La orquídea eterna

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Alec

—Oh, por el infierno. ¡Levantate ya! — dijo Isabelle tocando fuerte mi puerta.

—No — respondí mientras me ponía las cobijas en la cara y me enrollaba en ellas. Tan cansado…

—Alexander te juró que si no sales de ahí te voy…

-Si, si Isabelle ya voy

-Más te vale...

Se escucharon los sonoros tacones de Isabelle. Me levanté perezosamente de la cama, hoy era un día normal como todos en mi vida.

Me puse la ropa habitual de mi pecado: morado que por cierto es el de la vanidad combinado con negro o otro color.

Todos los que están en el reino de la Vanidad tienen que usar algo morado y los de los demas reinos tienen que usar su color.

Los Lightwood somos vanidad vestimos de morado, los Bane un rojo que son lujuria, los Herondale dorado la avaricia, los Carstairs rosa que es gula, los Lewis azul que es pereza, Blackthorn verde lo que es envidia y los Morgenstern vino lo que bueno...es ira.

Esos colores los tienen que usar todos los integrantes de cada familia y obviamente los habitantes de cada pecado igual. Así que yo tengo que vestirme con estos malditos colores de mierda, los odio pero los amo, por que me veo maravillosamente sexy con este color pero...ya que.

Cuando estoy listo salgo de mi habitación (que es la más alejada de todas) y camino hasta el gran comedor.

Los rayos del sol mortesino iluminan todas partes de el castillo. Si castillo, ya que soy un "Descendiente" del infierno... Si claro se pueden ir con su descendencia a la mierda...

-Alec al fin llegas-se queja Isabelle que esta a un costado del comedor. Oh no esta cocinando.

¡Ah correr por nuestras vidas!

Veo a mi pobre hermano menor en la mesa con cara de: "Ayudame"

-Si, ya llegue pero sabes que Isabelle no tengo demasiada hambre porque ayer en la cena comí demasiado y pufff...

-¿Que?-pregunta volteandose-Pero la cocinera hoy me dejó estar un momento y después no creo que me deje de nuevo...

-¿Porque será?-preguntan los dos hermanos

-¿Que dijeron?

-Nada.

-Isabelle voy a salir así que si me necesitas llama y no grites-veo a mi hermano que me sigue con la mirada-¡Ah sí! Isabelle creo que te falto un poco de esa cosa verde-le digo señalando una cosa verde, ella voltea y le hago una seña para que Max salga lo más rápido que puede y yo salgo detrás de mi hermanito.

Los dos salimos corriendo de la gran cocina mientras reímos, tal vez seamos príncipes de la Vanidad pero es que mi hermana se pasa... siempre quiere cocinar y no cocina bien lo se porque una vez comí no se hizo ella y estuve dos semanas enfermo del estómago... no quiero vivir eso, gracias...

-¿Y que harás Alec?-pregunta Max cuando ya estamos lo suficiente lejos.

-Voy a ir con los Herondale

-Ah, y yo que hago

-No se, si quieres puedes ir a la biblioteca a explorarla un poco-le sugiero

-Oh si todavía me falta las estanterías de arriba-corre alejándose de mi, eso es lo que me agrada de mi hermano, es que es tan feliz, y sin preocupaciones.

Llegó a la puerta y veo que el chofer ya me espera junto con el hermoso auto morado casi negro de mi familia (o al menos el mío, porque el de la familia es más grande) subo y le digo que quiero ir con los Herondale, si solo algunas familias se llevan bien, todos tienen conflictos pero hay unas más que otras. Los Morgenstern tienen conflicto con los Herondale, los Bane y nosotros, los Lewis con los Carstairs y los Blackthorn y de vez en cuando con nosotros...pero da igual en realidad.

Goodbye Agony «ʲ̶ᵒ̶ⁿ̶ᵃ̶ˡ̶ᵉ̶ᶜ̶»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora