Felix Felicis

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Harry estaba bajando por las escaleras de su sala común cuando vio que, acurrucada en el sillón, estaba una débil Hermione llorando. Preocupado, apresuró su paso y en unos segundos estuvo a su lado.

-¿Que pasa Hermione? – se tonaba la preocupación en sus ojos

Ella negó con la cabeza, como queriendo decir que nada ocurría, pero sus lágrimas traviesas se escapaban de sus ojos sin consentimiento. Harry trató a abrazarla, pero como estaba en una posición incómoda no pudo y simplemente, se sentó a su lado, atrayéndola hacia si para poder acurrucarla entre medio de sus piernas y abrazar su cintura, mientras que su pecho y la espalda de ella chocaban. –Solo dime- susurró, sin darse cuenta, en su oído dulcemente

Pudo notar como cerraba los ojos fuertemente y tomaba una respiración profunda – No lo soporto-dijo finalmente –No puedo verlo más-

Harry había entendido de que hablaba, sin embargo, dejo que ella se desahogara y por eso le pregunto a quien se refería. Una llorosa Hermione, antes de contestar, cambio de posición acurrucándose más contra Harry y quedando su cara contra el fuerte pecho de él. –Harry- estaba más calmada- No puedo verlo con Lavender. Yo sé que no me puedo comparar con ella, pero maldición... Ron no debería estar besuqueándose así en frente de mis narices- una gota recorría lentamente la mejilla de Hermione y Harry, con delicadeza, la quitó con su pulgar.

-Hermione, claro que no puedes compararte con Lavender, porque eres mil veces mejor- la miró a los ojos y le sonrió, aunque en el fondo le dolía saber que el corazón de la chica de la cual él estaba enamorado pertenecía a alguien más. –Eres grandiosa porque eres inteligente, atenta, buena compañera y amiga, solidaria y extremadamente bonita.- con eso último, logró sacarle a Hermione una pequeña risita, que hizo que su corazón palpitara más de lo debido.

-¿Realmente me crees bonita?- sus ojos brillando

Harry se hizo el de dudar y puso una de sus manos debajo de su mentón, fingiendo pensar- Déjame ver... nariz grande-agarro su nariz- ojos chicos, pelo desaliñado, boca torcida...-

-¡Harry!- se rio ella.

Se acercó un poco a su oído y le dijo susurrando- Creo que eres hermosa Hermione-

La chica quedó anonadada ante la repentina actitud de su amigo. Se sintió confundida. Lo miro a los ojos y pudo ver que él, no la miraba de la misma forma que antes, ahora en esos ojos verdes veía algo más. Cariño, anhelo, amor, pasión, deseo. Sin saber bien porque, lo abrazó y cuando lo hizo, sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo haciéndola temblar levemente ante aquel contacto, se separo pero no lo suficiente porque cuando lo hizo sus bocas quedaron a milímetros de distancia y sus narices rosaban haciéndoles dar un pequeño cosquilleo que aumentaba sensaciones en los estómagos de ambos. Harry colocó un riso suelta detrás de su oreja, observándola infinitamente mientras que su mano viajaba sin rumbo por su cara para luego llegar en una caricia íntima hacia su cuello. –Eres para mí más de lo que te imaginas- no esperó más.

La besó.

Hermione quedó estupefacta ante aquel beso y cuando iba a separarse de él, sus instintos le pedían más. Sin pensarlo dos veces, profundizó el beso, sabiendo que muy probablemente eso no los llevaría a algo bueno. Harry, agradecido de que no lo haya rechazado, mordió su labio inferior mientras sonreía como un niño en una tienda de dulces. Ella gimió.

-Harry, esto no está bien-

-¿Por qué? ¿No te gusto? – no podían separarse. Cada palabra era dicha entre besos.

-No es eso...- se separo bruscamente- Harry yo...-

-Tú estas enamorada de él- su brazo dejo la espalda de Hermione y ella sintió frio. Vio como Harry miraba para cualquier otro lado menos sus ojos. –Lo entiendo- la sujeto fuertemente y pensó que la besaría otra vez, pero lo que él hizo fue correrla un poco para poder parase. –Lo entiendo- repitió otra vez- Fue una equivocación, estuvo mal. No volverá a ocurrir- sintió su ser desmoronarse al ver a Harry tan decepcionado. Bajo la cabeza avergonzada y cuando la volvió a subir, él ya no estaba.

Felix Felicis, Harry.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora