)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora