¿Que?

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Luego de escuchar aquellas palabras mi mente se aclaró- no tengo tan mala memoria como tu piensas - ¡mierda!, mil sentimientos me invadieron en ese momento- haz cambiado mucho, Sebastián- mierdaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa-

-    Hace años que no nos vemos y solo me dices eso. tu no cambias Eric - el sonreía. ahora recordaba todo, ¡mierda! Eric concéntrate!

-    haz cambiado, ¿pelo azul? - ¡genio! Enserio es lo único que podía preguntar, soy un idiota

-    Siempre me gusto el azul, necesitaba un cambio -

-    Aaaaaah... Que drásticos tus cambios - que mala conversación ¡por dios!

-    Jefe quizás al señor Eric le gustaría tomar un café

-    Claro, ¿Eric que clase de café prefieres? - era tan molesto-

-    Es Lindtt, quiero un café americano por favor

-    Disculpe señor Lindtt -el jefe de Sebastián salió y me sentí un poco mas libre para hablar

-    ¿Café americano?... Por dios Eric eres todo un empresario - ¿se esta burlando de mi?

-    Entonces... ¿que es de ti?

-    Depende - el se acomodó en su silla- quieres saber que paso conmigo luego de que te fuiste al extranjero o prefieres saber que fue de mi vida después de la universidad

-    Auch... Sobre eso... -no sabia bien como responder mientras jugaba con mi anillo de matrimonio ¡donde esta el café!.

-     Señor Lindtt aquí tiene su café - el hombre puso la taza sobre el escritorio, salvado por un café-

-    Olvídalo - una mueca de disgusto se dibujó sobre los labios de Sebastián, iba a responder pero mi teléfono sonó-

-    Me disculpan -me retire hacia un lado mientras el sujeto le hablaba a Sebastián, hable con Lisa quien me aviso para que volviera a la oficina de manera urgente, le corte y me incorporé a la conversación-

-    Disculpen, debo volver a mi oficina-

-    No se preocupe señor Lindtt - escuche de nuevo las palabras de Sebastián, no lo veía hace años pero aun podía identificar cuando estaba molesto-

-    Sebastián ¿cuando iras a mi oficina? Te daré toda la información que necesites

-    La próxima semana, el día miércoles si es que su agenda lo permite -agregó el algo cortante, asentí,no dije nada mas y me retire.

Luego de despedirme de ambos salí de la oficina, no podía dejar de pensar en Sebastián, ¿realmente le había afectado el hecho que lo dejara así?. Mi semana continuo, me había acostumbrado a tener un estilo de vida demasiado monótono y algo falso a veces. Todo tenía un lugar en especifico creo que era más cómodo así, no tenía que tomar grandes decisiones.

Lisa siempre me avisaba de todo con anticipación así que siempre estaba preparado y tenía todo bajo control o eso me gustaba pensar.

Esa semana estuve idiota, no me concentraba estaba perdido, Lisa tenía una paciencia infinita para poder explicarme cada cosa con detalle para que yo lograra entender a que se refería.

El recuerdo de Sebastián llenaba mi mente, no dejaba de preguntarme ¿qué habría sido si..? Quizás si hubiera enfrentado a mis padres, yo estaría junto a el pero no puedo permitir aquellos sentimientos, si les doy paso podría peder todo, incluyendo la empresa de mi familia. Aparte que me asegura de que el siga sintiendo lo mismo, quizás fue solo un juego para el.

Chocolate AmargoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora