Dada por acabada la reunión y con nuevas órdenes que seguir, todos comenzaron a salir del salón. Cada uno tenía una expresión diferente, pero de alguna manera se encontraban afectados por todo lo que estaba pasando. Estaban encerrados, habían encontrado dos cadáveres, no tenían alguna idea del paradero de sus pertenencias, y algunos tenían que soportar haber sido acusados por todo lo sucedido.
-¿Por qué no vienes a ayudar a los demás? –Preguntó Harry al chico de cabello color café, con el cual nadie había cruzado palabra alguna hasta entonces.
-Ayudaré de otra forma. –Respondió.
-¿Qué harás?
-Buscaré la manera de acceder a esto evitando la contraseña. –Contestó enseñándole el celular de la profesora Alice.
-¿Cómo se supone que lo harás?
-Por qué no te preocupas por otra cosa –Dijo Albert en un tono molesto.
-Bien, si necesitas algo solo habla con alguien.
-Estoy seguro de eso. –Musitó en un tono sarcástico.
Harry al sentir que no hacía otra cosa que causar molestia a Albert salió del salón dejándolo trabajar solo. Al salir se encontró con Adam y Lauren caminando hacia él.
-¿Qué sucede? –Preguntó Lauren.
-Nada. –Respondió Harry. –Albert está tratando de hackear el celular de la profesora Alice para poder llamar desde allí.
-¿No te parece extraño que Albert hablará con nosotros justo ahora?
-Todos estamos haciendo algo para poder salir de aquí. –Contestó Harry.
-Albert no tiene ningún problema de comunicación. –Dijo Adam. –Creo que simplemente no le agradamos. Recuerdo que Antonio habló con él más de una vez, sin ningún problema.
-De igual forma me parece extraño. –Insistió Lauren.
-Él es extraño.
-Deberíamos vigilarlo.
-Bueno, no tenemos tiempo para hablar de cada persona. –Dijo Harry acabando con la pequeña charla. –Adam, ve y ayuda a Albert en lo que necesite.
-¿Por qué yo? –Preguntó el chico sintiendo que no había cometido nada malo para que lo condenaran a estar con el raro.
-Porque sabes como pensaba Antonio y sabrás como lidiarlo como él. –Respondió Harry.
-Claramente. –Dijo Adam sarcásticamente, luego de girar sus ojos.
-Bueno, no esperarás que los presente.
-Voy, jefe.
Adam entró al aula como perro con mal de rabia, jamás habría aceptado estar con Albert aunque le ofrecieran todo el dinero del mundo.
-¿Ahora qué? –Preguntó Lauren.
-A buscar la llave.
-¿Dónde se supone que vamos a buscar?
-No lo sé. –Respondió. –Quizá la profesora Alice tenía la llave, podríamos buscar en su oficina.
Ambos se echaron a correr hacía la oficina de profesores pasando delante de una personas de las que no tuvieron cuidado.
-Esa perra. –Musitó la chica rubia.
-Tranquila, todos saben que no tienes la culpa de lo que te acusó. –Dijo el apuesto chico que se encontraba a su lado.
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Asesinato extra-escolar.
Mystery / Thriller¿Qué tal te llevas con tus compañeros de clases? ¿Los conoces muy bien? Qué pasaría si en una actividad extra-escolar uno de ellos muriera misteriosamente en la escuela, descubrir que estas atrapado con tus compañeros y que alguien los esta asesinan...