Escondida bajo el universo

Capítulo 4

El mensaje estaba claro. No debía de hacer nada. Había cometido el error de avisar a la policía. Esto sólo debía haber quedado para mí.  Ahora sólo he de seguir las instrucciones de un anónimo psicópata o eso me parece a mí.

No he pegado ojo en toda la noche. Sé que me espían y la inseguridad de ver a mi amiga viva algún día,me aterra.

Y por mis padres, igual. Tengo mucho miedo de perderlos.

Sólo hago que ir a lavarme y secarme las lágrimas.

Cada vez que mi móvil recibe una notificación me pongo tan nerviosa...

Esta vez es Austin. Me invita a un café.

Me doy una ducha rápida, me visto con una camiseta y unos tejanos muy casuales.

Bajo a recepción quince minutos después del mensaje.

Salimos por la puerta y vamos por unas callecitas muy románticas, són calles estrechas llenas de balcones con flores, las farolas son muy antiguas y las fachadas són de piedra, le da un aire muy romántico a la calle. Todo són tiendecitas artesanales y cafeterias decoradas igual que la calle, como si en cien años no hubiese avanzado. Parece un pueblecito.

Me lleva a una cafetería con dos mesas de madera blanca con sillas a juego. Todo son flores de colores, predomina el verde de las ramas y las hojas y el rojo de algunas florecitas y rosas. Nos sentamos los dos, uno enfrente del otro.

Físicamente es un chico de 1'80 si llega, delgado pero no muy fibrado, es normal. No me parece muy guapo, la verdad. Lo veo normal. Su cabello castaño cubre unas cejas bonitas y gordas a las que algún pelo le sobra, debajo de esas cejas hay unos ojos verdes, muy brillantes. Me recuerdan a los de un gato y no me había dado cuenta antes de sus ojos. Son preciosos. Luego le sigue una nariz un poco redondita, a la vez perfecta, sin ningún punto negro con respeto a mi nariz. Sus labios eran normales y su barbilla redondita. Cuando ríe se le marcan unos hoyuelos en las mejillas.

De carácter se vé un chico muy optimista, tímido, se preocupa por los demás, amable y algo despistado.

Me encantaría que fuéramos amigos.

Me pide un café sin decirme de que es. Esta buenísimo.  El suyo y el mio son iguales.

Tiene buen gusto.

Nos quedamos hablando una hora.

Ya somos amigos!

Seguimos caminando por París.

Me saca el tema de mis padres y mi amiga.

Me pongo tensa. No sé que decirle.

- Ya has hecho todo lo posible,  no te preocupes. Ya lo estoy solucionando con unos detectives privados.- Le respondo segura de mi misma, aunque sé que es mentira.

-Me alegro de que ya no estés tan preocupada como ayer. Sólo espero que aparezcan sanas y salvas.- Me responde con una mirada esperanzadora. Como si fuése un cargador de energia de un móvil. Él es la única persona que me presta atención en este momento.

Seguimos caminando, hablando y riendo.

Él hace que me olvide de todo. Aunque es imposible olvidarse, me hace sonreír.

Me encierro en mi habitación. Ahora estoy sola.

Intento dormir y no puedo. Sólo doy vueltas. Aún es de día y el sol entra por las ventanas de la habitación. La pantalla de mi móvil se enciende. Recibo un mensaje de un número anónimo.

    "Sal del hotel y dirígete a qualquier otro lugar sin dar explicaciones y sin avisar a tu "amigo" .
Pd: vuelve en dos horas."

Agarro la chaqueta, el dinero y me voy corriendo sin decir nada. Entro a una tienda, tienen unas deportivas muy chulas, las compro y suena mi teléfono. Austin...

Dejo que suene la llamada, me duele rechazar una llamada. Veo que mi móvil empieza a comportarse raro, la pantalla se apaga y se reinicia, ahora esta de color azul fuerte con numéros y letras que van parpadeando. Lo guardo en el bolso y sigo mi camino. Pregunto la hora en un establecimiento y me voy haci el hotel. Han pasado dos horas justas. Veo a Austin.

- Te he llamado, ¿Por dónde has estado?
-Lo siento, mira mi móvil. -se lo muestro, se queda sorprendido y me recomienda un lugar para llevarlo a reparar- He estado paseando y comprando. Le enseño la bolsa.
-Bonitas deportivas. - Se ríe - ¿Porqué no te las pones?
-Me las pondré mañana,ahora quiero descansar. ¡Hasta mañana!
-¡Hasta mañana!

Entro en mi habitación. Abro el armario, cojo el pijama y las sales de baño para darme un buen baño relajante. Enciendo las velas aromáticas y dejo la ropa en el mueble. Dejo la bañera llenandose.

Regreso al armario y recuerdo que dejé la ventana cerrada antes de irme, ahora está abierta.

Encuentro un papel doblado en la ventana.

Nota

Siento mucho que haya tardado en publicar este capítulo, entre el final de vacaciones y la vuelta a mis estudios, no he tenido mucho tiempo. Espero que os guste el capítulo. Intenteré escribir el siguiente capítulo en pocos dias. Muchas gracias por leer mi novela y por comentar y votar ♡.

Si hos ha gustado votad y comentad.
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Cualquier duda escribidme un mensaje.
Perdonen las faltas de ortografía.
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¡¡¡¡¡¡¡¡Muchísimas gracias por todo!!!!!!!

-Laura