Introducción.

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En un salón, tal vez llamado un salón de vida o muerte, se lo conoce normalmente como la corte del juicio, no se encontraba en sus mejores momentos, siempre se ha dicho que cuando un crimen va a empezar el lugar se vuelve frío y escalofriante por alguna extraña razón.
La sala de el juicio estaba llena de platicas, todos los presentes llevaban puesta ropa formal, cada una de esas personas parecía tener una expresión fría y seria.
Unos discutían y otros hablaban y algunos lloraban. Se pudo escuchar como una mujer de nombre de Cloudy Quartz lloraba y su eposo la acompañaba , uno de los dos susurro al viento "no puedo creer que nuestra hija halla sido capaz de eso" , mientras otras dos chicas lloraban y una chica de pariencia mayor miraba al piso con una mirada seria.
Los de el jurado se hallaban callados con una expresión fría y malhumorada en el rostro.
En eso entró el juez Done Justice, tenía la piel café claro, el cabello negro y ojos oscuros, iba vestido con un traje negro y fue a sentarse en su asiento.
Todos se callaron y se pusieron de pie.
- Buenos días.
-Buenos días señoría.
- Esta mañana se revisará el caso de los intentos de asesinatos, ¡Que pase la acusada!
La puerta se abrió y entraron tres policías y una chica en silla de ruedas.
Dos policías a los costados y uno empujando la silla, no existía expresión alguna en sus rostros.
La chica tenía la cabeza baja, su cabello lacio y rosa le cubría la cara, llevaba puesta ropa blanca y le cubría una manta morado oscuro, aunque no hiciera frio ella temblaba. En su regazo se encontraba un pequeño lagarto que acariciaba con su mano derecha ya que su mano izquierda estaba esposada a la silla.
Los policías la llevaron hasta el centro de la corte, se quedaron a su lado.
-Pinkamena Diane Pie se la acusa de intento de asesinato a 6 personas.
-Usted no sabe nada-la chica con vos quebradiza.
- No la escuché ¿podría repetir lo que dijo?
Ella levantó la cabeza, sus ojos celestes estaban rojos de tanto llorar, tenía el maquillaje corrido, su piel era rosa pero era bastante pálida.
-¡Usted no sabe nada¡ -Aumento el volumen de su voz . Todos empezaron a murmurar.
-¡Orden en la sala! Señorita podría explicar su punto.
- Usted no sabe nada.
-Señor juez con el debido respeto creo que esto es una pérdida de tiempo.-dijo un hombre de piel gris y cabello verde oscuro.
- La acusada tiene derecho a probar que es inocente...por favor señorita prosiga.
-Usted no sabe nada.
-Señoría...
- ¡Déjela continuar!
- Usted no sabe nada sobre lo que paso...-sus labios empezaban a temblar- usted no sabe nada.
-Señorita Pinkamena...
- ¡Yo no soy Pinkamena!
-¡Objeción!
-¡Silencio! ¿Por que niega el ser Pinkamena?
-¡Ella tomo el control de mi!
-¡Juez!
-¡Silencio!
-Ella...ella...me...me...me....ella no es yo...¡no soy yo!-estallo en llanto.
- Señorita...¿se encuentra bien?
- ¡No! ¡Pinkamena no me deja vivir tranquila! ¡Ella no me quiere feliz! ¡A ninguno de ustedes! ¡Ella es un monstruo con una interminable sed de sangre y sufrimiento!
- Señoría puede considerar la posibilidad de continuar...es obvio que la acusada presenta problemas mentales y no creo que sea necesario seguir con..
- Yo diré cuando termina el interrogatorio.
- Pero señoría...
- Señor puede guardar silencio y dejar que la sesión siga su curso..
El hombre se calló y tomó asiento.
-Señorita Pinkamena....
- ¡No soy Pinkamena! ¡yo soy Pinkie Pie!
- Esta bien señorita Pie..¿puede explicarse mejor?
Ella se frotó los ojos y luego se rascó la nariz.
Suspiro profundamente y con una voz algo quebadriza pero audible dijo a el juez:
- Esta bien...les diré lo que paso...todo desde el principio...parte de mi vida y de ella...lo que algún día fui, lo que ella fue, en lo que nos convertimos ambas.
Continuará.

Perdiendo el control de mi demonio interno: Pinkamena Diane PieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora