1. Viaje sin retorno.

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El cielo tenía un color gris y las gotas caían sin parar, la lluvia había ocultado la claridad del día. No había manera alguna de que alguien pudiera saber que era más del medio día con solo mirar al cielo.

-¡Vamos! suban rápido. –Ordenó una pequeña mujer pelirroja que se encontraba debajo de un paraguas a un grupo que jóvenes que subían a un auto-bus rápidamente.

-Ya está lleno. –Gritó el chofer del auto-bus a la mujer para que pudiera escucharlo.

-Pero aún faltan dos jóvenes de este curso. –Informó, luego de ojear una lista que tenía en su mano.

-Los vendré a buscar junto con el otro curso.

-Está bien.

La mujer camino hacia dos jóvenes y una mujer mayor que se encontraban en la entrada del instituto.

-Ustedes dos tendrán que ir con el otro curso. –Informó la mujer pelirroja a los dos jóvenes que se entraban allí. –Ve con ellos María.

La mujer mayor miro a los dos chicos que estaban a su lado.

-Supongo que no tendrán problemas.

El chico alto y rubio iba a oponerse, pero la chica que se encontraba a su lado tomó rápidamente la palabra.

-Claro que no profesora.

-No lo decía por ti linda.

El chico levanto la mirada y asintió de forma que la profesora supiese que estaría bien.

-Bueno.

-Llámame cuando hayan llegado. –Pidió la pequeña mujer entregándole el paraguas a la profesora.

-Lo haré.

La anciana profesora abrió el paragua y camino hasta el auto-bus que se encontraba esperándola. Una vez estuvo dentro, la puerta de este se cerró y se echo a correr hasta que desapareció entre la lluvia.

-Entremos, vamos con los demás.

Por las ventanas del salón de clases se podía observar que la tormenta estaba empeorando cada minuto que pasaba.

-¡Miller! ¡¿Qué te pasa?! –Gritó una chica rubia al chico que la había golpeado con una pequeña pelota.

-Mal tiró. –Dijo otro mientras que cuatro chicos más reían.

-Lo siento, no era para ti. –Se disculpó Miller.

La chica los fulmino con la mirada y continuó hablando con sus amigas.

-¡No puede ser! –Exclamó una de las chicas que se encontraba al final del aula.

-¿Qué pasa aquí? –Preguntó un apuesto chico acercándose al pequeño grupo.

-¡Mike, cariño! –Exclamó una chica rubia que se encontraba en medio de otras dos chicas. –Nada, solo es Elizabeth que quiere actualizar su estado, pero no tiene señal.

-Ya volverá la señal, siempre es así con las tormentas.

-Tiene razón, solo espera. –Dijo la chica. -¿Qué estabas haciendo cariño?

-¡Ah! Estaba con hablando con los chicos. –Respondió.

-¡Ya vienen! –Alarmó un chico que se encontraba vigilando la puerta.

Todos los que se encontraban levantados corrieron a sus asientos, sentándose perfectamente, al igual que los que se encontraban sentados sobre los escritorios. El ruido causado por el hablar de los que estaban allí se redujo, creando una atmosfera pacifica en el aula. Unos segundos después la puerta se abrió y entraron los dos jóvenes que pertenecían al otro curso, seguidos por la profesora.

Asesinato extra-escolar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora