CAPITULO 2

22 0 0
                                    

Narra Alira

Seguimos en el bar. Nos acabamos de sentar porque he conseguido que Adonai baile. Solo hemos bailado una canción y ya hemos acabado chorreando en sudor, en estos bares suelen subir la calefacción para que los clientes consuman más bebidas. 

¡Malditos!

Me atrae este chico. Me hace sonreír y reírme constantemente. Hemos bailado una canción movida, pero no lo suficiente como para que yo me restriegue en él. Me gusta bailar así, me hace sentir poderosa y deseada, pero no es un baile que lo haga muy frecuentemente.

 - ¿Donde vives? - me pregunta cuando nos sentamos de nuevo junto la barra.

 - Cerca de la plaza donde hay un supermercado  - me mira frunciendo el ceño - soy malísima para recordar nombres de calles y plazas, lo siento - Se ríe - Pero la orientación la llevo bien - digo orgullosa - Y si nos perdemos, una anécdota más, ¿no crees? - le sonrío intentando ser graciosa.

 - Sí - me contesta con otra sonrisa.

 - ¿Y tú donde vives?

 - Cerca, no sabría decirte la calle...

Es un chico misterioso. Le está dando una luz en la cara y puedo ver que tiene unas ojeras pronunciadas. Le debe costar dormir. Me trago mi curiosidad y ignoro la razón por la cual no duerme.

 - ¿Puedo preguntarte algo?

 - Eh... Sí, claro - digo intentando ser convincente.

 - El chico de antes... - se mira las manos - ¿es tu novio?

 - ¿Cuál? - me hago la tonta, quiero que me confiese que me estaba observando cual acosador.

 - Estabas con él bailando - me mira.

 - ¿Me estabas espiando?

Me sonríe.

 - Sí - se ríe - ya lo sabias.

Lo miro con cara de no entenderlo. Quería intimidarlo y que se pusiera tímido para jugar un poco con él. 

¡Qué madura! 

Gracias cerebro no lo sabía.

 - Antes te he dicho que bailabas bien, eso significa que te estaba mirando - me sonríe divertido - Y por cómo me mirabas y bailabas me imagino que yo tampoco he pasado desapercibido por tus ojos.

¿Dónde está el chico tímido y tétrico de antes? Me gustaba llevar las riendas yo, ser la que jugaba con él, la que le hacía sonreír.

Alira, estás delirando. 

 - ¡No seas egocéntrico! - me río golpeándole el brazo. Suelo ser un poco agresiva.

 - Ya, ahora me dirás que siempre bailas así con tus amigas - Parece que se está divirtiendo.

 - Claro - miento poniéndome roja.

Adonai nota mi vergüenza y se echa a reír.

 - ¿Tanta gracia te hago?

 - Sí - continua riéndose.

Ruedo los ojos y bufo.

 - Va, no te lo tomes mal - me dice poniendo una mano sobre mi hombro y sonriéndome.

Noto su mano, su piel en mi piel desnuda del hombro. Llevo una camiseta de tirantes y la escasa ropa hace que note su piel contra la mía. Noto calor en esa zona. Juraría que el pulso me ha aumentado, pero no estoy segura, estoy demasiado hipnotizada por sus ojos mirándome. 

Mis sueños contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora