Dos

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El hospital Alchemilla habia sido un sitio que Louis habia visitado cuando era pequeño, su padre habia estado alli algunas veces por algun problema del corazon, ya que sufria de eso y siempre lo acompañaba, aunque era un hospital, era uno tranquilo, no se sentia tan cargado de malas vibras como la mayoria de centros medicos, pero esta vez el ambiente era diferente.

Al cerrar la puerta, el completo silencio que se escuchó despues hizo que Louis se estremeciera un poco, miró la recepcion, habia papeles desperdigados en el mostrador, pero sin señales de que alguien hubiera estado alli por un largo tiempo.

-¿Hola? - preguntó timidamente, el eco se expandio rapidamente y se desvanecio de igual manera.

Empezó a caminar a paso lento, sus propias pisadas lo asustaban, era lo unico que se escuchaba en todo el hospital. Paso la recepcion y vio un diagrama del hospital, la sala de partos estaba en el segundo piso, el elevador estaba en la otra esquina del hospital, ya que la forma del edificio era en U, asi que mejor iba a tomar las escaleras, estaban mas cerca.

Caminó hacia la puerta de las escaleras e intento abrir la puerta, pero estaba atascada.

-Demonios... parece que tendre ir en el elevador.

Sin nada mas que hacer se dirigió rapidamente al elevador, cuando llego a este apretó el boton para que las puertas se abrieran, se escucho un horrible chirrido en el mecanismo y despues de unos segundos las puertas se abrieron, Louis entró y pulsó el piso numero dos. El elevador cerro sus puertas y empezo a subir, cuando el segundo numero del panel se encendio, el ascensor se detuvo y se abrio, Louis dio unos paso para salir y este se cerro detras de el.

El ambiente se sentia mas frio de lo normal en ese lugar, caminó un poco mas rapido buscando la sala de parto, con la esperanza de poder ver a Lydia y a su nuevo hijo, pero se detuvo del miedo por unos segundos. Claramente pudo escuchar alguien susurrando su nombre, primero penso que era su imaginacion pero luego recordó bien lo que habia escuchado y no habia sido un sonido sin sentido, habia sido su nombre y no lo habia escuchado lejos, lo escuchó al lado de el.

Volteo y no vio a nadie, se estaba volviendo loco, claramente era eso, asi que volvio a buscar la sala, dos pasos mas y se detuvo de nuevo, ahora habia escuchado a alguien correr, volvio a voltear y vió la silueta de alguien entrar a una habitacion y cerrar la puerta.

-¿Lydia, eres tu? - pensó.

Se acercó a la puerta que se habia cerrado y la abrió lentamente, dentro no habia nada mas que una cuna pegada a una ventana por la cual no se podia ver gracias a la niebla de afuera, pero eso no era lo que llamo la atencion de Louis, su interes fue captado por los llantos de bebe provenientes de la cuna, cerró la puerta detras de el y se acercó con pasos indecisos a donde provenian los llantos.

Cuando se atrevio a mirar al bebe, se dio cuenta que solo era uno de juguete, muy sucio y maltratado, con una soga amarrada alrededor del cuello.

-Que clase de broma es esta...

Debajo del muñeco habia pedazos de una nota, habia partes desgarradas pero lo que se leia era esto.

"E.. .u...r., .. .ol. m.o"

Al terminar de leer la nota, Louis no comprendio nada, estaba mas confundido, se quedó un momento con el papel entre sus manos y luego lo dejó junto al muñeco, miro por la ventana, luego volteo para salir pero se quedo quieto al ver a una mujer parada frente a el, era una chica que conocia muy bien, hace mucho la habia conocido, pero tambien hace mucho que no la veia.

-Chlo... ¿Chloe, eres tu? - preguntó.

-Louis... - el se dio cuenta, era la voz de ella la que escuchó antes - ¿Por que me obligaste a hacerlo?

Louis no dijo nada, no tenia ni idea de que hablaba ella.

De pronto, a lo lejos, se empezaron a escuchar unas sirenas, que aumentaban su volumen cada vez que volvian a sonar, Louis miró toda la habitacion, esta oscurecia y se despedazaba poco a poco, se pudria. Cuando volvio a mirar a Chloe ya no estaba. Un ruido de interferencias venia detras de el, en la cuna se hallaba una linterna y una radio que parecia estar malograda.
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Lydia se levantó en la cama de algun cuarto muy sucio, lo primero que hizo fue agarrarse la barriga, sintió las pataditas de su bebe y se alivio.

-Me alegro que te hallas despertado - dijo una mujer en la oscuridad, que se fue revelando poco a poco.

Lydia la miró y se sintió un poco mas segura sabiendo que no estaba sola en ese horrible lugar.

Silent Hill: UnbornDonde viven las historias. Descúbrelo ahora