EL VIAJE EN EL TIEMPO

Molly II W.

Otra encapuchada, se levantó y caminó rápidamente hacia la tarima. Se bajó la capucha, casi con prisa, como si quisiera acabar cuanto antes. La chica era mona: ojos azules, piel pálida, pecas y pelirroja. Lógicamente, estaba claro que era una Weasley. Pero parecía algo tímida, por como jugueteaba, nerviosa, con sus manos a pesar de que parecía mayor.

-Hola estudiantes, profesores e invitados del pasado -empezó casi con demasiada seriedad, aunque sonrió amigablemente- me llamo Molly Adara Weasley. Aunque todos me llaman Molly II por mi abuela -se sonrieron mutuamente y notaron una fuerte conexión abuela/nieta que solo Molly II conocía de antes-mi padre es Percy Weasley y mi madre es Audrey Smith -Sus padres, que no se lo esperaban, se sonrieron ya que a pesar de todo, a el siempre le había atraído aquella Ravenclaw de tez pálida y brillante pelo negro.

-UN SEGUNDO -gritaron los gemelos Weasley- ¡¿QUE PERCY SE CASÓ?! ¿EL POMPOSO INSOPORTABLE?

-Hermanos me ofendéis -dijo Percy mirándolos severamente.

Fred y George aun seguían atónitos. Un suave carraspeo hizo que todos voltearan a ver a Molly II que como era tímida no se había atrevido a interrumpir directamente.

-Bueno, si mis tíos y mi padre me permiten... Bien, tengo 18 años, fui prefecta y premio anual...

-PREFECTA PERFECTA -gritaron los encapuchados, Percy y Audrey sonrieron con orgullo.

Molly rodó los ojos por la interrupción.

-Ahora que NADIE me interrumpa por favor, no estuve ni estoy interesada en el quidditch así que no jugué en el equipo. Ahora mismo estoy trabajando de medimaga en San Mungo -Percy y Audrey ya no podrían estar más orgullosos de su hija. -Aunque mi hobby es la cocina ya que desde pequeña, me encanta cocinar con mi abuela y ella me ha enseñado muchas de sus recetas, así que los fines de semana, trabajo en una pastelería que abrí en Hogsmeade hace unos meses y la verdad, el negocio esta yendo genial. No tengo novio ni me gusta nadie. ¿Alguna pregunta más?

-Si hija, ¿en que casa estabas?- le preguntó su madre adoptando tono maternal.

-Ah cierto... Lo olvidaba. Estuve en la casa de Ravenclaw -contestó sonriendo. Al ver que ya nadie más tenía nada que decir, bajó y se sentó con sus padres que la abrazaron muy felices.

-¡¿UNA WEASLEY EN RAVENCLAW?!- volvieron a interrumpir los gemelos, mientras George se hacía el desmayado y Fred le abanicaba.

-NIÑOS PROHIBIDO DECIR NADA QUE NO SABÉIS DONDE ESTARAN VUESTROS PROPIOS HIJOS- les regaño la señora Weasley. Ellos callaron al instante, dejaron de hacer tonterías y se sentaron bien. Esto hizo que su madre sonriera al verlos. Ella sabía que los hijos de al menos uno de ellos estarían allí, y estaba encantada con estar conociendo a tantos nietos, apenas los conocía y ya los quería como si los hubiera visto nacer.

Molly I le dio las gracias a su hijo y a su esposa por ponerle su nombre a su hija, y todos los Weasley la saludaron.

Finalmente, la última encapuchada del día, se levantó de la tarima.