Nota 12

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Llegue, y no estabas en el lugar de siempre.

 El tren llego y tu no te veías por ningún lado, hasta que apareciste corriendo; sonríe inmediatamente al verte agitada y con el cabello revuelto. 

 Subí antes que tú.

 Entonces me pareció ver una sonrisa tuya, que iba hacia mi.

 Que tonto, debió haber sido mi imaginación por no verte en días.

Tú, mi último soplo de vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora