Un Error no se comete dos veces.

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Supongo que las personas creen que mi vida se ha hecho un desastre desde el accidente, y de alguna manera así fue, pero hay más detrás de ello.

-¿Cuando se los dirás?- Zack estaba presionando un poco. Dije que no diría nada aun y el siempre tan lindo e insistente, estaba al pendiente de todo. Y no lo culpo yo tambien queria decirlo a los cuatro vientos.

-Será una sorpresa, ya te lo dije.- estaba conduciendo, pero tenia una mano sobre la mia; y a través de ese contacto podía sentir todo.

Todo lo anterior estaba olvidado, el pasado era pasado y el futuro, era un hermoso y prometedor regalo.

-Esta bien... ah, y a todo esto lo olvide. Quiero hacerte una pregunta.-

-Claro adelante.-

-¿Irías al baile conmigo?- su sonrisa era grande y, aunque estaba viendo al camino, podia ver ese brillo... Era un mito falso decir que solo las mujeres lo tienen.

-¡CLARO QUE SI!- esto parece un sueño y no quiero despertar.

-Bueno entonces, creo que debes ir buscando tu vestido, el baile esta próximo.-

-!Diablos! Lo olvidé.-

-¿Qué?-

-Tengo que ir con las chicas el miercoles... Eso es pasado mañana.-

-Entonces fue bueno que preguntara verdad.-

-Maravilloso, y no me refiero al vestido.-

Después de unos minutos de camino llegamos a mi casa.

-Hasta mañana Kristen.-

-Hasta mañana Zack.- dije, pero no quería moverme de allí. No me moví.

-¿Sabes todo lo que me hiciste sufrir este tiempo de espera?- sus ojos me atraparon por completo, y me veían a los labios constantemente, nos fuimos acercando poco a poco.

-Te lo merecías.- susurré pero no nos detuvimos. 

-Lo sé soy un idiota.-

-Losé pero eres mi idiota.-

Y así fue como cerramos la distancia entre nosotros.

Como cerramos el trato.

Nuestro sello personal.

Cuando nuestros labios se tocaban unos a otros, una pequeña y simple sintonia, como la música a un mismo compás.

Sus manos bajando por mi espalda y rozando la cintura dibujando mi silueta, las mías  tocando aquel cuerpo que , de ahora en adelante, sera solo para mi. Cuando sus manos tocaron la piel desnuda de mi cintura y mis manos tocaron su torso y pecho, era una de las mejores sensaciones para mi.

-Tengo que irme Zack.-

-No te vayas de mi lado.-

-Un Error no se comete dos veces...-

***

-Vaya, hoy llegue antes que tú.- mi madre estaba en la sala, trabajaba mucho y casi no estaba conmigo.

-Sí, pero no por mucho espero.-

-No, llevo aquí al menos media hora... Yo, quería preguntarte algo.-

-Claro.-

-¿Tu...? ¿Tu relación con Zack esta mejor?- Le había comentado de eso a mi mamá.

-¿Porque lo preguntas?-después de que lo había llamado idiota y que me dijera que me merecía algo mejor, esa pregunta no era obvia.

Jugando con el DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora