14 de abril de 1912

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Hundimiento del Titanic.


Jazz,

Siempre me viste como tenue brisa de primavera, cuando era aquella pesadumbre que se cuela por debajo de las costillas y te hace temblar. Escribiste un poema donde yo era el aliento de tu alma. Pero yo era el ladrón de cada inhalación tuya. Regalaste tu ser fragmentado a aquel que más te amó. Regalaste tu pura esencia a aquel que más te odió. 

A veces pienso que no mentiste. 

Que no regalaste tu vida al crudo frío.

Y que al final él no te regaló al viento.



Lo siento Jazz, te amé hasta disolverte en huesos.

-K   

Los susurros de la nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora