¿Eres tu?

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Conduje sin decir nada, ella miraba por el retrovisor me sentía culpable de verla miserable, a veces pensaba que quizás si me esforzará mas quizás podríamos ser una mejor pareja, o quizás yo dejaría de sentirme miserable por pelear tanto con ella.

-    ¿dónde iremos a comer? Lisa solo me dio la dirección - queda un poco de camino y odiaba aquel silencio -

-    Escogí un restaurant de comida japonesa - era evidente que estaba molesta, si había aprendido algo en dos años de matrimonio era que si su voz temblaba un poco su molestia era mucha-

-    ¿Sushi? - iba a intentar mantener esa conversación como fuera-

-    No Eric, platos típicos japoneses - ella solo miraba su teléfono-

-    Laura, por favor no estés molesta cariño - en cada pelea era yo quien hablaba... como odio el silencio-

-    Eric, no empieces -seguía pasando su pulgar por su teléfono-

-    Vamos cariño, dime algo -

-    Esta bien Eric, pero déjame visitarte en tu trabajo - era demasiado consentida a veces aunque yo era el culpable de aquello-

-    Bueno, podrás ir cuando quieras a la oficina - dejo automáticamente su teléfono de lado y yo estacione el auto.

Ambos bajamos del auto, era el tipo de restaurant que acostumbrábamos visitar, éramos bastante reconocidos, mis padres se habían encargado de que cada familia con dinero supiera quien era Eric Lindtt, lo cual era bastante fastidioso, a Laura le encantaba que otras mujeres la miraran, por lo que me hacia sentir como si fuera el nuevo bolso que colgaba de su brazo.

Me tome una copa de vino antes de comenzar a escuchar la conversación de como Laura había defendido a un mesero de un restaurant porque una amiga igual de consentida lo regaño por alguna tonta razón, escuchaba mientras peleaba con palillos para poder comer, si bien, no tenía problema con la comida oriental, para mi era un tema comer con esos dos palitos.

-    Tienes que prometerme que no se lo dirás a nadie- salí de mis cuestionamientos, ya estaba ahí, no podía rendirme. yo había sido el de la idea, no podía ser tan cabrón- mierda Eric, ¡vas a seguir con eso! - no hubo más palabras, me acerque a el y lo bese, siempre me pregunte si besar a un hombre era distinto a besar a una mujer y debo decir que si, sus labios tenían una textura distinta quizás era la ansiedad pero pero tenía un gusto que me tentaba a seguir...

Aquella noche finalizó sin problemas. yo seguía repasando aquellos recuerdos que creía olvidados, Laura estaba bastante feliz y yo había hecho durar la botella de vino mientras ella me comentaba sus historias de la semana.

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Luego de la presentación del trabajo escogí una empresa para entregarle el proyecto. les di una semana de plazo para que me mostraran un avance y poder verificar si lo que ellos decían era cierto.

Lisa - la llame mientras verificaba los ingresos - ¿que sucede? - apareció ella con su agenda entre las manos- ya ¿llego la propuesta? - seguí en lo mío mientras esperaba por su respuesta - ehh... -titubeo- no señor, aun no llega nada de la empresa - hablo algo temerosa, sabia que me molestaba de sobremanera con las incompetencias- ¡que! ¿Los llamaste? - deje automáticamente todo lo que tenía entre mis manos- no señor... Los llamare - Lisa se volteaba para irse a su escritorio hasta que la interrumpí- nada de eso, iré yo mismo a la agencia - tome mi chaqueta y salí rápidamente, no podía tolerar las faltas, menos si tenían que ver con una suma importante de dinero. No hable nada con el chofer, creo que todos me ya conocían por mis problemas de genio.

una vez en el lugar, camine rápidamente a la entrada tome el ascensor y al salir me tope de frente con el director de la empresa, o al menos así se había presentado ante mi.

-    Señor Lindtt ¿que lo traer por aquí? - se notaba muy sorprendido, tanto que dejó la conversación que aparentemente tenía y me dio su atención-

-    Le parece esa una pregunta coherente señor Way - hice una mueca de molestia con mis labios.

-    Lo siento señor pero no esperaba verlo hasta nuestra reunión - como buen empresario el hombre intentaba calmarme y jugar la carta de simpatía.

-    El plazo expiraba hoy, tendrás que darme una buena razón de porque no estas en mi oficina con la propuesta - dije firmemente-

-    Nuestro director de arte tuvo problemas y se retrasó con el encargo es por esto que no pudimos ir hoy a la reunión - me parecía una vil excusa lo que estaba escuchando-

-    Y usted no encontró ningún cuento mejor, debería haber tenido la decencia de llamar para mantenerme informado de la situación. Será mejor que me lleve con el director de arte - el sujeto no dijo nada mas, camino delante de mi por un pasillo, a esta altura ya toda la oficina se había enterado de nuestra pequeña riña-

-    Aquí es - hizo un ademán con la mano para que ingresará, entre a la oficina y vi a un chico de cabello azul sumido en su computadora, de seguro era un irresponsable liberal por eso no había cumplido con el plazo, me acomode la chaqueta se podía decir que era una de las costumbres que delataban mi nerviosismo, podía regañar a la gente pero en mi interior me sentía bastante mal.

-    ¿Hola? - entre y mantuve mi postura

-    ¿Si? - el chico alzo la mirada, pude ver que no era tan joven como pensé. ¡mierda! esos ojos...

-    Puedo preguntar porque no llegaron las propuestas hoy a mi oficina - porque me cuesta tanto mantener mi mirada firme sobre sus ojos, este chico me recuerda a alguien

-    Si quiere una mierda de trabajo podría habérselo llevado hoy, pero yo no tengo intención alguna de perder mi tiempo entregando mierdas -era bastante seguro, no acostumbraba a trabajar con gente que me tratara así

-    Sebastián, cuida tu vocabulario - había olvidado que el director de esa agencia estaba ahí, su presencia ya era insignificante para mi, ese nombre hizo un eco en mi cabeza, seguí mirando y decidí darle una oportunidad

-    Soy Eric Lindtt, gerente de el holding Lindtt- extendí mi mano para que la estrechar-

-    No hace falta la presentación, se quien eres. Lamento decirte que en mi oficina los cargos no sirven de nada - era bastante duro, me dejo con la mano estirada por lo que la devolví a mi bolsillo

-    ¡Ya basta! - el director se puso frente a el, porque mierda no puedo dejar de mirarlo ¡que me pasa!- señor Lindtt discúlpeme tenemos otros diseñadores puedo asignarle a alguien mas el trabajo - el sujeto se deshacía en disculpas

-    No. Esta bien... quiero que el se encargue - lo mire amenazante esta vez, creo que este juego de quien tenía el poder sería interesante - Entonces... ¿ cuales son tus reglas? - dije mientras me sentaba en el sillón frente a lo que se podía llamar su escritorio, estaba lleno de juguetes y hojas con sketch's-

-    Primero, no vengas aquí con tus aires de grandeza, en esta oficina no eres nadie. Segundo, necesito información sobre tu empresa - ¡tengo que dejar de mirarlo! - tercero, tienes una pésima memoria Eric - se quito los lentes y volvió a mirarme.

Hola! Mi nombre es Kat y Esta es la primera historia que publico, espero les guste y si leen carbón juro que no fue mi culpa, el auto corrector insistía en escribir carbón en vez de cabrón.
Saludos, espero sus comentarios

Chocolate AmargoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora