Cansados de sufrir

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Natalia estaba cansada de lo mismo: chicos que solo se fijaban en el físico, que no la apreciaban y que la utilizaban. Y los chicos de los se enamoraba eran así. Y después de la ruptura, si es que era correspondida y empezaba una relación, acababa destrozada. Así que un día se cansó de intentar recomponer las piezas de su roto corazón, y se dijo que no se volvería a enamorar.

Nicolás estaba harto de que las chicas le ilusionaran para que al día siguiente se rieran de él en su propia cara. Él escribía un poema a la chica a la que quería conquistar, pero su reacción era muy diferente a la que él esperaba. Le llamaba "friki' y se reía, y al día siguiente medio instituto hablaba del "friki". Harto de que lo humillaran y le partieran el corazón, se dijo que no se volvería a enamorar.

Pero un día Nicolás se fijó en Natalia, y de veras que parecía diferente a las otras chicas que le habían gustado. Se prometió a sí mismo que ese sería el último poema que escribiría a una chica si esta vez tampoco funcionaba. Y se lanzó. A Natalia le encantó. Él se sorprendió ante esa reacción y ella también lo hizo, porque por fin se había fijado en ella un chico que veía más allá del físico y que era tan sensible.
Se miraron y se besaron. Y a mitad del beso, ambos sonrieron, dándose cuenta de que tenían en frente a su alma gemela.

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