Mi corazón delirante (delirios de un corazón roto).

Destrucción en puerta.

Hola a todos. A petición de algunas cuantas personas os dejo esto por aquí. Espero que les guste.

No importa mucho lo que pasa ahora, pues aun hay un corazón en mi pecho que sigue palpitando, por lo tanto te dejo vivir una vida larga y feliz.

Si eres feliz ¿qué más da lo que alguna vez te rodeo?

Tranquilo, deja que los pecados los pague quien los deba. El tiempo lo cobrara cuando quiera.

La misericordia solo se le puede conceder a aquel herido que esta al borde.

Así es como todo se olvida; simplemente te alejas y no miras hacia atrás.

Él era especial; la racionalidad no era algo que él amara; la perfección parecía que le quería pero no más que yo; su sonrisa se confundía con la luz blanca de la luna y su sonora risa se mezclaba con el sonido de las olas al encontrarse con la arena en la playa.

Quizá nos volvamos a encontrar algún día. Solo que esa vez no intentaremos destruirnos el uno al otro. Por lo tanto, hasta entonces cuídate.

El destino fue encontrarte. Amarte. Ilusionarme. Perderte. Dejarte ir.

Te convertiste en esa luz que yo tanto necesitaba hasta que dejaste que esa luz se desvaneciera.

Su destino era desvanecerse y nada ni nadie podía haber detenido ese proceso tan atroz.

El corazón se rompe mientras intenta seguir luchando.

Las piezas que quedan después de una guerra son sobrevivientes que intentan llevar una vida normal.

Ame esos pedazos rotos que había en tu interior y aun así no fue suficiente.

Dispara cuantas veces quieras; yo ya estoy muerta.

No importa de que manera me recuerdes; lo importante aquí es que me piensas.

Y entonces lo vi todo; vi como mi pequeño mundo se desmoronaba trozo a trozo volviéndose polvo llevado por el aire para finalmente dejarme en medio de la nada.

Corrí y corrí con todas mis fuerzas pero al final el fuego me alcanzo.

Intente aferrarme a lo poco que me quedaba hasta que me di cuenta que no llevaba nada en las manos.

La oscuridad me alcanzo y por más que intente zafarme de ella, ella simplemente se aferraba a mi con sus garras; arrastrándome a lo más profundo, a ese lugar del que nadie nunca sale.

Podría decir que te odio, pero dentro de mi no alberga ni un sentimiento, que incluso me da miedo el haber perdido toda sensibilidad.

¿Es normal el no sentir absolutamente nada?

Es curioso lo poco que me llegan a importar las cosas. Supongo que solo se llega a ese cierto punto cuando se es destruido el interior.

El viento lleva consigo los peores miedos; repartiéndolo a quienes son más débiles.

Tiempo, solo quiero pedirte una cosa: ve lento, hay tantas cosas que quiero observar y memorizar para aquel día en el que no pueda volver.

Te recordare como lo que realmente fuiste.

El pecho arde pero aun tiene fuerza para seguir adelante. Es todo lo que necesito.

Todas esas veces que conté una por una tus cicatrices; me preguntaba a mi misma si algún día habría una por mi culpa. Cada día me esforcé porque fuera perfecto, por hacerte feliz y que nunca apareciera esa cicatriz a la que yo tanto temía, sin embargo, un día sin mas; apareció.

No se cuantas veces caímos como para decidir ya no levantarnos.

Nos costo mucho todo lo que construimos juntos; como para destruirlo en un par de segundos.

No debes volver a ese lugar repleto de cenizas. Las veces que vayas no servirán de nada, pues con solo verlo y arrepentirte no hará que todo vuelva a ser como antes.

Habiendo tantas cosas que podías romper; decidiste por mi corazón.

Ame todas tus piezas. Tus cicatrices. Tus demonios. Todo lo que odiabas de ti mismo, pero aun así no te fue suficiente.

El mundo de la desesperación esta tan lleno que se esta desbordando.

No puedo verte con este humo que nos rodea. No puedo sentirte. El suelo tiembla bajo mis pies. La miseria es todo lo que tengo desde que te perdí. En cuanto el humo se disipo, un mundo destrozado cobro vida ante mis ojos pero no fue eso lo que me aterro sino el no encontrarte por ninguna parte.

Fuiste mi pesadilla favorita.

Tu y yo fue lo mejor que le pudo haber pasado a este mundo. Pero como de costumbre todo lo bueno tiene que ser destrozado de una manera u otra.

Hay veces en las que no te puedo sacar de mi cabeza.

Siempre hay indicios de una destrucción inminente de cualquier tipo. Pero de esta destrucción no obtuve ninguna señal.

La debilidad se presenta en cada individuo de diferente manera, forma o textura pero siempre es lo mismo; la diferencia es que algunos luchan contra ella y otros dejan que florezca.

Sueño con el momento en que las heridas cesen. Con el día en que el amor vuelva a ser real. Con el día en el que habrá una persona honesta y de un corazón puro que con un poco de suerte yo podre estar cerca de ese alguien. Con el día en el que todo acabara silenciosamente; no habrá más destrucciones, no más derrumbes, no más heridos. Soñar no cuesta nada, que se haga realidad si.

Cobrar los pecados de alguien con nuestras propias manos es el pecado más grande que uno mismo puede cometer.

Deja mis demonios en su lugar, no intentes sacarlos de nuevo pues no querrás que terminemos igual que la ultima vez.

Se llevo mi corazón. Creo que se llevo mi alma. Muestra un poco de misericordia ¿no ves que estoy sangrando aquí?

Nos volveremos a encontrar el día final; cuando nuestros demonios nos unan.

Recordar es lo único que le queda a la persona que le toca sufrir.

No era atractivo. No era perfecto. No era el chico que todo el mundo quería. No era precisamente de lo más educado. Pero para mi bastaba que fuera lo más irracional que había conocido; porque el comprendía mi locura, aceptaba mi rareza, y sobre todo, amaba mis demonios.

Que Dios te guarde y se le olvide donde.

La locura y el amor siempre van de la mano hasta que uno suelta la del otro.

Comprendí todas tus facetas hasta que una se volvió tan evidente que no pude llevar el ritmo.

Serás idiota?