Todo está perdido...

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Me despierto, estoy entre escombros, mi cuerpo me duele mucho, siento como si me hubiera aplastado un edificio; bueno, al parecer sí. Trato de buscar a alguien vivo, hay mucho polvo en el aire que no puedo ver nada. Escucho a alguien toser.
Entonces, busco desesperadamente a aquel humano.
Trato de hablar, pero el ruido del exterior hace que mi voz se pierda entre gritos y explosiones. Escucho una voz familiar.
-Ella... Ella...
-¡Perryn!- exclamo.
No tardo en encontrarlo, está contra la pared, su pierna izquierda está atorada entre un escombro. Me voy rápidamente hacia él, y trato de levantar el enorme pedazo de granito que lo atrapa.
Lo muevo lo más rápido posible pero al parecer eso le duele a Perryn y trato de hacerlo con más suavidad.
Después, lo tomo de la cara y abre los ojos poco a poco.
-¿Ella?
-Perryn, ¿Estás bien?
-Eso, creo... me duele todo pero estoy bien.
Me mira por un segundo, luego a nuestro alrededor.
-¿Qué ha pasado?
Ni sé que responderle, es tan confuso que mi mente está por estallar de tanto pensar en ello.
-Eso no importa ahora- respondo, tratando de respirar, pero el aire es tan sofocante- debemos irnos, ¿Dónde está Miranda?
Él me mira sorprendido, mi cara se vuelve ahora más preocupada y salimos en busca de Miranda.
-¡Netenwe!- grita Perryn.
"Netenwe" es el sobrenombre de Miranda, juntamos tres palabras que la describían y las traducimos en alemán. "Hermosa criatura torpe".
Seguimos buscándola sin resultado.
Entro al baño de damas.
Está en el fregadero.
-¡Miranda!
Ella me mira y sonríe.
-Ella... ¿Estás bien?
-Eso no importa, debemos irnos ya...
-Ella yo...
Trato de levantarla pero no puede.
-Mis piernas...- susurra- vete y déjame aquí...
-No lo haré... no te abandonaré ¡Perryn! ¡Ven rápido!
-Pero es el baño de chicas...
-¡Ven aquí! Necesito tu ayuda..
Perryn entra y le explico que no se puede mover. Él toma a Miranda y salimos de allí.
-¿Ahora qué haremos?- pregunta Perryn.
-Debemos ir a un Hospital... ella no está bien.
-Llamaré a Alex- dice Perryn.
Alex, el hermano de Perryn, contesta al tercer timbre.
-Ven, necesito tu ayuda- escucho a Perryn.
-Estoy en la escuela, no sé que pasó -titubea- ¡Ven rápido!
(...)
A los pocos minutos, ya estamos en el auto de Alex.
- ¿A dónde vamos?
-Al Hospital, y acelera todo lo que puedas.
Me mira y suspira burlón.
-Espero que no haya límite de velocidad o nos pueden multar.
Sonrío pero aún sigo ordenando mis pensamientos sobre lo que ocurrió esta mañana.

El fin de una era...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora