Capítulo 51 Kate

27 4 0
                                    

Las ocho de la mañana, el día de San Valentín. A mí normalmente no me importaba, ya que en Cataluña no se celebraba tanto y nunca recibía nada. ¡Pero ahora tenía novio! ¿Qué me regalaría? Aunque fuésemos lo que llaman "nerds", teníamos corazón, y sí, participábamos en el día del amor. Bajé al campus y vi a mucha gente corriendo arriba y abajo con todo tipo de flores, bombones, peluches agarrando un corazón... Cuando Lind lo viese le encantaría. A Mar no tanto.

Caminé por el campus, simplemente observando a los enamorados, y los regalos, deseando que el mío fuera genial. Llegué a la cafetería Bloom y entré. Había más gente de lo normal. La señora Bloom estaba muy ocupada tras la barra y salía cada dos por tres con tartas rojas y bebidas con dos pajitas. No podía ella sola con todo. Me acerqué a la barra.

- ¡Señora Bloom!- la saludé.

- Hola Kate, ¿qué tal va todo?- me preguntó.

- Bien, bien. ¿Necesitas una camarera?

- ¿Harías eso? Gracias mil Kate, Laura está ocupada con su novio Jeremy y no ha podido venir.

Cogí algunas bandejas y fui dando a mesas sus pedidos. Entonces entró Dennis.

- Hola Dennis, hoy soy camarera, ¿qué quieres?- le pregunté.

- Dile a la señora Bloom que lo de siempre.- respondió.

- Hecho.

Me dirigí a la cocina. Al salir con el pedido de Dennis vi que había salido gente, y el local estaba menos lleno.

- Por cierto.- me dijo Dennis.- Vi a Thomas fuera, cargando con una caja gigante. Creo que la llevaba en un carro, Thomas y las pesas no pegan exactamente.

¿Thomas y una caja grande? ¿Será? ¡No! ¡Sí! ¡Mi regalo!

- ¡Gracias mil Dennis! ¡Sí! ¡Yupi!- empecé a decir.

La señora Bloom salió de la cocina y me vio. Me quedé mirándola y al cabo de un rato sonrió.

- Vete va cariño. Hay un chico ahí fuera por ti.- me dijo al fin.

- ¡Gracias!- grité.

Dejé la bandeja y me fui en busca de Thomas. Me lo encontré por el campus con una caja gigante, tal y cómo había dicho Dennis. Había hecho lo qué estuviera allí dentro... ¿por mí?

- Hola Thomas.- le dije, intentando esconder mi sonrisa.- ¿Qué es eso?

- ¡Kate! Esto, bueno...

- ¡No! Prefiero no saberlo, quiero una sorpresa.

- ¿De verdad? Pues te voy a sorprender.

Intenté esconder la risa tonta, y cómo consecuencia me salió un chillido agudo y una sonrisa gigantesca.

- Kate, ¿estás bien?- me preguntó, un poco preocupado.

- Sí, perfectamente.- dije aún sonriendo.

- Vale, si tú lo dices. respondió él, distraído.

Thomas entró en una clase y yo me marché con una sonrisa estúpida en mi cara.

PERDIDOS EN LA UNIVERSIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora