Capítulo 12

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Sora

Todo era perfecto , nuestras risas al mismo tiempo bailaban en el ambiente. Quería pensar que eso nunca acabaría , pero por desgracia, ¿ todo lo bueno se acaba algún día no?

Hasta que ella no paraba de repetir mi nombre , para que dejara de remar . Yo hice lo que salió de sus palabras , paré de remar y ella se bajó . Su respiración era agitada . La observé durante unos segundos :
- ¿Éstas bien? - pregunté algo preocupado , se veía cansada - podemos parar , si quieres.

Ella negó con la cabeza :

- Vamos a alli -señaló hacia una heladería

- ¿ Quieres un helado ? - le pregunté , pero no recibí respuesta . Solo ví como corría hacía el puesto de helados , suspiré y la seguí

- ¡ Oye , no te vayas sin mí ! - grité , pero pareció no escucharme , ella siguió corriendo . No pensé que fuera tan rápida .

Luego de aquella carrera . Ella me esperaba en el puesto :

- No corras tanto , eres muy rápida .

- Estuve un año en atletismo - dijo un poco avergonzada seguido de una risa que reflejaba inseguridad .

Yo solo respondí con una sonrisa y ella hizo lo mismo .
Luego su mirada se fijo en el escaparate , donde había una gran cantidad de variedad de helados : vainilla , chocolate , coco , fresa , chicle ... todo pintaba delicioso .

La miré sus ojos estaban cargados de brillo y pude ver como se le antojaba un helado . No le quitaba razón pintaban muy deliciosos .

- ¿ Y bien? ¿ De qué lo quieres ? -rompí el silencio de varios segundos de duración

Vi como ella se mordía el labio intentando pensar en un sabor :

- Ehh... ¡ oreo ! - dijo de repente , tanto , que pegué un pequeño salto hacia atrás .

- De acuerdo -le respondí . Mire al heladero y le ordené :

- Uno de oreo y pistacho , por favor - calcule el precio y le dejé el dinero encima del mostrador - quédese con el cambio

- Pensé que yo pagaría el mío , Sora

- Acepta este helado como disculpa ¿ vale ? - reí -

- Esta bien , pero solo este -sonrió ella también

El heladero nos dió nuestros cucuruchos con la crema helada , pintaba delicioso :

- Tomad - yo cogí el mío y yo le di el suyo a Saiko - tu hermanita me recuerda a mi hija - dijo alegremente

Pude notar la mirada de Saiko detrás de mí :

- Eh ... si , claro - me reí de la forma que pude , para luego poder despedirme de él - hasta luego , gracias por los helados - dije mientras movía la mano en señal de despedida :

- ¿ Por qué no le aclaraste ? No parezco una cría ¿ verdad ? - me miró muy intensamente buscando una respuesta

- Tendrás el tamaño de una niña de 10 años pero tienes una mente de 15 . Y lo digo sin vergüenza . Algunas veces , me gustaría hacer mis piernas más cortas . Ser tan alto , es un poco molesto .

- Eres muy comprensivo . Gracias - su voz sonaba muy serena y tranquila .

Sonreí :

- Vamos a sentarnos - señalé a un banco que estaba libre .

- ¡ Si ! - asintió con la cabeza , caminó al lado mío hasta llegar al asiento .

Nos sentamos juntos . Desearía que esto no acabase , por nunca :

Una historia de dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora