Capitulo 2

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- Emma, debes levantarte... ¡Emma!- Escucho la voz de mi madre.- Sabes que odio la impuntualidad, levantate ya.

- Quiero dormir un poco mas, madre.- Mururo aun con los ojos cerrados.

- ¡No Emma! Debes ir a lo de... Lo de eso que tu me dijiste ayer... Lo de la niña.- Mi madre me sacude tratando de irrumpir mi sueño.

- Si, mas tarde... Quiero dormir.- Me doy media vuelta y sigo en mi sueño.

- ¡Emma Thomsson!- Grita.- Levantate ¡ya!

- ¡Ah!- Ahogo un grito en la almohada.- ¡Ya voy!

Mi madre me sonrie mientras coje una ropa en la canasta y se va. Miro la hora en mi reloj de mesa y calculo cuanto tiempo me queda para alistarme. Me levanto un poco adolorida y cansada, asi que camino casi que cojeando hasta el armario para sacar la ropa. Veo una blusa blanca y un pantalón aguamarina. Busco las zapatillas del mismo color y mi toalla para darme una ducha.

Finalmente me arreglo y estando lista, bajo a la sala para desayunar. Mi madre me entrega los cereales y la leche.

- Sirve los cereales, yo iré por el auto.- Dice mientras coje las llaves.

- ¿No me iba a llevar mi padre?- Pregunto metiendome una cucharada de cereal a la boca.

- No, tu padre salió.- Es lo último que dice antes de dirijirse al garaje.

Como rápidamente mi cereal y al terminar, me lavo los dientes de forma acelerada, ya que mi madre me espera afuera. Por último, alisto un poco de dinero en mi mini-bolso.

Mi madre abre la puerta del auto por mi.

- Gracias. Mira, aquí esta la dirección.- La muestro en mi teléfono.

- Mm, ya se donde es.- Coloca sus manos en el volante y el auto se pone en marcha.

* * *

El auto se detiene en una casa un poco extensa con un hermoso jardín lleno de flores de diversos colores.

- Es aquí.- Mi madre me indica.- ¿Te acompaño?

- No, tranquila madre, iré a tocar la puerta. Solo esperame aquí.- Abro la puerta del auto.

Doy lentamente los pasos hasta llegar a la puerta que se encuentra con un hermoso mosaico grabado en ella. Me doy cuenta de que la casa cuenta con un timbre, así que lo toco por un momento. Espero a que alguien aparezca, pero en el transcurso del tiempo, un auto llega. De el se baja Zack, mi compañero. Mi mirada se centra en lo bien que se ve y en lo hermosos que son sus ojos. La puerta se abre inesperadamente dejando ver el interior de la casa. Se ve lujosa.

- Buenos días.- Una señora bien vestida saluda cordialmente.

- Buenos días, venimos para...- Soy interrumpida.

- Si, se para que vienen, pasen, están en su casa.- La señora muy educada nos invita a pasar. Le hago una seña a mi madre para que se valla.

- Gracias.- Zack agradece.

- Bueno, son bienvenidos en esta casa y les agradecemos porque sabemos que a Sophia le encantará que ustedes vengan a hacerle compañía.- Nos agradece.- Soy Sarah, la madre de Sophia. Su padre en estos momentos no se encuentra...- Da un suspiro.- Pero de seguro está igual de agradecido con ustedes.- Sonríe difícilmente.- Vamos, los llevare a la habitación de mi hija. Por aquí.

Sarah nos guía hacia la habitación de la pequeña. Mi mirada recorre cada detalle de la casa, es muy bonita, se encuentra muy bien amueblada y además el ambiente es agradable pese a la situación en la que se encuentra la niña. Subimos unas escaleras que a sus lados tienen decoraciones en forma de pequeños angelitos dorados. No puedo evitar sonreír ante una gran y majestuosa foto de la pequeña con un osito a su lado. Imágenes de ángeles del cielo, de Dios, adornan el bello pasillo en el que nos encontramos.

- Es aquella habitación.- Señala una puerta rosa.- Entren ustedes, en un rato les llevare algo de comer, muchas gracias.- Sonríe y se va.

Miro a Zack quien se encuentra observando las imágenes preciosas. Nota que lo observo, así que sus hermosos ojos azules se centran en mí.

- Vamos, Emma.- Zack me habla.

¡Oh por Dios, se sabe mi nombre!

- Vamos, Zack.- Le digo tímidamente para luego irme lentamente junto con el hacia la puerta rosa.

Finalmente nos encontramos en frente de la puerta. Zack la empuja suavemente hasta lograr ver su interior. Mi mirada recorre cada espacio de la habitación tratando de buscar a la pequeña Sophia. Una cesta llena de juguetes se mueve llamando la atención de los dos.

- ¡Buh!- Alguien grita tenebrosamente. Es una niña. Es Sophia.

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⏰ Última actualización: Aug 30, 2015 ⏰

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