Vida en las olas

42 0 0
                                    

Verano, no es precisamente la mejor temporada para surfear, las olas no son las mejores, pero es bueno para volver al mar.
Era mi primera práctica y sinceramente estaba un poco nerviosa.
Llegué a la playa y caminé hacia donde iban a "enseñarme" a surfear. Había 3 chicos en la pequeña caseta de madera con hojas de palmeras como techo (tipo chalette) con las tablas recostadas de los lados de la caseta. Había uno que aparentaba unos 20 años, los otros unos 14 o 15 y hasta 16. Los tres llevaban un perfecto porte de surfers, color de piel bronceado, cabellos rubios y dos de ellos ojos azules y verdes.
-Hola, estoy aqui para las clases de surfing- habló mami.
-Sí, para ella?- habló el mayor de los rubios mirándome con una mirada un tanto coqueta.
-Puedes dejar tu bulto debajo de esa palmera y te espero en la arena- añadió el rubio bajando de la caseta.
Fui hasta la palmera que me había señalado y me quité el short que llevaba puesto y la camisa, que sustituí por una camisa de surfing manga larga y caminé hacia el rubio que me esperaba con la tabla tirada en la arena.

-Bien, me llamo Lucas, seré tu instructor y tu como te llamas?- Habló el rubio, ahora catalogado como Lucas.
-Coral- contesté algo tímida, pero se me pasó en cuestión de segundos.
Lucas me mandó a acostarme sobre la tabla para ver si mi movimiento estaba correcto y desde la primera vez que lo hice el rostro de Lucas se tornó un tanto sorprendido.
-Habías surfeado antes?- preguntó sin pensarlo dos veces.
-No- Contesté muy segura por que la única vez que había surfeado antes fue cuando era muy pequeña y mi papá estaba en la tabla conmigo.
-Me estas mintiendo verdad?- me dijo con una sonrisa sarcástica.
-No, te lo juro.- le dije devolviéndole la sonrisa.
Lucas me miró como si le estuviera mintiendo y sonrió.
-Trae la tabla- me dijo con una sonrisa burlona mientras entraba al agua.

El oleaje no era la gran cosa, pero era surfeable.
Ambos nos quedamos parados en el agua esperando a que viniera una buena ola en un gran silencio.
-Y..... Que edad dijiste que tenías?- preguntó mirándome coqueto otra vez.
"Tarado, nunca te dije mi edad" pensé.
-14 porqué?- le contesté.
-Queee????? Eyyy, son muchas mentiras para un solo día- me dijo con la misma tonta sonrisa.
-Porque? No lo parezco?- pregunte riéndome de lo tarado que se veía.
-Tu tienes como 19 años tu me estas mintiendo- me dijo nuevamente el rubio de ojos azules.
"Corrección lo que tú quieres es que yo tenga 19 idiota" pensé.
-Tengo 14 lo creas o no.... Tu cuantos tienes?- le pregunté.
-22, los parezco?- dijo.
-Sinceramente sí- le dije riéndome.
El coqueto tenía bonita sonrisa y el lo sabía por lo cual se creía todo un PlayBoy que todas las chicas caen rendidas a sus pies.

Ví una ola a la lejanía, que el también vio.
-Súbete a tu tabla- me dijo y obedecí.
-Bracea, Bracea, Bracea!!!- me gritaba mientras la ola me arrastraba. Sentí que la ola ya me había subido hasta la cresta y fue entonces donde sentí en un lugar muy adentro de mí que era el momento de pararme. Y así lo hice, lo logré, en mi primer intento de surfear una ola sola lo logré.
Como me habría gustado poder salir del agua y abrazar a Milán en ese momento...
Bajé de la tabla y llevé mi mirada hacia donde estaba Lucas que levantaba el dedo meñique y el pulgar de su mano derecha (una señal de surfers) pero a la vez muy sorprendido.
Siguió hostigándome y diciéndome que le mentía en el hecho de que nunca antes había surfeado.
Cuando estuve cerca de el me chocó las manos y me abrazó.
-Wow, eres una cajita de sorpresas- me dijo con la maldita mirada coqueta otravez.
¿Qué no sabía mirar de otra manera?
Rodee los ojos, -cállate y surfea!- le dije.

Seguimos surfeando y las olas crecían y comenzaba a caerme.
Lucas me dijo que me parara en la tabla para enseñarme a buscar el centro del balance y me dijo que me sostuviera de sus hombros. Pienso que fue a propósito, pero haló la tabla super fuerte para donde el y terminé calléndole encima.
-Woww, vamos demasiado rápido. Invítame al cine primero- me dijo mordiéndose los labios el muy idiota.
-Já, lo sé. Soñar no cuesta nada- dije fulminándolo con la mirada.
Por fin, se dio cuenta de que no soy ninguna cualquiera como a las que parece el estar acostumbrado y nos concentramos en surfear y relajar un rato.
En un momento se acercaron a nosotros los dos rubios adicionales que cuando llegué estaban en la caseta. Los que sí parecían de mi edad. El mas pequeño de los dos era Chase, era mas o menos igual de alto que yo, rubio y ojos café. El segundo era el mas grande, Jayden. Era mucho mas alto que yo, rubio también, ojos verdes y un lindo color bronceado.
Chase y Jayden al parecer llevaban años asistiendo a esa escuela de surfing y todos los conocían. Ambos se veían como buenas personas y con un gran sentido del humor.
Ambos, empezaron a hablar con Lucas y Jayden se recostó de mi tabla mirándome a los ojos.
Sinceramente esa mirada era totalmente intimidante. Esos ojos verdes que intentaban penetrar en los míos. Que pasa con los surfers de aqui??? Dios!!!

Lo Encontré II -Nuevas Aventuras-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora