Cap 10: Prófugos

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Tomé lo que consideré necesario, dejé una carta para Levy, no hay tiempo para despedirse, es momento de romper las cadenas para ser prófugos del mundo.
Por fin podría estar a solas con él, sin miedo de que el día de mañana tendría que entregárselo a otra mujer, sin que nos abrieran la puerta para interrunpir los momentos íntimos, sin vernos a escondidas vigilando los pasillos o alguien que nos delate.
Quiero sentirlo más mío que nunca.
Subimos a un avión para irnos a alguna parte de Francia, roza su nariz con mi frente dando una caricia tierna, una abuela que había por ahí nos dijo "Que tierna pareja". Sonreímos como nunca, puedo tomar su mano sin miedo entrelazando nuestros dedos.
No necesito nada más que a él.
El avión es tan grande que podemos circular para ir a cenar a un café que hay dentro de este. Estoy sorprendida. No es un típico avión donde hay asientos y no te puedes parar hasta llegar. No, este tiene habitaciones, duchas (con agua para cierto tiempo) y una sala de estar.

Natsu: Lucy, gracias- aprieta su mano mirando hacia adelante.

Lucy: ¿Podemos decir que somos libres?- beso su brazo.
Su mano libre comienza a jugar con mi pelo suelto.

Y me hace caricias. Me derrite. Toca mis brazos desde los hombros hasta mis manos besandome fugazmente.
Esa sonrisa, la quiero contemplar hasta quedar ciega, hasta que mi vida se apague contemplandole.

El avión aterriza.
Estiro mis brazos mientras Natsu va en busca de las maletas. Tomo aire y Natsu me abraza por atrás, reimos y comienza a girarme por los aires.
Me baja para llenarle de besos.

Natsu: Amor, donde iremos ahora.

Me desmayo, caigo en sus brazos. Si es un sueño mataré a quien me despierte.

Lucy: No lo sé, mi amado- un rubor se nota en sus mejillas y se pone nervioso.

Nos hospedaremos en un hotel, ahora se ven las ventajas de la empresa de mi padre. Tememos pase libre por uno de los hoteles con vista a la Torre Eiffel. Decidimos dar un paseo nocturno por una de las ciudades más románticas del mundo.
Me puse un vestido negro con una conta para el cabello. Un cinturos rojo y mis tennis de marca "converse", tambien negras. Natsu se puso una polera blanca con su bufanda. Unos jeans sueltos y zapatillas rojas.
Dos jóvenes fugados de casa ocultos en París.

Nos sacamos varias fotografías con la cámara que me regaló papá antes de fallecer. Sería nuestra primera vez tranquilos y debía plasmarlo en una fotografía.
Fuimos al cine a ver una película de terror, me asusté y sólo tendía a agarrar la mano de Natsu con más fuerza.
Comienza a hacer frío y nos devolvimos al hotel. Me quedo en el balcón meditando mientras Natsu se da una ducha.

*** Una semana después ***

Lucy: Naaatsuu- le toco sus mejillas tratando de que se despierte.

Está de espaldas abrazando la almohada. Sin camisa y mostrando su espalda perfecta. No encuentro más remedio que montarme arriba de él y hacer que despierte de otra manera.

Natsu: Mmmm... Cinco minutos- con voz de recién despertando.

Encima de su espalda comienzo a descender hasta que mi boca está en su oreja.

Lucy: Despierta dormilón- le hablo al oído sin dejar de morderlo. Se estremece sintiendo cosquillas.

Natsu: Amor, cinco minutos- perezoso. Me salgo de encima para mandar un agarron a su trasero- Ya, ya, entendí.

Se queda sentado en la cama como si no tuviera sueño. Le miro seria y piensa que estoy enojada. Hace una cara de perrito regañado; Dios, como odiarlo cuando hace eso.
Agarro su rostro con ambas manos y le beso.
Me responde agarrandome de la cintura y haciendo que me monte nuevamente en él; mi nariz se junta con la suya y comienza a ronronear.

50 sombras de NatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora