CAPITULO 7

16 1 0
                                    

Narra Alira

Me levanté perfecta, había solucionado mi miedo a mi posible amor por Adonai gracias a la araña y al diccionario. Veo las cosas diferentes, más simples y bonitas.

Salgo de mi calurosa cama, estamos en verano y a veces es imposible dormir y acabas bañada en sudor frustrándote por no poder conciliar el sueño, mi bendito sueño. Me pongo una camiseta de tirantes y unos leggins. Y voy a la cocina para hacerme un café y almorzar unas tostadas con mermelada. Cuando acabo de comer ese maravilloso manjar voy al comedor y me siento en el sofa a leer.

Han pasado unas horas desde que empecé a sumergirme entre esas páginas. Tengo la vista un poco entumecida y el culo dolorido de estar sentada, asi que dejo el libro en la mesa que hay delante del sofa y me levanto en busca del movil.

Lo llamo y contesta al segundo tono. Parece cansado y abatido. Le propongo ir a dar una vuelta por el centro a ver tiendas. Se me resiste para aceptar, pero finalmente lo hace con un suspiro de rendición.

~~

Estoy apoyada en la pared junto a una tienda de ropa. He llegado antes de lo previsto. Me he puesto unos tejanos largos y una de tirantes roja. Puede que haga demasiado calor para ir con pantalones largos pero ya es demasiado tarde como para remediarlo: estoy lejos de casa y ya estoy viendo a Adonai venir hacia mí por la calle peatonal.

Él va con unos tejanos negros, se ve que eso de sufrir por calor es algo que nos gusta a los dos. Y lleva una camiseta ancha azul. Le sienta bien ese color.

- Hola - me dice dándome dos besos.

- Hola - le sonrío y me decido por ir hacia la izquierda, donde hay más tiendas.

- Mi plan era venir aquí a estudiar - me sonríe pesadamente mientras me sigue - eres mi distracción.

Me gusta ese concepto, le saco de su camino y pongo su mundo en pleno caos. A lo mejor es malo, pero si acepta que se lo haga, será que le gusta el desorden que le provoco.

- Lo pintas como si fuese malo - le sonrío divertida - estando conmigo puedes ver más de nuestra cultura que con los libros. Los libros te explican lo que es evidente, la historia del país, pero a no ser que leas alguna literatura antigua, los libros no te proporcionaran el suficiente sentimiento como para amar estas tierras costeras - lo miro, está mirando al horizonte de la calle - aquí han pasado miles de historias, las historias de todas las personas que han vivido por aquí y seguro que valen mucho más que la historia de cualquier edificio antiguo - paro un momento para reflexionar - Estas son historias de gente real - y señalo a mi alrededor - Esas son historias congeladas, sin sentimiento, muertas en el tiempo - señalo a los edificios - Yo te puedo enseñar las costumbres, la comida... si me das un poco de tu tiempo, y el resto puedes utilizarlo para estudiar tus libros...

Narra Adonai

Puede que tenga razón. Puede que ella me pueda enseñar más allá de los libros. Pero, ¿estaré haciendo lo correcto? Debería encerrarme en la biblio a estudiar el idioma, sus acentos y sus reglas, también debería estudiar sus raíces y la historia de las personas más influientes e importantes ¿No? Debería seguir mis horarios de trabajo y estudio ¿No? ¿O debería hacerle caso? Lo que dice tiene sentido... ¿O tiene sentido porque yo le doy uno?

- ¿En qué piensas tanto? - me interrumpe.

- En lo que me has dicho - le confieso.

- ¿Tan profundo te ha llegado? - y sonrié. Me sonrié. Me sonríe a mí.

Joder, y qué sonrisa...

Y sonrío yo también, contagiandome su gesto.

Han pasado unos minutos los cuales hemos permanecido en silencio aun con las sonrisas en nuestras bocas. Y aun sigo así, sonriendo mirando las personas pasar por nuestro lado, aquellas que van en sentido contrario y a aquellas que caminan tan rápido que nos adelantan.

Mis sueños contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora