Las ocho de la mañana, el día de San Valentín. A mí normalmente no me importaba, ya que en Cataluña no se celebraba tanto y nunca recibía nada. ¡Pero ahora tenía novio! ¿Qué me regalaría? Aunque fuésemos lo que llaman "nerds", teníamos corazón, y sí, participábamos en el día del amor. Bajé al campus y vi a mucha gente corriendo arriba y abajo con todo tipo de flores, bombones, peluches agarrando un corazón... Cuando Lind lo viese le encantaría. A Mar no tanto.
Caminé por el campus, simplemente observando a los enamorados, y los regalos, deseando que el mío fuera genial. Llegué a la cafetería Bloom y entré. Había más gente de lo normal. La señora Bloom estaba muy ocupada tras la barra y salía cada dos por tres con tartas rojas y bebidas con dos pajitas. No podía ella sola con todo. Me acerqué a la barra.
- ¡Señora Bloom!- la saludé.
- Hola Kate, ¿qué tal va todo?- me preguntó.
- Bien, bien. ¿Necesitas una camarera?
- ¿Harías eso? Gracias mil Kate, Laura está ocupada con su novio Jeremy y no ha podido venir.
Cogí algunas bandejas y fui dando a mesas sus pedidos. Entonces entró Dennis.
- Hola Dennis, hoy soy camarera, ¿qué quieres?- le pregunté.
- Dile a la señora Bloom que lo de siempre.- respondió.
- Hecho.
Me dirigí a la cocina. Al salir con el pedido de Dennis vi que había salido gente, y el local estaba menos lleno.
- Por cierto.- me dijo Dennis.- Vi a Thomas fuera, cargando con una caja gigante. Creo que la llevaba en un carro, Thomas y las pesas no pegan exactamente.
¿Thomas y una caja grande? ¿Será? ¡No! ¡Sí! ¡Mi regalo!
- ¡Gracias mil Dennis! ¡Sí! ¡Yupi!- empecé a decir.
La señora Bloom salió de la cocina y me vio. Me quedé mirándola y al cabo de un rato sonrió.
- Vete va cariño. Hay un chico ahí fuera por ti.- me dijo al fin.
- ¡Gracias!- grité.
Dejé la bandeja y me fui en busca de Thomas. Me lo encontré por el campus con una caja gigante, tal y cómo había dicho Dennis. Había hecho lo qué estuviera allí dentro... ¿por mí?
- Hola Thomas.- le dije, intentando esconder mi sonrisa.- ¿Qué es eso?
- ¡Kate! Esto, bueno...
- ¡No! Prefiero no saberlo, quiero una sorpresa.
- ¿De verdad? Pues te voy a sorprender.
Intenté esconder la risa tonta, y cómo consecuencia me salió un chillido agudo y una sonrisa gigantesca.
- Kate, ¿estás bien?- me preguntó, un poco preocupado.
- Sí, perfectamente.- dije aún sonriendo.
- Vale, si tú lo dices. respondió él, distraído.
Thomas entró en una clase y yo me marché con una sonrisa estúpida en mi cara.
ESTÁS LEYENDO
PERDIDOS EN LA UNIVERSIDAD
Teen FictionMarlene, Lindsay y Kate ya han acabado la ESO, y se disponen a ir a un campus especial donde estudiaran bachiller y la carrera que escojan. La estancia en la Universidad Nimberly cambiará sus vidas de forma permanente. Conocerán a sus amores, cumpli...