-Jean Kirstein.
En ese momento sentí como algo trono, miré de reojo a Marco el cual tenía una cara de espanto.
-A los que he nombrado los quiero ver mañana en mi oficina, ya no habra ningun cambio, ya esta decidido. - fue lo unico que comentó el sargento antes de salir de la sala dejando un incómodo silencio en todo el lugar.
Incómodos murmullos comenzaron a escucharse por todo la sala, algunas bromas de mal gusto, chicas comenzando a llorar.
Mire a Marco y me sorprendí al ver que unas lagrimas resbalaban por sus mejillas.
-¿Qué pasa Marco?. - saque un pañuelo de mi bolsillo, limpie sus lágrimas esperando una respuesta de su parte.
- Es... so-sólo que... - tartamudeo al intentar de terminar una frase, de sus ojos comenzaron a salir más lágrimas, yo seguía limpiando sus lágrimas con una delicadeza.
-No llores Marco. - sonreí levemente, mis ojos comenzaron a volverse cristalinos, algunas lágrimas comenzaban a salir.
Trate de ocultar mis lágrimas, pase mi antebrazo por mi ojos limpiando las lágrimas que ya habían salido. Tomé a Marco de la mano y salimos de la sala rumbo a los dormitorios, nadie dijo ni una palabra en el transcurso. Lo único que se escuchaba era el sonido de nuestros pasos sobre la tierra. Al llegar a los dormitorios, lentamente solté la mano de Marco. Mire su rostro del cual todavía se llegaban a ver algunas lágrimas.
-¿Qué pasa Marco?, a ti no te van a cambiar de campamento, así que no tienes de que preocuparte. - sólo observé como Marco se sentaba en la cama, ahora solo me limitaba esperar una respuesta de parte de Marco.
Durante unos minutos solo hubo un incómodo silencio en toda la habitación.
-E-Es sólo que... Tu te irás. - dijo al final con mucho tartamudeo.
"Tu te iras" esas palabras rebotaron en mi cabeza.
¿Por que yo?.
Simples preguntas se formularon en mi cabeza, pero a ninguna de ellas le tenía una respuesta sincera y concreta.
-Todo esta bien. - me acerqué a él y coloque mi mano sobre su cabeza y comenze a frotarlo gentilmente.
-Pero..tu...no p-puedes i-rte. - algunas lágrimas caían sobre sus ojos. -Aún no
-Pero es inevitable, el sargentolo dijo, ya lo ha. - me detuve el había dicho "Aún no", a que se refiere con eso.
El ruido de la puerta abriéndose interrumpió el momento, los demás chicos entraban entre empujones y risas. Armin notó las lágrimas de Marco.
-¿Qué pasa Marco?. - pregunto sentándose aún lado de Marco.
-No es nada. - Marco negaba el hecho de que estaba triste por que me iré de este campamento.
-Sabes Marco. - Armin soltó un suspiro. - Mi abuelo solía decirme que nadie llora por nada.
Yo sólo me limitaba a observarlos, decidí dejar que Armin hablará con el.
Pude notar a Eren hablando con Connie, así que decidí acercarme a ellos.-Hola chicos. - me senté junto a Connie en su cama.
-¿Jean, enserio te vas a ir del campamento?. - pregunto Eren alzando una de sus cejas.
-Tu escuchaste al Sargento, además no creo que en este campamento exista otro Jean Kirstein. - dije tratando de sonar un poco gracioso.
-Jaja tienes razón Jean. - dijo Connie mientras se reía .
De algo estaba seguro, tendría que irme mañana por la mañana y me vería obligado a dejar muchas cosas atrás, tenía una extraña sensación, no sabía si era tristeza o emoción.
Mire de reojo a Marco, el cual sonreía con Armin, en ese momento, mi crisis existencial comenzó.
Decidí salir de los dormitorios, y dirigirme de nuevo al acantilado donde me había quedado dormido. En ese momento no sabía ni que poder pensar, me iría y no podría decirle a Marco que estaba enamorado de el.
Podría fácilmente decírselo en cualquier momento, pero necesitaba la valentía para poder decírselo.
Un ruido me sacó de mis pensamientos.
-¿Qué haces aquí Marcó?. - pregunté mientras observaba a Marco acercarse a mi lentamente.
-Sólo salí a dar una vuelta. - respondió desviando la mirada hacia el paisaje.
De nuevo ese extraño momento estaba presente, sonreí al recordar aquel sueño que tuve.
Me preguntaba si yo podría decirle lo que siento a Marcó.
Marcó se sentó a mi lado, de nuevo ese silencio se hizo presente, era en cierto modo un poco incómodo.-El cielo nocturno es muy hermoso ¿Verdad?. - pregunto Marco mientras abrazaba sus piernas.
-¿Eh?. - Levante la mirada hacia el cielo. - Tienes razón. - soltee un suspiro mientras me recostaba en una roca.
-¿Cómo te sientes Jean?. - pregunto Marco mientras se recostaba a mi lado.
-Si, supongo que estaré bien
Ese estúpido momento se hacia cada vez mas incómodo. No sabía que podía decirle.
Un impulso dentro de mi se hizo presenté en mi.
Me lanze contra Marcó y deposite un beso en sus suaves y frios labios. No podía creer que estaba besando a Marcó, me pellisque para comprobar que este no fuera un sueño.
-Me gustas Marcó. - mis labios soltaron esas palabras al separarnos.
Su rostro completamente se tiño de un color carmesí, hasta sus orejas estaban rojas. El sólo se limitó a tapar su rostro con su manos.
Sólo me limite a abrazarlo mientras el hacia lo mismo.
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Por la mañana
Una carreta partía de aquel campamento, con varios reclutas en ella.
Varios reclutas sólo se limitaban a observar la carreta al alejarse.
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Hola!!!!!
Ya lose, tarde mucho con este capítulo.
Les juro que trató de actualizar más rápido, pero se me va la inspiración.
Bueno
Gracias por leer!!!!!
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Un amor entre murallas
RandomLo conoci cuando me uni a los reclutas, despues de un tiempo el se volvio especial para mi,no comprendia ese sentimiento pero despues me di cuenta de que lo amaba