Capitulo 2: Se acerca

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No podia creerlo, todo lo que pude presenciar y vivir solamente fueron tres segundos de mi vida que estoy seguro que jamas olvidare ni podria si lo quisiera, cada accion y cada sentimiento fueron demasiado reales, sentado en mi cama solo podia sentir mi corazon palpitar con mucha fuerza y mi respiracion acelerandose junto con mi vista y mente perdidas en el vacio tratando de asimilar lo que habia sucedido, casi no parpadeaba aunque tuviera los ojos muy hinchados por las lagrimas, no representaba ningun gesto, no queria asustar a mi madre ni a Sebastian, aun no habian asimilado lo de Eduardo como yo, solo pude tallarme los ojos y agarrar las cobijas para secarmelos lo mas rapido que pude para poder bajar a desayunar e ir a mi trabajo, pero al momento de bajar las escalera sy ver a mi madre en la cocina no pude evitar recordar su imagen en aquella noche, respire hondo y prosegui a saludarla como todos los dias aunque no podia sacar la imagen de mi cabeza y menos su ultima frase "todo es tu culpa" no entendia nada de lo sucedido, como algo asi puede ser mi culpa? Como la muerte de Eduardo puede ser mi culpa? Como mi sufrimiento de cada una de esas noches puede ser mi culpa.. Solo queria que acabara todo y volviera a ser como antes... Despues del trabajo y de un dia lleno de prenguntas a mi mismo de todo lo que sucedia a mi alrededor y mas de lo que sucedia esas noches tan perturbadoras.

Cuando llegue a mi casa mi madre se quedo dormida en el sillon de la sala con la television prendida, le traje una frazada y la acomode lo mas que pude para que no se lastimara el cuello o algo mas, llegue cansado y fastidiado, lleno de preguntas sin responder y demasiados cuestionamientos en mi mente que no queria hacer nada mas que pensar en una respuesta logica de lo que ha sucedido, pero por mas que lo intentaba no lograba nada, lo le hallaba el sentido a nada, intentaba relacionarlos, pero solo coincidian la muerte de mi hermano y la misma noche que se aparecio eso en mi mente. Sebastian no estaba ya que visito la casa de uno de sus amigos, mi madre estaba dormida y yo solamente en mi cuarto, pero de un momento a otro no pude evitar sentir una mirada pesada y profunda sobre mi, me quede quieto en silencio para saber si era algo comun, no se oia nada raro, solo sentia la mirada en esa misma habitacion entonces voltee la mirada hacia el armario, habia una diminuta apertura, oscura... Quede aterrado con solo darme cuenta, un ojo, no parecia humano, no lo alcanzaba a distinguir pero me observaba en silencio, no sabia que era pero podia jurar que habia algo ahi, mirandome en la obscurudad del armario, quede con la mirada fija, aun con terror pero la intriga se apodero en mi no podia dejar de verlo, me sentia mas debil a cada segundo que pasaba y sin darme cuenta ya me encontraba dormido, deesperte, me senti aliviado, la ya no sentia la mirada en mi y ya no me sentia cansado como hace unos momentos, de pronto tenia hambre asi que decidi ir por algo a la tienda que estaba doblando al esquina de mi casa, me puse unos zapatos y baje las escaleras, pero algo me interrumpio, mi madre me llamaba desde la sala y yo estaba a punto de salir por la puerta llamandome para que fuera con ella, seguia su voz pero no la encontraba, segui la voz hasta una puerta, no recordaba para nada esa puerta, ademas parecia bastante vieja, pero de ahi venia la voz de mi madre, no entendia lo que pasaba, pero por alguna rara razon, tenia una idea... abri la puerta, rechino bastante pero mi madre seguia llamandome, entre a un pasillo que estaba muy oscuro, apenas con una tenue iluminacion roja, era largo, no le veia el final, di un par de pasos y de la nada aparecio una pared frente con un espejo frente mio, me sorprendio y retoricedi un paso, apenas podia distinguirme a mi mismo en el espejo por la misma oscuridad, era inquietante porque no solo estaba yo, apenas se distinguia pero eso estaba mas claro que nada, en el espejo, no solo me reflejaba yo, alguien a mi lado, cuando lo identifique me di la vuelta pero no habia nada, aunque seguia en el espejo, aunque sin embargo, si sentia que habia algo o alguien ahi no se que era, pero me observaba por el reflejo de la misma manera de la que yo lo hacia voltee una vez mas y al regresar la mirada ya no estaba la pared y seguia el pasillo, sin mirar atras segui caminando, siguiendo la voz de mi madre, pero cada vez se hacia mas un susurro que un llamado, pero como siempre, la intriga me dominaba, segui adelante.

Camine hasta medio corredor, y volvio pasar algo, una puerta a medio corredor, apenas se veia, perdi casi toda la visibilidad pero la vi, quise abrirla pero no quise, me intrigaba mas el ya susurro de mi madre llamandome, aunque me quede con las ganas de abrirla, por fin, llegue al final del corredor, y quede impresionado, no veia nada, el susurro era cada vez mas fuerte, tuve que estar tanteando la pared, pude sentir una puerta busque el picaporte lo encontre, de ahi venian los susurros, cuando entre al cuarto, me senti aterrado, de la nada senti como si estuviera en un escenario frente a demasiada gente, pero totalmente silencioso, senti una depresion enorme, demasiado frio y susurros por todas partes pero ninguno tan fuerte como el de "mi madre" entonces, sucedio, todo paro, los susurros, las presencias, las mirada, todo paro, para simplemente sentir el putrido olor frente a mi, un par de luces rojas y una mano demasiado fria tocando la mia, tarde en entender algo, las luces rojas, no eran luces, eran ojos, brillaban como foco de navidad y el putrido olor, tal parece que era su aliento... Quede paralizado del terror que sentia en ese momento, no podia moverme aunque quisiera, no podia respirar, queria llorar y entonces tenia que pasar... Se escucho el susurro de mi madre mas cerca que nunca, con el putrido aliento que pude notar, quede horrorizado, sentia su helada mano pasar de mi brazo a mi hombro siguiendo al cuello y terminando en mi mejilla, con un instinto maternal me la acaricio y de repente escuche un grito estruendoso en la habitacion y para ser mas especificos lo que estaba frente a mi grito, pero no era un grito que no se reconociera, era el de mi madre, su misma voz retumbo en mis oidos pero de repente todo paro, abriendo mis ojos como si todo el tiempo los hubiera tenido cerrados y pudiera abrirlos cuando quisiera, estaba en el sillon de la sala, con la ropa puesta que iba a usar para salir anteriormente, rapidamente me pare y estaba sudando anormalmente, no deje de pensar en esos ojos rojos, tan vividos como la vida misma pero eran tan tenebrosos como la peor pesadilla que un hombre pueda tener o mas simple, el infierno que uno mismo puede poseer solamente en su cabeza.

Continuara.

Cuando la luz se apaga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora