Capítulo 2

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Llegamos a la cena, bajamos del auto y entramos a la casa de el jefe de papá. Baje tambaleandome un poco, mi madre me miraba raro.

Entramos y saludamos a muchas personas, cuando estaba a punto de sentarme mi madre me jalo del brazo, apartandome de la gente.

-Te dije que hoy teníamos una cena importante y decides que ponerte ebria es una buena opción, nos haras quedar mal Ángela. Tenemos que vernos como la familia perfecta.- dijo mientras me miraba realmente enojada.

-Mira Daniela, en primera, no me vuelvas a tocar así, sabes que no me gusta. Y en segunda, mientras que a nadie le afecte mi estado esta bien.- dije mirandola a lo ojos, me estaba metiendo con el mismísimo demonio.

-Si nos haces quedar malestaras en serios problemas.- dijo mientras se daba la vuelta y sonreía a sus amigas.

Me sente completamente enojada, nadie amenaza a Ángela García. Caminé hacia mi padre y le dije que iría a sentarme afuera. Solo asintió.

Me senté en el césped y prendí uno de mis cigarros de menta.

-Si te ven fumando aquí afuera van a matarte.- me dijeron mientras me quitaban mi cigarro.

Volteé pedir mi cigarro de vuelta y era Travis, el hijo del jefe de papá.

-Ah, hola Travis, también es un gusto verte.- dije mientras rodaba los ojos.- ¿Podrías devolverme mi cigarro?

-Si tus padres te ven fumando te mataran, ven, vamos a mi habitación.

Me ayudo a levantarme de el césped y caminamos hasta su habitación, cuando llegamos apago el cigarro en un cenicero y cerro con broche la puerta.

-Te extrañe gatita.- dijo mientras se lanzaba a besarme mi cuello.

Y yo a ti bebé.- dije mientras enredaba mis piernas en su cadera.

Nos tiramos a la cama y comenzamos a besarnos cada vez mas.

-Creí que la chica mala se había ido.- dijo Travis contra mis labios.

-Nadie cambia a Ángela García, menos un chico.- dije mientras sacaba su camiseta y la lanzaba al escritorio donde estaba su computador.

Travis tomo el cierre de mi vestido y en un movimiento rapido lo bajo, quito toda prenda que se interpusiera en nuestro caminó.

Oh gatita, ya extrañaba tenerte.- dijo Travis con voz ronca.

Callate Travis, no vinimos a tener una plática.- dije mientras lo besaba.

No tardamos ni 10 minutos cuando saco un sobre plateado de sus pantalones, despues de eso le dimos su debido uso.

Al terminar, me recoste en su pecho hasta que se quedo dormido. Tome mis cosas, entre al baño, me volvi a arreglar y sali.

Tome mi labial y escribí en su frente AG. Me gustaba hacer eso, era como mi marca personal. Era un poco inmaduro pero divertido.

Cuado baje note que mamá me estaba buscando, puse cara de asco y le dije:

-Mamá, me llegaron los cólicos.- mienteas hacía como que sufría.

-Ten.- me dio las llaves del auto.- con cuidado, pasas por nosotros a las 12 y la noche es tuya.

Amaba cuando mamá hablaba así.

-Vale mami, gracias.- dije mientras besaba su mejilla y salía corriendo.

Subí al auto, encendí la radió y salí del estacionamiento. No sabia a donde ir. Tal vez si regresaba a la fiesta, aun podía encontrar a Effy, y mejor aún. Alexander.

Llame a Effy mientras conducía.

*Llamada con Effy*

-Ángela te desapareciste, ¿que paso contigo?

-Solo tuve que irme pero tal vez vaya de nuevo, ¿siguen en la fiesta?

-No, estamos en casa de Alexander, es una "pequeña reunión".

-¿Puedo ir pasadas las 12?

-Claro Angy, eres bienvenida.

Gruñi por lo bajo.- No me digas Angy.

-Claro gruñona, nos vemos en 30.

-Vale, adiós. Te amo.

-Igual Ángela, llega pronto, alguien quiere verte.

*Fin de llamada con Effy*

Pase a comprar un subway, y me sente en una de las mesas cercanas a la ventana para poder asegurarme de que el auto estuviera bien.

Cuando faltaban 10 minutos para las 12 me encamine para llevar a mis padres a casa.

Saque mi celular y le mande un mensaje a mamá.

"Estoy afuera mami, vamonos, ya."

"Ya vamos, nos estamos despidendo, gruñona."

Que les habia dado a todos por decime así, yo no soy gruñona.

Mis padres salieron de la casa y subieron al auto. Los deje en casa y le mande un mensaje a Effy.

"Dirección, rápido"

Me llego el mensaje con la dirección de Alexander, decidí no llevar el auto y llevar mi motocicleta, era mas comoda para mi.

Toque el tiembre, al mismo tiempo me regrese a acomodar mi motocicleta.

-¿Quien diablos eres?- dijo esa voz tan agradable para mi.

Me quite mi casco y sacudi mi cabello. Lastima. Creí que saldría como un hermoso comercial de shampoo, pero, ¡oh sorpresa!

Un gran nudo en las puntas de mi cabello ondulado.

-Genial.- dije suspirando.

-Tranquila, vamos adentro para que puedas quitarte esa pequeña araña de tu cabello.- dijo mientras reíamos.

Entramos y todos voltearon a vernos.

Juego de adolescentes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora