C.41

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"Y es en ese momento en el que te das cuenta de que las personas que más amas, son las que más daño te hacen."

-No es eso... -Me interrumpió.

-Eres una mentirosa... -Murmuró, rozando su mejilla con la mía. -Se que no fuiste solo a caminar -Su voz sonó grave.

Me estaba poniendo nerviosa, decidí alejarme de él. -Si fui a cami... -Interrumpió rozando sus labios con los míos. Sus labios se movían y los míos estaban sellados, lo miré y sus ojos estaban cerrados, Juanpa me estaba besando y yo estaba shockeada.

Se separo lentamente de mí y me sonrió. -Tenía que hacerlo -Sonrió dejando ver su blanca dentadura.

Aun seguía en shock por lo que había hecho y abría mi boca torpemente para hablar pero las palabras no me salían.

-Es que me gustas -Dijo sin balbuceos. -No sé, pero me gustas. ¿Puedes gustarme? -Pregunto.
Me mandíbula casi caía al suelo y mis ojos estaban muy abiertos. ¿Le gusto? ¿De gustar?

-También te quiero, ¿puedo quererte?

Solté un suspiro y susurré. -Tal vez.

-De alguna manera tenía que decirlo, aunque parezca tontamente ridículo -Sonrió abiertamente. -Es que, bueno... No diré que estoy enamorado porque eso sería algo absurdo, me gustas de gustar, ____.

-He tenido un día pesado, Juanpa -Corté.
No es que no me gustara Juanpa porque en realidad eso sería mentir. Si me gustaba pero, ¿Quién me aseguraba que esto no era una mentira? ¿Él? Y, bueno ¿se supone que tenía que creerle? Oh, vamos a Juanpa le gustaba Ashley, ¿Por qué se fijaría en alguien como yo? Lo único que doy son problemas, no sirvo para nada, soy una completa inútil.

Además suponiendo esto, caería ya rendida porque solo solía ilusionarme rápido como siempre, esto lo único que causaba era confusión en mi cabeza porque nunca nadie un chico había hecho esto, nadie. Esto estaba muy lejos de la realidad, mi realidad.

Pase a su lado y camine hasta la puerta de mi casa, sentí sus pasos detrás de mí.

Me giré a verlo. -Vale, fui con una jodida psicóloga ¿entiendes ahora como estoy? -Dije molesta.

- ¿Qué...? -Dijo asombrado.

-Mi mamá sabe ya, piensa que estoy enferma y me amenazo con internarme en un centro de rehabilitación -Cada que hablaba mi voz se iba cortando. -Y ahora vienes tú y me confundes con besarme, ¿sabes cómo me siento, Juanpa ? -Negó. -Como una completa idiota que no sabe lidiar en situaciones como estas, porque nunca en mi puta vida me había pasado -Finalice con lagrimas recorriendo mis mejillas.

*

Analizándolo bien, me cabía una posibilidad en llamar a Juanpa y decirle que le daría alguna posibilidad y/o alentarlo a que me invitara a salir, pero jamás haría eso porque lo único que salía de mi boca eran cosas inútiles como yo, además de que mis pensamientos atacaban como fieras haciéndome sentir la peor mierda en la existencia.

Su cara de frustración, enojo y unas ganas de gritarme aparecieron justo en la puerta de mi habitación la cual estaba abierta. - ¿Por qué te fuiste así? -Habló.

Solo me limite a encogerme de hombros. Me levante de la cama y camine hacia el baño para no prestarle atención a ella.
Se acerco mucho más rápido y antes de que entrara al baño me sostuvo del brazo.

- ¡Me hartas, enserio! -Gritó.
Yo intentaba soltarme pero ella solo me jaloneaba, estaba furiosa, odiaba que la ignorara.

-Miércoles -Sostuvo con firmeza mi brazo. -Saliendo del instituto asistirás con Hope, ¿entendido? -Dijo amenazante.

¿Tu Broma Aún Es Divertida? - Mario BautistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora