Academia Alart
*
Narra Alex Thompson*
-...y es un honor para nosotros recibirlos en este año...
Alex miro a su hermana, en verdad ese día no podía ser mas aburrido.
Dos años en esa Academia y tenían que soportar el mismo discurso de siempre al pasar a un nuevo año.
Ahora eran los mas grandes de toda la escuela, en verdad no sabía por qué había llegado temprano.
Miro a su alrededor para buscar caras conocidas, encontrándose con las mismas de siempre, los dos Mizuru, Nina y Jeffrey.
Creía que al fin se había librado de ellos, había soñado con el día en qué Jeffrey no lo llámase "enano" y Nina no lo regañase por llegar tarde a clase, sus esperanzas se rompieron otra vez.
Suspiro pesadamente y miro nuevamente a la directora Luna, qie ya había dado por acabado el discurso.
L
es dieron permiso de retirarse, lo cuál Alex agradecío internamente. Tomo el brazo de su hermana, quién se disponía a saludar a los hermanos Mizuru y empezo a correr.
=Si no me ven, no me molestan, si no me ven, no me molestan...= penso sin dejar de correr.
Paro su carrera al llegar al enorme patio con varios arbustos podados de forma que parecieran animales o cosas. Suspiro nuevamente y miro su reflejo en un charco de agua estancada.
Su cabello castaño-dorado estaba despeinado y mojado por el mismo sudor que cubria su frente, sus ojos miel eran llamativos pero ojerosos y su piel ligeramente pálida parecía lodosa por el agua. Miro a su hermana, quién parecía a punto de asesinarlo. Era exactamente igual a el, solo que con el cabello mas largo y el rostro mas fino y delicado.
- Explicate antes de que te arruine la cara- gruño Andrea, su hermana.
- tsk... No me molestes, mocosa- dijo el, desviado la mirada y empezando a caminar.
En realidad no sabía como.funcionaba el extraño comportamiento de su hermana y de Nina Mizuru. No eran femeninas pero eso no evitaba que se vieran lindas cuándo las obligaban a arreglarse. Tenían amor por la clase de defensa personal y siempre hablaban de anime, no era que le disgustase, era mejor que escucharlas hablar de ídolos de la música como las otras chicas del salón.
Eso le hizo preguntarse algo. Habían hablado de 4 o 5 alumnos nuevos de clase media. ¿cómo habrían llegado ahi? ¿quiénes serían? ¿acaso serían un peligro para el y su hermana y sus molestos amigos...? ¿Serían asesinos o ladrones? Bueno, habia mucho que robar por ahí.
- ¡Alex muévete...!- su hermana le llamó la atención demasiado tarde ya que en pocos segundos se encontraba en el suelo.
Miro a la persona que chocó contra él.
Era bajita, de cabello largo, castaño y amarrado por una coleta mal hecha, su piel de un tono moreno claro parecía chocolate =¿es lo primero que se te viene a la mente, Thompson?= y sus ojos verdes opacos eran escondidos por unos lentes ligeramente rallados.
Vestía el uniforme de varones, estaba desgastado y tenía parches en las rodillas.
- P... Perdone- se levanto rápidamente y se hecho a correr como un gato espantado.
- 1...- susurró Alex, se levanto y se sacudió el unforme- faltan 4
*Narra Reik Nakahara*
La joven dejo de correr cuándo estuvo a una distancia segura de esos chicos.
Había chocado con alguien por distraerse con la arquitectura de ese colegio, en verdad aún no creía qhe estuviese ahí.
Era una academia para personas que en verdad la podían pagar, ella había ido por una invitación de la subdirectora y la directora para empezar a asistir.
Estaba nerviosa pero no se iba a acobardar.
Miro las escaleras que sw dirigían hacia su futuro.
Tomo aire y empezo a subir.
Esto iba a ser increible.
