Octubre 7

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Todo comienza en octubre, mes de la brujas o así tengo entendido que lo llamen.
Apenas empezaba el mes y todos ya tenía su casas adornadas con calabazas y calaveras; faltaban dos meses para salir y disfrutar de la bella Navidad una época con mucha alegría, regalos y sonrisas entre familias. En fin, era lunes y me tocaba ir a la escuela.
Al llegar me encontré con mis amigas entre ellas estaban hablando de chicos y cosas femeninas
Cosa que no me interesaba en lo mínimo. Me dispuesto a sentarme en mi escritorio y recostarme entre mis brazos en lo que las clases comenzaban; al llegar el profesor todos corrieron como cucarachas cuando encienden la luz, todos hacia sus escritorios correspondidos.
Normalmente yo no era cállate; me gustaba hechar relajo y reír a carcajadas pero algo me pasaba no me sentía de humor como para hablar ni mucho menos hacer una gesto de alegría. La clases pasaron y la hora de receso llegó, me senté fuera del salón y miraba como nadie se preocupa por mi en lo absoluto solo pasaban como ratas tras la comida y me refería a los hombres.

Ya había tenido problemas respecto al amor por esa razón no quería volver a tener esa necesidad de pensar en alguien o pasarme el día entero en preocuparme por alguien, aquel muchacho del que realmente pensé que estaba enamorada solo fue una estupida distracción y pérdida de tiempo; se llamaba Zac...aquel muchacho por el cual me había ilusiono y creí que podía a ver algo mas que solo una mirada. Pero lo peor de todo es que el me vio como un juegue, como un hueso de un perro y me tiro como si fuera la gran muerda. Después de eso no he vuelto a fijarme en ningún hombre.

Esto es más que una simple mirada a las estrellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora