Capítulo 9

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Saiko

Entre mis brazos tenía un pequeño peluche suave y esponjoso de un pingüno. Takayama-kun me lo había conseguido, lo mire y le sonreí. Él me devolvió la sonrisa y vi su mano alzada y empezo a acariciar mi cabeza, como si de un perro se tratará. Yukino nos miró y se rió. Me levanté :

- Ahora... ¿ A dónde vamos ? - en ese momento noté una presencia detrás de mi

- ¡ A la casa del terror ! -dijo Takayama-kun con una voz terrorífica. Yo grité sobresaltada y pegué un pequeño salto.

- Ni hablar! -moví los brazos bruscamente - no pienso subirme en eso - cruze los brazos

- Venga Saiko - intentó convenzerme con esas pocas palabras. En ese momento Yukino se acercó a mi oído y me susurro con una cara traviesa :

- Él te protegerá... - dijo seguido de unas risillas

- Yukino! - cerré los ojos tapándome los oídos rápidamente- ya he dicho que no, no me voy a subir a esa atracción. En ese momento los dos suspiraron y los dos a la vez :

- ¡ Habrá que obligarla ! -dijeron los dos a la vez acercándose a mi, y los dos me tiraron de los dos brazos. Yo intentaba resistirme, pero era imposible aquellos dos tenían bastante fuerza.

Sora

Al fin habíamos llegado, enfrente de la puerta de la casa del terror, Saiko seguía retorciéndose pero Yukino me ayudaba a sujetarla, la verdad es que Yukino tenía bastante fuerza :

- Que no! No quiero subirme - siguió moviendose bruscamente

- Venga vamos a entrar - Yukino soltó a Saiko y esta se puso más nerviosa

- ¿! Yukino, no vas a subir !? - preguntó Saiko muy alterada

- Yo nunca dije que fuera a entrar a la casa del terror - me sonrío de lado

- No vale! - dijo ella y yo me reí

- Venga que no va a pasar nada - agarrados de la mano subimos las escaleras para entrar, y le di el ticket al chico que estaba a la entrada de la atracción, cruzamos la puerta. Yo sentí como su brazo temblaba y estaba muy nerviosa. Me pegué más a ella y se relajó un poco. La miré y sentí su relajación su rostro se había calmado, eso era buena señal :

- Lo ves, esto no es para tanto -la miré esperando alguna respuesta. Su rostro se elevó y miró al frente sin contestarme.

Después de unos minutos andando, apareció un vampiro de plástico y ella se sobresalto y se agarro a mi brazo. Como un acto reflejo. Notaba su cuerpo tiritar estaba realmente asustada. En parte disfrutaba y por otro lado no me gustaba verla así :

- Quiero salir - dijo muy bajito

- Ya queda poco, no te preocupes, ya falta poco para llegar al llegar

Ella asintió

Caminamos hasta el final, entre fantasmas, que eran como sábanas blancas y rasgadas y esqueletos, que parecían sacados de una clase de ciencia. Pero ella estaba muy asustada :

- ¡ Por fin !, lo he paso muy mal

- Lo he notado - digo entre risas y le saco la lengua

- Ja ja ja, eres muy malo

Yukino se acercó a nosotros y me guiñó un ojo y me rió de la nada :

- ¿ Tú de que te riés? - nos mira de reojo a los dos- están tramando algo seguro, y lo pienso descubrir

- Si, si , si seguro - me siento en un banco que estaba cerca nuestro- ¿ Dónde están Kaito y Yamato ? - dije mirando a Yukino

- Me dijeron que se fueron a por algo de comer

Una historia de dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora