El maestro Sanji es uno de los más grandes sabios de la antigua Grecia, admirado y seguido por más de la mitad de los habitantes cercanos a su templo. Anda en busca de un pupilo nuevo, más específicamente, un aprendiz.
Debido a que hace no más de dos días su antiguo aprendiz se había ido a la capital, Atenas, a ejercer lo que había aprendido bajo su tutela y vaya que le había enseñado bien. El muchacho no había sido fácil de dominar pero siempre estaba dispuesto a escuchar sus enseñanzas.
Éste caminaba por la calles en busca de alguien a quien instruirle dentro de sus saberes en la reconocida materia de la filosofía y en otras que no lo eran tanto, como en el fino arte de amar que la misma diosa Afrodita le había enseñado durante su tiempo de reflexión en el bosque de las ninfas.En realidad no buscaba nada ostentoso, solo un muchacho que le escuchara y que no fuera un niño inútil, ya que los muchachos prácticamente le llovían para estar en ese puesto pero estos eran simples mocosos que habían vivido bajo las faldas de sus padres hasta ahora. Sanji suspiró ¿realmente solo podía tener un cabeza hueca con mucho dinero? Negó, entre los habitantes debía haber alguno que no fuera un simple inútil que solo le sirviera en la cama o tal vez ni eso.
Siguió su paseo hasta que llegó a una casa que no había visto antes, la vivienda era humilde pero decente. Entró mirando los jardines bien cuidados y divisó unos movimientos a lo lejos, se acercó al sitio y observó algo que le llamó la atención. Un chico de cabellos verdes, blandía la espada frente al hombre de cabellera negra con una destreza y agilidad que solo se adquieren con años de entrenamiento.
Se quedó allí unos minutos hasta que observó que el menor era desarmado y el arma voló por los aires hasta clavarse a unos metros de donde estaba el chico de cabellera verde.
Fue acercándose poco a poco, hasta una distancia prudente, ambos hombres estaban sudorosos y jadeantes, sus ojos se fijaron en el de cabellos verdes, la delgada ropa de entrenamiento se le pegaba al joven, pero trabajado cuerpo, y su pecho subía y bajaba. Se imaginó al chico de la misma manera pero en una situación diferente, jadeante, sudorosa, cansada, pero no por un extenuante entrenamiento, sino algo más placentero. Instintivamente relamió sus labios ante la simple idea, ya lo tenía decidido, ese sería su nuevo aprendiz.
Se dio la vuelta y retomó su andar, ésta vez con dirección a su templo, su lugar de sabiduría donde tendría a ese chico a su merced.
Esa noche soñó como una virgen soñaría con su primer hombre, realmente estaba ansioso por tenerlo y nada se lo impediría.
A la mañana siguiente se despertó de un humor estupendo, fue al comedor donde sus sirvientes ya tenían todo preparado para su desayuno y algunos preparaban su baño matutino. Luego de la rutina de siempre decidió ir a esa casa a la que había llegado la tarde anterior.
Antes de salir se había puesto su túnica que representaba su dominio en alguna asignatura, la cual era de un color blanco con un emblema de oro que se ponía sobre el hombro izquierdo, salió dispuesto a cumplir su objetivo.
Cuando le faltaban unos metros para llegar a la residencia pudo observar como un hombre salía de ella atravesando los jardines directo al camino donde un lacayo que detenía un corcel de crin negro le aguardaba, apresuró el paso ligeramente sin llegar a parecer desesperado.
Cuando llegó y estuvo dentro del campo de visión del hombre que salía de la residencia vio como éste hacía una reverencia, sonrió satisfecho, esto lo haría todo más sencillo.
Se equivocaba rotundamente.
-Maestro ¿Qué le trae por aquí?- le cuestionó el hombre y Sanji fingiendo no saber qué o quienes residían en la casa respondió.
- Estoy en busca de un aprendiz, alguien de inteligencia vivaz y que esté dispuesto a aprender de la filosofía ¿Sabe usted de alguien así?.-
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Mi Aprendiz
FanfictionEn la antigua grecia los Sabios acostumbran tener pupilos, estudiantes de los cuales les introducían en los saberes que abarcaba su conocimiento. Pero de igual manera acostumbraban tener un "favorito", al que la gente conocía como aprendiz, que es e...