Parte 1. Jinna

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ELEGI UN MAL DIA

PARA MORIR

La sangre cubría la acera y acababa en una alcantarilla. Las pertenencias de la chica estaban esparcidas por el suelo. El conductor del coche y otras personas observaban su cuerpo, ahora cadáver.

Entre la multitud de curiosos observó a alguien con túnica negra y guadaña. Se acerco a ella y le dijo extendiéndole la mano:

-Levanta

La chica obedeció, y agarrándose a su esquelético brazo se levantó costosamente del suelo.

-Si eres, quien creo que eres, estoy como creo que estoy.

-En efecto, soy la muerte y estas muerta. ¿Nombre?

-Jinna

-A ver, central aquí unidad 23, estoy en la esquina del World Trade. Con la 18. Tengo a una paciente, una tal Jinna, muerte instantánea.-Dijo la muerte agarrando una emisora de su hombro.

-Entendido unidad 23, permanezca a la espera hasta que llegue un vehículo para la evacuación.-Le respondió su emisora.

-Comprendido

El hombre y Jinna se sentaron en un bordillo.

-Mientras esperamos puedo ir a la esquina a comprar un donuts?

-No.

-¿Por qué? Tienen unos buenísimos, si quieres te traigo uno.

-No.

-Oh, ¡venga ya! ¿Son mis últimos minutos de vida y no puedo ni siquiera comerme un donuts?

-Tus últimos minutos eran cuando pasabas la acera sin mirar,

así que no me mol...

En ese momento un avión se estrelló contra una de las torres gemelas que tenían a su espalda.

-¿Qué? ¡Mierda! Atención central, aquí unidad 23, necesito refuerzos en el World Trade Center, un avión ha colisionado contra el edificio.

A los pocos minutos comenzaron a llegar camiones de bomberos ¿negros? Y... no puede ser, se bajaban más como él, como la muerte.

Tenían el uniforme de bomberos pero...todo de negro.

-Chicos, tenemos almas atrapadas en todas las plantas, cubridlo por la esquina.

Muertes vestidas de negro luchaban contra los paramédicos en intentar llevarse a una victima. Los paramédicos gritaban:

-¡Se nos va!¡se nos va!

Y las parcas gritaban:

-¡se nos queda!

Jinna no podía creer lo que veía. Un hombre joven, estaba en el suelo, sangraba de la cara, tenia el craneo hundido, estaba muerto, no había que ser medico para saberlo.

-Escucha- Le dijo la parca.

-Tenemos un serio problema, así que te vamos a dar unas últimas horas de vida. Una prorroga, cuando consigamos controlar esto iré a por ti, pero no intentes huir, te encontrare.

-¿Y que se supone que voy ha hacer?

-Yo que se, comete ese donuts.

La muerte, hizo un pequeño corte a Jinna en la frente, y esta volvió a donde empezó. En la calle del World Trade. Con un puñado de personas contemplando su cuerpo. Entre ellas apareció un policía.

-Levanta- dijo extendiéndole la mano.-¿estas bien, necesitas una ambulancia?

-No, estoy bien.

Jinna miro su reloj, calculó que faltaba un cuarto de hora para el impacto del primer avión, había vuelto atrás en el tiempo.

Comenzó a andar, en dirección a la tienda de donuts, pero a mitad de camino paró, y reflexionó, estaba muerta, no en ese momento, pero al final del día, ya no estaría hay. Tenía que despedirse de sus amigos y familiares, ¿pero cómo? Escucho una conversación, y reconoció al chico que había visto minutos atrás, tras el impacto del avión, el chico del craneo reventado.

-Si tío, me han cogido, ahora voy de camino al World Trade, ja,ja,ja. Te llamo cuando llegue. Tardare 5 minutos o así.

Espero a que el chico colgara, se acerco a el y le preguntó:

-Perdona, ¿vas al World Trade Center?

-Si, me acaban de coger para un trabajo, acabo de terminar ingeniería y estoy deseando empezar.

Jinna, pensó en avisar al joven. Pero entendió que la vidadebe continuar, y que no puede evitar lo inevitable. Se sacó su carnet de identidad del bolsillo y se lo dio.

-Toma, ya que vas, dale esto a la recepcionista. Ella lo entenderá

Jinna sabía que la mujer no lo entendería, y que su cartera acabaría en un cajón, Pero estaría dentro de las torres. Se acerco a una cabina de teléfono y marcó el número de su mejor amiga, le saltó el buzón de voz.

-Hola, Susan, mira, acaban de llamarme de una entrevista de trabajo. Voy camino al World Trade. Te quiero mucho guapa, nos vemos.

Colgó, entro en la tienda de donuts. Pidió su bollo favorito, se sentó y espero. A los pocos minutos la cara de la gente de la calle paso de la típica cara de sueño, aburrimiento o irritación a una cara de susto y terror.

Las sirenas de los bomberos resonaban en las calles, veía a policías mirando en todas las direcciones, con las manos sobre sus armas, buscando un enemigo al que disparar, a un enemigo que no sabían quien era, ni donde estaba.

-Perdona- una voz interrumpió sus pensamientos, era un chico alto, delgado de pelo moreno, vestido con traje y corbata.-Mira, me llamo Fernando, Fernando García, llevo muchos días observándote, con ganas de decirte algo, y viendo lo que ha pasado y que la muerte esta en la vuelta de la esquina quería preguntarte: ¿te apetece dar un paseo por el parque?

Pasearon un buen rato por el parque, finalmente se sentaron en un árbol, Jinna, viendo los brazos del joven, le preguntó:

-Eres piloto, ¿verdad?

-Si, de helicóptero, ¿Cómo lo sabes?

-Tienes la parte superior de la muñeca muy musculosa, eso pasa por estar sosteniendo algo durante mucho tiempo, como una barra de madera, o... el mando de un helicóptero.

-Vaya..

-Mi padre fue piloto, estuvo en Vietnam, tras eso paso el resto de su vida trabajando en un helicóptero de la Fox. Hasta que un día, perdió el sistema hidráulico y se estrelló.

-Lo siento.

-Tranquilo, murió haciendo lo que mas quería, tal vez el no soñaba con dar las noticias del aire, pero si soñaba con volar.

-Supongo que tienes razón, y pensándolo bien, yo preferiría morir a los mandos antes que con 90 años en una cama de hospital necesitando ayuda hasta para toser sin que se me salga un pulmón. ¿Y a ti, como te gustaría morir?

-Yo ya estoy muerta-Fernando puso cara de asombro al oir esa contestación- Bueno, yo ya me tengo que ir.

-Espera, dame tu número.-Le pidió el joven.

-Mejor no, hemos pasado una tarde maravillosa, y no quisiera que te llevaras un disgusto por mi culpa.

-De acuerdo, tienes razón, mejor... no joderlo.

Fernando se fue, con las manos en los bolsillos fue alejándose poco a poco, hasta finalmente desaparecer.

-Espero que hayas disfrutado de tu último día en la tierra.-Dijo una voz tenebrosa.

-Ya pensaba que no venias- respondió Jinna, todavía mirando el recorrido del chico que pudo haber sido su amor.

-Hemos tenido un día difícil, ¿vamos?

-Vamos

-Ya veras que guay es el sitio donde vas.

Jinna y la muerte se echaron a andar.

-Te he traído un donuts

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⏰ Última actualización: Aug 22, 2015 ⏰

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