Y pensar que todo ocurrió, aproximadamente, hace cuatro años, ella todavía recuerda todo, sin dejar de lado los detalles, Luna solo quería empezar y terminar el año sentada junto a su nueva amiga pero eso no ocurrió, su preceptora escogía los lugares en ese tercer año y él pidió sentarse con ella.
-Que se siente conmigo!-dijo con una sonrisa, su preceptora giró mirándola dudosa y ella solo acepto, sin saber que ese sería su primer error.
La amistad entre ellos crecía al pasar los días.
Él, era el egocéntrico del curso o eso creían, siempre con un espejito de mano para mirarse, haciendo chistes todo el tiempo y sonriendo como coqueto, le encantaban las mujeres y nunca faltaba un comentario sobre ellas para quién estaba a su lado o a su alrededor. Quién iba a pensar que alguien tan pero tan opuesto a ella podría convertirse en su pensamiento diario.
Diego no hacia más que hacerla reír, celarla, pedirle las tareas, hablarle sobre su vida, sus problemas y que lo ayudara con algunas situaciones como por ejemplo, seducir a una chica.
Luna recuerda esos celos no tan reconocidos por él.
Allí se encontraban nuevamente en el aula, riendo y peleando, mientras entraba la gran mayoría de compañeros ya que el timbre había sonado, él se acerco a sus amigos y Lucas, quién se sentaba adelante de ella se acerco a hablarle, tenían una rara costumbre de agarrarse las manos.
-Luna, ¿cómo estas?, ¿te salieron los ejercicios de matemática?- le preguntó mientras se sentaba arriba del banco y le agarraba la mano derecha.
-Hola Lu, mmm el cinco no me salió, se lo pido a alguien por las dudas que me haga pasar- le contestó sonriendo y luego comenzó a jugar con sus manos.
Diego llegó y se sentó en su lugar, comenzaron una charla animada los tres, pero él no apartaba la mirada de sus manos, entonces actuó como el chico impulsivo que era e intentó desenlazar esas manos entrelazadas hace instantes, Luna y Lucas no se soltaron.
-Oh, era celoso el pibe- dijo Diego con una sonrisa falsa.
Esa fue una de tantas escenas que le hacia a Luna con sus amigos, él siempre aparentaba estar bromeando.
Ella había decidido no salir al recreo y Diego se quedó para hablarle.
-¿quién te gusta?- Le preguntó.
-¿del colegio?- dijo Luna sorprendida por la pregunta.
-Del colegio o no, ¿quién te gusta?- volvió a preguntar.
-emmm, un chico cerca de mi casa, estuvimos saliendo pero, nada- mentira, mentira, mentira era lo que ella había pensado y luego dicho.
-ah... ¿Viste que está re buena?-cambió de tema.
-¿qué?-preguntó confundida.
-Lucía, es hermosa, tiene un cuerpaso, no me da bola, ¿qué puedo hacer?-preguntó mirando a la chica en cuestión.
-No sé, intenta que se dé cuenta que le gustas pero no se lo digas, sí no le gustas "ella entendió cualquiera", no sé ...-contestó confundida.
-Sí, puede ser, ¿no sabes quién le gusta?- preguntó pensativo.
-Ni idea ...
-Bueno, cualquier cosa sí no gusta de mi, le hacemos desaparecer las sospechas estando nosotros dos juntos ¿qué te parece?- dijo guiñando un ojo.
- JAJAJAJAJA sos un idiot*- dijo riéndose ella mientras le golpeaba el brazo.
Cuanto más tiempo pasaban juntos, mejor se sentían, la compañía que tenían el uno con el otro no se comparaba con nada, ella aunque le costara aceptarlo, estaba empezando a engancharse con él, ¿con quién más podría ser?
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Unidos por el dolor.
Teen FictionY allí se encontraban... Dos almas unidas por el dolor, ya no lo soportaban y ese amor que creció los sorprendió, cambiando sus vidas. ¿Alguno de los dos se lo esperaba? Claro que no, solo sucedió, y allí se encontraban, perdidos. ¿Enamorados? No lo...