Dos semanas mas. Catorce días si se cuentan. Y nada pasaba.
Hasta que llego el día quince.
Te espere ver como siempre, ya sea llegando o sentada en el descanso que acostumbrabas.
En realidad, nunca apareciste.
Me asuste, no quise tomar el tren para ver si parecías mas tarde. Y como ya había dicho.
Tu nunca apareciste.
ESTÁS LEYENDO
Tú, mi último soplo de vida
RomanceElla, siempre tomando el mismo camino. Él, siempre tomando el mismo camino que ella. Y el camino, siendo el único escenario de su historia.