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¿Cuando dejaré esta adicción que me mata? No, no es la adicción, es el dolor que siento el que mata, los cortes son como una droga que me ayuda. Liberan mi dolor, aunque sólo sea por unos pocos segundos, liberan la tensión y sanan mi alma.

Mi vida es oscura, mi alma pide paz y mi cuerpo quiere descansar. Mis ojos desean dejar de llorar, mi herida piel pide a gritos dejar de sufrir y mis oídos por primera vez ansían dejar de escuchar esos insultos que constantemente me hieren más que cualquier corte que haya quedado marcado en alguna parte de mi cuerpo.

Mi vida como suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora