C.21

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"Paz es cuando te perdonas todo el daño que te has hecho

-¿Sobre qué? -pregunte.
- No me hagas esa pregunta... -Lo interrumpí.
- ¿Estúpida? -Complete.
Asintió como apenado.- Como sea. Sabes a que vine -Dijo.
-Vete -pedí.
- No -afirmo.
- Vete -repetí apretando mis dientes.
- Pase el ridículo en la cafetería -gruño.
- ¿Como sabes donde vivo? -pregunte.
- Juanpa -contesto.
- Villalobos , no sé porque viniste. Mucho menos sé porque tu tan repentino cambio al lamentar todo lo que has hecho -Le dije.- Y no me interesa.
- Bueno... Merezco tu desprecio o eso. Pero la única razón por la que estoy haciendo esto es porque de verdad lo siento...
- No es cierto -Dije segura.
- Mi hermana está enferma -Agacho la cara.- He prometido a dios remediar mis errores. Sé que contigo me he portado como un imbécil -Me miro.- Lo único que quiero es que no me guardes rencor, tal vez dios me este castigando por ser como soy y ahora a la que más quiero en esta vida se me está yendo -Sus ojos los tenia húmedos. Oh, por dios estaba llorando.
- ... No sé qué decir -articule.
Relamió sus labios.- Puedes pegarme, si quieres. Prometo no meter mis manos y guardar silencio.
Juro que ver al chico así me dio tristeza. Y como soy de sentimental ya comenzaba a lloriquear.
-... No soy como tú -Mencione.
- Lo sé.
- No soy como ellos -Apreté mis labios impidiendo soltar un sollozo.- Yo... Lamento lo de tu hermana y a ella no le deseo ningún mal, todo lo contrario... -Cerré la puerta en su cara. Me recargue en ella y me ahogue entre mi propio llanto.

[...]

-Me voy al instituto -Anuncie a mi papá quien estaba levantado ya. No recibí respuesta alguna.

Llegue al instituto y lo primero que hice fue ir a mi casillero donde Juanpa se encontraba recargado.
Sonrió en cuanto me vio, yo no hice gesto alguno.
-Hola -Dijo en cuanto me tuvo cerca.
No respondí.
-¿Enserio? -Pregunto irónico.- ¿Enserio seré ignorado? ¡Vaya madurez! -respondió así solo. Lo mire mal.
-Muévete -pedí.
Obedeció, abrí mi casillero y saque lo que iba a necesitar.
-¿Es necesario que me hagas esto? -pregunto.
Cerré mi casillero una vez con mis dos libros en manos y lo mire.
-Sí -respondí.
- Lo siento, no quería hacerte daño.
- Pero lo hiciste, y ya nada podrá remediarlo -Mencione.
Tocaron en anuncio que debían comenzar las clases. No le di más atención al caso y me dirigí a mi salón dejando ahí parado a Juanpa .

*

Tomaron mi muñeca con fuerza impidiéndome seguir el paso. Lo mire y me miraba neutro.
-¿Podemos hablar? -pregunto sin soltar mi muñeca.
- Tengo clases -Le dije.
- Eso a mí no me importa -Articulo.- Te he hecho una pregunta.
- ¿Qué quieres?
- Hablar, contigo -contesto.
- Suéltame -pedí.
- ¿Por qué? -pregunto.
- Por favor
Soltó mi muñeca con delicadeza.
-Sígueme -Se dio la vuelta para caminar.
- No -Dije.
Se giro a verme.- Por favor -Dijo.
Asentí y lo seguí hasta llegar al estacionamiento del instituto.
-¿Qué hacemos acá? -pregunte.
- Nos iremos de acá, no te asustes tor... ___ -Subió al auto. Su auto.
Lo imite subiendo del lado del copiloto.
-Torpe -Complete lo que iba a decir.
Me volteo a ver.- Lo siento -Giro su vista al frente y encendió el motor del auto.

No tenía ninguna idea a dónde íbamos, pero si seguíamos en la ciudad.
Miraba por el lado de la ventana.
-Flash Back-
Me di la vuelta para retirarme, camine rápido chocando hombro con alguien, lo mire y era Mario quien estaba como paralizado y era el único en el pasillo aparte de Juanpa y yo. Lo había escuchado todo.
-Fin del flash back-
Oh mierda, me iba a interrogar. ¡Eso haría!
Sentí el auto parar, me giré a ver a Mario . Bajo del auto e hice lo mismo.

-¿Qué hacemos acá? -pregunte.
- Quiero pasar el día contigo
Mis ojos se abrieron como platos. ¿Conmigo? De seguro estaba drogado o algo no funcionaba bien en él.
-¿Qué? -Salió de mi boca.
- Es broma -rió.
¡Wow! Que broma tan pesada. Me dolió, sus palabras todo lo que sale de él... Sigo pensando que soy una estúpida por estar enamorada de él.
No quería llorar, no frente a él. Pero mis ojos comenzaron a humedecerse lo que hice fue girarme disimuladamente.
-Oye ___, dime algo -Dijo.- Pero mírame.
Me giré a verlo.- ¿Qué?
- ¿Te cortas? -pregunto.
Negué.- No -respondí.
-No mientas, escuche todo. Dime la verdad
- No, ya te dije -repetí.
- Si sabes que eso es absurdo ¿cierto?
- Para ti. Pero para las personas que lo hacen les es importante para desahogarse -Dije enojada.
- ¿Qué ganan con eso? -pregunto
- Satisfacción
- No le veo sentido -Dijo despreocupado.
- Porque tu -Lo señale.- Eres un imbécil, porque tú no tienes idea de la mierda que sienten -Derrame una lagrima.
El me miro extrañado.- ¿Lo haces, cierto?
-¡Hey ___! -Gritaron.
Me giré a ver y era Jan Carlo quien venía a donde me encontraba con Mario .
-Jan Carlo
- Hola -Saludo ya estando cerca de mí.- ¿Te pasa algo? -pregunto frunciendo el seño.
Negué.- ¿Qué haces acá? -pregunte.
-Por acá vivo -respondió.- ¿Y tú?
Mario aclaro su garganta.- ¿Nos vamos __? -pregunto.
Me giré a verlo.- Vete tú -conteste.
-Viniste conmigo, y conmigo te regresas
- Espera -Hablo Jan Carlo dirigiéndose a Mario .- ¿Le estas dando una orden? -Le pregunto.
- Eso no te importa -Le respondió a Jan Carlo .
- Si, si me importa
- Da igual. Si quieres quédate -Se dirigió a mí.- Iré a ver a mi novia
"iré a ver a mi novia" ¿lo hacía a propósito?
Se monto en su auto y arranco para luego irse en segundos de ahí y perderle la vista.
-¿Estás bien? -pregunto Jan Carlo . Negué.- ¿Qué hizo para qué estés así?
- Me gusta -respondí.
- ¿Y, eso es malo?
- Yo no a él -conteste.
- ¿Es el que te trata como basura, cierto?
Asentí.- Lo quiero -Absorbí mis mocos.
-No siempre podemos tener todo lo que queremos -Me abrazo.

[...]

Observo todo el salón de clases, el profesor no ha entrado, todos están en su propio mundo. Grupos de chicas hablando de sus experiencias, otras de ropa y zapatos. Grupos de chicos hablan de futbol y otros de las chicas que les gustan.
Miro a mi lado izquierdo cuatro chicas sonríen. Se ven felices y sin ninguna preocupación. Volteo hacia otro lado y veo a Ahsley y Mario riendo, se ven felices. Me giro atrás, chicos bromeando, se ven felices. ¿Y yo? Y yo siento un gran vacío. Puedo verlos, más no sentir lo que sienten.

Me paro de la silla y salgo del salón, camino hacia el pasillo que lleva al baño de mujeres. Veo a las personas que me rodean y se miran sin ninguna preocupación...

¿Tu Broma Aún Es Divertida? - Mario BautistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora