Dos

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Llevo toda la tarde llorando.
He ido a beber agua dos veces no vaya a ser que encima, me deshidrate.

Antes, cuándo mis amigas rompían con sus novios les decía que el chocolate y la pizza son la mejor medicina.
Y estaba en lo cierto, pero no del todo.
Es una buena medicina si, pero igual que las medicinas, solo te ayudan a curarte, no te curan.
Venga va, voy a seguir mis propios consejos y voy a comer pizza y chocolate, si es que no los estropeo con tanta lágrima.
El chocolate lo tengo, yo siempre tengo chocolate en mi casa. Quizás falta agua, pero chocolate no falta nunca. Me falta la pizza.
Voy a llamar y pedir pizza de atún (mi favorita).

*Llamando a: pizzería de la avenida*
-Hola, buenas noches pizzería Antica pizza que desea?
Me seco las lágrimas y me aclaro la voz.
-Si, hola buenas noches, quiero una pizza de atún a domicilio por favor.
-Vale, dígame su dirección por favor.
-El número 4 de la avenida Principal 4o 2a.
-Vale, en un rato le llevarán la pizza.
-Vale gracias.
-Adiós.
-Adiós.
*Has finalizado la llamada*

Mientras espero a que me traigan la pizza solo hago tres cosas: lloro, engullo chocolate y  mi cerebro recuerda momentos bonitos y felices.
Y luego me recuerda la foto.
Maldito cerebro, se ve que quiere joderme más todavía.

Suena el timbre.

La verdad, ahora mismo no estoy para nada presentable, tengo los ojos rojos, las manos manchadas de chocolate, estoy en mi pijama de El monstruo de las galletas. Bueno, por lo menos el repartidor de pizza no me juzgará.

Le abro la puerta.

Veo a un chico con cara de cansado, con el pelo revuelto, ojos negros, moreno y alto. Tendrá unos 21 años, más o menos

-Hola. Tenga su pizza.
-Hola, muchas gracias y no hace falta que me trates de usted.
-Es que estoy acostumbrado.
-Claro.
Le pago. No hace falta que me diga cuánto vale,  ya lo sé.
-Gracias y buenas noches.
-Buenas noches.
El chico se gira y cierro la puerta.
Una idea me atraviesa la cabeza.
Mi plan para esta noche es llorar, comer y llorar hasta quedarme dormida.
No me vendría nada mal alguien con quién hablar.

Abro la puerta.

-¡Espera!
Se gira.-Que?
-Sé que esto te va a sonar raro pero... Quieres pasar y quedarte? Es que, acabo de romper con mi novio y me siento tan sola y triste...
-Mm... Bueno, vale, total este era el último pedido de hoy.

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