A pesar de todo.

Capítulo IV.

~18:02 p.m.~
Fernando decide ir a casa de Teresa a darle una sorpresa y hacerle pasar aquel día "perfecto".

Sube a su piso, se encuentra a su madre ya que ella le abrió la puerta, la saluda y hablan durante un rato, a los que Sasha, la madre, le dice;
-Fer, por favor... Necesito ayuda con Teresa, no la controlo... ¿podrás hablar con ella?
~Fer asiente con la cabeza...~
-Se despiden-
Fer continúa su camino hacía la puerta de su habitación...
Llama y Teresa está en la ventana...
Se intentó tirar desde el tercer piso...
Con suerte, Fer pudo detenerla...

Los dos se sentaron en la cama y comenzaron a hablar;
Fernando: ¿¡Por qué ibas a hacer eso!? ¿¡Estás loca!?
Teresa: No tengo razón por la cuál vivir...
Fernando: Sí que tienes, tienes amigos que te quieren a rabiar, una familia genial y me tienes a mi.
Teresa: Tu tienes a la zorra número 1... Digo... A Sara...
Fernando entre risas dice: No, a ella no la tengo, me he dado cuenta de que vales más que ella y elegí dejarla~miente.
Teresa: *sonríe* ¿De verdad?
Fernando: Sí. Ahora preparate vas a tener el mejor día de tú vida, decía mientras le dedicaba una sonrisa.
Teresa: Vale, espera en el salón mientras me cambio.
Fer sale de la habitación.
Teresa decide ponerse su pantalones vaqueros favoritos, eran rotos y largos, junto a su sudadera favorita era de la marca 'Obey' negra con el letrero de 'Obey' en rojo y las letras en blanca. Y se colocó sus vans negras.
Amaba ese conjunto.

Llega al salón y nerviosa dice:
-Ya estoy. *sonríe*

El asombrado piensa:
-Está preciosa...*-*
Aunque creo que ya me habrá olvidado...

Ella nerviosa, mira la hora en su móvil- 20:47 p.m.
Salen del edificio y va anocheciendo.

Ella muy nerviosa y con la voz entre cortada pregunta:
-¿A dónde vamos?
A lo que Fer responde a un lugar, tú sólo sigueme.
Ella sonrojada dice -Vale-

21:06, p.m.~ Llegan a aquel lugar misterioso.

Era el mirador de la ciudad, de noche era precioso, las luces encendidas, muchas parejas iban allí. Teresa nerviosa siente qué la mano de Fer le rodea la cintura, ese gesto hace que su corazón se ponga a mil.
Fer nota que está nerviosa y se ríe, la mira a los ojos e intenta acercarse para besarla, pero un fuego artificial les interrumpe, los dos asustados y sonrojados los observan.

Cuándo acaban aquellos preciosos fuegos artificiales, vuelven a aquel momento... Pero Fer nota que Teresa no tiene interés y mira al cielo y dice:
-¿Vamos a la segunda parada?
Teresa responde:
-¿Segunda parada?

Él asiente y sonríe, le agarra la mano y la lleva a ese segundo lugar misterioso.

Llegan al el mayor rasca cielos de Madrid.
Ella pregunta:
-Hay guardias, ¿cómo entraremos?
Él dice con voz pícara:
-Nos colaremos.

Ella se sonroja más se lo qué ya estaba.~
Él le agarra de su muñeca llena se herias y le tira para entrar en aquel inmenso edificio...

La noche aún no ha acabado aún queda lo mejor.