"Dilema en fin de semana"
Marshall suspiro, desde que lo cambiaron se dio cuenta de lo desquiciado y pervertido que era Finn Shinesis...
Por ejemplo:
*Flashback*
Reik suspiro cansada
- ¿Cuánto falta Marshall...? Llevamos caminando como una hora...
- Teníamos que ir por el gas pimienta...
- ¡Era más efectivo comprar la macana!- se quejó la chica de lentes.
- No empecemos de nuevo
Habían ido a comprar cosas de defensa personal y unos dulces para Nina. Iban a llegar un poco retardados a la escuela pero la seguridad es lo que cuenta.
Mientras ello peleaban no se dieron cuenta de que Finn los seguía.
Marshall suspiro molesto y miro al.horizonte por un momento, oyó cómo una lata callese al suelo y un chillido salía de los labios de la joven.
Se volteó lo más velozmente que pudo, Finn tenía sujeta a la joven de lentes.
Lamio su mejilla mientras ella ponía cara de trauma
- Nakahara-chan, me alegra encontrarte al fin- dijo sonriente
- ¡¡M... Muévete!!- chilló ella retorciendose y tratando de golpearlo.
Marshall se vio obligado a golpear a Finn y los dos huyeron antes de que reaccionará. ¿acaso esa chica viviría toda la escuela huyendo?
Qué se cambiará no era opción, Marshall no quería que se fuera, le.agradaba un poco.
*Fin del Flashback*
Miro al techo de su habitación, pensando en un plan.
=Quiza podía darle clases de defensa personal... No... Eso no es mi fuerte...Es de Nina o Lenin...= pensó y se cubrió la cara con una almohada desesperado.
Lo que más lo sacaba de quicio era el por qué. ¿qué hacía ayudando a alguien que apenas conocía? ¿por qué había decidido ayudarla? ¿qué tenía de especial? Sentía que le explotaba la cabeza.
- Joven Artilux-sama- dijo uno de los mayordomos de la casa- la cena esta servida; pero lamento decir que sus padres no se encuentran en casa...
- No te preocupes- se levanto se su cama- es algo a lo que estoy acostumbrado...- salió de la habitación y se dirigió a la cocina para comer con las personas que trabajaban en su hogar.
- ¿Pasa algo, joven señor?- pregunto la maid de mayor edad, que vivía en su casa y ayudaba a cocinar- parece que algo lo incómoda- puso su delicada y arrugada mano en su hombro.
El la miró- una chica... compañera mía...
- ¿Que le molesta de ella, joven señor?
- Es lo que me molesta, no lo sé- dijo el joven pesadez- hay un pervertido del salón que la incómoda de vez en cuándo... me molesta no poder protegerla... ¿Qué pasa si falto un día? ¿Y si la besa? ¿o algo peor? Ha llegado suficientemente lejos... ¡¿Que diablos quiere de ella?!- se recargo en la mesa- no comprendo nada...
- Quizá te has identificado con ella...
- O simplemente le gusta...
- O quizá la defiende por qué le desagrada aquel trato...
A Marshall le daba vueltas la cabeza.
- usted podría llamar a Seth Hill, compañero suyo por lo que sé, podría enseñare lecciones de defensa personal, cómo hizo con Mizuru-sama...
- ¡Oh!- dijo una Maid con sorpresa- ¡Eso explica los diversos moretones que usted tiene!
Marshall se sonrojo y la miro mal, se escucharon varias risas mientas el.bufaba- bueno, que se burlen no me ayuda en nada... Llamar a Seth podría ser una opción, ya no sería por mi sino por ella...
- podría llamarle y explicar su situación, ¿el está en su mismi grupo, verdad?
- Creo que si...
- Pero no lo entiendo- habló el mayordomo más joven, Dmitri- ¿que tiene ella qué quieres proteger?
- Su inocencia... la quiero solo para mi...- miro que todos los rostros se sonrojaban- ¡N...No de esa manera! Y... yo quiero tener su sonrisa y esa mirada en sus ojos que hace que mi ritmo cardíaco vaya veloz, quiero tener sus abrazos y sus besos, ver si sus labios son tam dulces, calidos y suaves como parecen... quiza si quiero hacer algo pervertido como besar su cuello- se sonrojo a más no poder- y ver su rostro sonrojado... no quiero que Finn se lleve eso... no quiero que le quite lo que la hace feliz... Quiero... cuidarla y que ella me cuide a mi...- suspiro- jamás había sentido esto...
- esta enamorado, mi señor... al.parecer...
- Si, no se siente tan mal- sonrio sonrojado