Las notas ocultas de Sabine Loveless.

Capítulo Segundo.

1 de Septiembre del 2015, 10 am.
Justo ahora estoy sentada en el nuevo salón, éste año no coincidí en ninguna clase con Sophy o Dominic, tengo la sospecha de que será un año bastante solitario.
Hace aproximadamente una hora atrás, en el salón se presentó una de nuestras maestras "Miss Higgins" una mujer de mediana edad con demasiado entusiasmo para mi gusto, aquella clase de maestra que pretende entender a los adolescentes fingiendo ser uno de ellos, es triste.
Hizo que cada uno se parase y se presentará diciendo algo de si mismos o algo que los defina, obligar a los alumnos a pararse en frente de todo el salón y hacerlos decir cosas que no quieren es un ejercicio sádico de humillación pública, al menos así me siento cada vez que debo presentarme ante la clase.
《Soy Sabine Loveless, como la mayoría de aquí, soy de Michigan y espero no meterme en problemas éste año.》todos me miraban con cierto aire de extrañeza, quizá se debía a mi apellido "carente de amor", o a mi peculiar manera de vestir, demasiado negro y diversas texturas provocaban ser observadas con desdén, incluso Miss Higgins no disimulaba su sorpresa, eso me molestó, hay algo que me molesta en el mundo más que nada, y es el hecho de que la gente te vea con desprecio sin siquiera disimular, como diciendo:《Espero que mi mirada de asco te haga entrar en razón.》
Tras haberse presentado todos, la maestra dijo que tenía que ausentarse, así que la clase se quedó sola y aproveché para analizar detenidamente a cada miembro que conformaba éste salón, estaba sentada justo al final de la clase, con una fenomenal vista a la ventana, lo cual me daba la posibilidad de observar a todos, sin moletarme en girar mi cabeza en varias direcciones, hasta me sentía suertuda.
Comencé por el frente, algunas muchachas desalineadas con grandes anteojos ocupaban la mayoría de la parte delantera, eran las víctimas perfectas para Camille, sentí pena por ellas.
En el medio me encontré con un montón de especímenes, amplia variedad, desde chicas que lucían como muñecas hasta el payaso de la clase, pero...nadie llamaba mi atención, nadie por quién valiese la pena levantarme e ir a hablarle. Observé a la parte posterior del salón, pude identificar a algunos "muchachos problema" (así los llamaba mi madre) peinados alocados, chamarras de cuero, y demás, entre ellos me percaté de un tipo corpulento que se había presentado como "Scott" era rubio y su piel tenía un tono durazno, era como la perfecta combinación de todo lo que no me gusta en un hombre, pertenecía al grupo de los muchachos problema, que intentaban ser diferentes pero terminaban cayendo en un grupo donde todos lucían iguales, y si era así obviamente no eran únicos.
Bueno me había cansado de observar a todos, así que dirigí mi vista a la ventana, el cielo estaba completamente gris y los nubarrones se acumulaban para una espléndida y estrepitosa tormenta. El ruido de la clase interrumpió mis pensamientos ¡AAH! que molestia ¿Por qué debían ser tan ruidosos? ¿Acaso no les importaba que todos escuchasen su conversación?
《Un año más Sabine...un año más》me consolaba a mi misma, mientras le daba vuelta a un mechón de mi corto cabello.
Toda mi vida me sentí encerrada dentro de una caja llena de condiciones que tenía que cumplir, quizá por miedo o por falta de carácter. Exactamente el 2 de Noviembre del 2012 decidí que no quería seguir siendo una Sabine falsa, una Sabine que en realidad no se sentía cómoda consigo misma, así que tomé las tijeras que mi madre utilizaba en la cocina y corté todo mi cabello, hasta dejar una pequeña melena despeinada, luego lo teñí de negro, por primera vez en mi vida me sentí feliz y libre, sin temor a nada, ¡Me sentía invencible!
Ahora que lo pienso había una manera de la cual hubiese querido presentarme:
《Mi nombre es Sabine Loveless.
Definitivamente sí, carezco de amor.
No, no pertenezco a ningún club de adoración a satán.
Y pienso, que todos aquí son unos idiotas retrasados.》

Acaba de sonar el timbre, debo huir, quiero llegar a casa lo antes posible.
Nos vemos. Sabine.