Capítulo Cuarto.

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Sábado, 6 de Septiembre del 2015.
Mi nombre es Sabine Loveless y tengo unas eufóricas ganas de comerme el mundo.
Creo que debo explicar la situación antes de que piensen que estoy desquiciada.
La semana transcurrió de una manera algo (demasiado) tranquila para mi gusto, con respecto al Instituto, nada fuera de lo comúnmente aburrido que puede ser, los maestros se presentaban, cada quien con su particular manera de hacerlo, algunos intimidando a sus alumnos, otros simplemente indiferentes, esos son los que más me agradan, no hacen preguntas personales, no te obsevan con desdén, no les importas y sinceramente ellos tampoco a mi. Dejando de lado el complejo mundo de los maestros, se podría decir que hice amigas, dos en realidad, sí así es, Sabine Loveless hizo amigas.
La maestra de filosofía nos dejó un trabajo acerca de la manera de los adolescentes de ver la vida, debíamos responder algunas preguntas en parejas, 《¡Oh no!》pensé. Todos y todas se sonreían, ya sabían con quién ir, bueno no podía ser tan malo hacer un trabajo sola, ya lo había hecho antes. Cuando estaba comenzando a responder las preguntas, una muchacha pelirroja, tez blanca y pecas se acercó a mi.
-¿Disculpa, tienes pareja? -preguntó sonriendo.
Por un momento me quedé perpleja, me encantan las personas pelirrojas desde que soy pequeña, siempre me han parecido personas muy atractivas e interesantes.
-Pues no, ¿Lo hacemos juntas? -respondí devolviendo la sonrisa.
-Claro, dijo acercando su banca.
Empecé a observar las preguntas, que al menos para mi resultaban confusas, la muchacha pelirroja, me arrebató la hoja sutilmente.
-Por cierto mi nombre es Dinorah Frank, ¿Sabine, cierto?
-¿Cómo lo sabes? -pregunté confusa.
-Es difícil que pases desapercibida -dijo.
Empezamos a reír juntas, en serio me agradaba ésta chica.
Dinorah leyó la primera pregunta en voz alta.
-《¿Es posible morir de dolor recordando un instante?》
Buena pregunta, pensé.
-Pues..la vida está basada en instantes sabes, un instante de dolor, un instante de éxtasis, no creo que sea posible "morir" literalmente, pero si es posible sentirse muerta ante algunos recuerdos..aún estando viva-dije.
-Vaya, ¡Está genial! lo anotaré, me caes bien-dijo Dinorah sonriendo
-También me agradas.
-Vale, ¿Tienes con quién almorzar?
-Pues de vez en cuando almuerzo con mis amigos pero últimamente no sé donde se han metido, es como no tenerlos- le conté, como si nos conociesemos de años.
-Te entiendo, me siento igual a veces, pero venga, ahora nos tenemos la una a la otra, es bueno darse la mano cuando el resto del salón es algo, raro. -señaló al salón.
Me reí mucho, así conocí a Dinorah.
Luego de terminar la clase de filosofía, Dinorah y yo fuimos por algo a la cafetería del Insti, mientras hablábamos de las materias, la vida y el desamor nos topamos con una escena muy poco convencional.
Una muchacha con el cabello teñido de rosa, peleaba con la señora de la cafetería, me parecía que se llamaba Cécile, al parecer porque ella no tenía dinero para pagarle.
-Vamos Cécile, sólo ésta vez, te pagaré el lunes- gritaba la muchacha.
-¡No Roxy! me debes casi 30 dólares, ¡Deja esa bandeja ahí!
La chica del cabello rosa que al parecer se llamaba Roxy se acercó a Dinorah y a mi.
-Chicas ¿Traen algo de efectivo? -preguntó, como si fuera lo más normal del mundo.
Me inspiraba confianza de alguna extraña manera, así que le presté cinco dólares.
-Gracias hermana. -dijo mientras se lo daba a Cécile para poder tomar la bandeja de comida.
Roxy caminó hacia nosotras y nos invitó a sentarnos con ella.
-Y...¿tienes problemas financieros? -preguntó Dinorah.
-No, en realidad, siempre olvido el dinero en casa, y por lo visto Cécile se está cansando de mi, pero en fin ¿Quiénes son? -preguntó Roxy.
-Soy Sabine, y ella es Dinorah.
-Lindos nombres, soy nueva aquí, me mudé de Nueva York.
-Vaya, ¿así que tienes amigos? -preguntó Dinorah.
-Son las únicas con las que he hablado en días. -dijo.
-¿Por qué? -pregunté desconcertada.
-No lo sé, algunos me miran extraño, o algunas idiotas se ríen de mi, supongo que es eso.
-Bienvenida al club, puedes unirte a nosotras, también detestamos a los idiotas. -dijo Dinorah estrechando su mano con la de Roxy.
-Espero y no estén desquiciadas. -Bromeó Roxy.
-No más de lo normal- dije riendo.
Y sin más de la manera más sencilla, terminé conociendo a dos personas excéntricamente geniales.
A Dinorah le fascina la naturaleza, tiene un estilo algo hippie y le apasiona la música alternativa.
Roxy adora el rock y el metal, su relación no es muy buena con su familia, es una "chica problema" según ellos. Creo que hemos creado la combinación perfecta, una pelirroja hippie, una rockera de pelo rosa, y una punk que ama leer.
Me siento feliz por el momento, rara vez me he sentido así, generalmente la vida me golpea en el trasero, diciendo que no merezco lo que tengo, pero ahora las cosas parecen estarme sonriendo, sólo espero no joderla, porque siempre lo hago.
Pero hay algo que aún ocupa mi mente.
André, el muchacho de aquel día...
Es tarde, debo dormir.
Nos vemos, Sabine.

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⏰ Última actualización: Aug 27, 2015 ⏰

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